martes, 22 de diciembre de 2015

AGREGANDO VALOR HUMANO A LA ECONOMÍA COSTARRICENSE, MEDIANTE LA ABSORCIÓN RESPONSABLE DE MIGRANTES.

AGREGANDO VALOR HUMANO A LA ECONOMÍA COSTARRICENSE, MEDIANTE LA ABSORCIÓN RESPONSABLE DE MIGRANTES. Sin ella difícilmente podría realizar sus actividades profesionales, así como sus otras tareas responsabilidades familiares. Lo confirma sin reparos la inteligente y laboriosa Trabajadora Social, poseedora de ingresos económicos equiparables a los del nivel de los ciudadanos, pertenecientes a la clase media alta de Costa Rica. No se reserva sentimientos para exhibir insistentemente la gratitud, el cariño y la total confianza que le guarda a su servidora doméstica, ella nacida en Nicaragua. Ambas han cultivado una madura relación interpersonal, al extremo que el vínculo laboral de 15 años se ha ido desdibujando para dar lugar a una comunicación llena de empatía. La nicaragüense administra las finanzas de su patrona; realiza los pagos de sus tarjetas y el resto de los trámites bancarios. Sus servicios los ofrece a otros hogares, aunque no tanto con la amplitud y variedad que lo hace para con esa profesional tica. Opciones laborales se le han presentado en dicho ámbito ocupacional, dominado por mujeres nicaragüenses, ciertamente protegido por ellas con celo y probidad. La trabajadora nicaragüense decidió asentarse con su esposo en Costa Rica. Él eligió la ocupación de vigilante de residencias (o guachimán"), lo cual le ha permitido granjearse la confianza de los usuarios de sus servicios, tanto así, de llegar a convertirse en el principal sostén de la seguridad de las viviendas, dada su fraternal colaboración. La pareja nicaragüense engendró a su única hija en nuestro país, quien por cierto ni siquiera ha tenido conciencia del lugar de nacimiento de sus progenitores. La adolescente de 16 años siente plena felicidad de ser costarricense, de ahí que sus padres, satisfechos de lo alcanzado materialmente, mediante el trabajo honrado, ni por la mente les pasa regresar a su país natal, menos a la joven adolescente. Sabe que aquí se le abrirán las posibilidades de concluir sus estudios y trascender como persona, por eso el interés de ingresar a la universidad, tras la conclusión de los estudios secundarios. Justamente, en la institución pública donde ella cursa la secundaria, además de convivir armoniosamente, ha encontrado jóvenes en su misma condición: hijos de padres nicaragüenses, quienes emigraron a nuestro país en búsqueda de reconstruir sus vidas. Entrando en detalle, el hecho o escena real aquí citado es ya demasiado común en la sociedad costarricense, la cual refleja los propios rasgos de las pequeñas economías desarrolladas; insertadas en la globalización y la digitalización. Como otras, ha llegado a ser “una democracia liberal orgullosa de su compromiso con los valores de la libertad política y económica (Carola García-Calvo. ARI 71/2015 - 3/12/2015); fortalecida, en los últimos tiempos, como una comunidad multicultural y étnicamente diversa, la cual gira a favor del desarrollo humano y la protección del medio ambiente; destino a la vez de miles de emigrantes, especialmente centroamericanos, caribeños, suramericanos, estadounidenses, chinos y en menor volumen europeos; una tendencia casi que irreversible. Desde los comienzos de la independencia nacional, nuestros estadistas habían considerado la conveniencia de facilitar la inmigración extranjera. Para los fines de este comentario, nos interesa apenas recordar la forma en que se originó la colonización de la región selvática y agreste de San Vito de Coto Brus, localizada al sur - sur del territorio nacional. Si bien, sus primeros habitantes fueron costarricenses e indígenas panameños, quienes se organizaron con el objetivo de fundar una comunidad próspera (basada en el café, primordialmente), fueron los inmigrantes italianos (casi 120 familias) que entraron por el puerto de Golfito, relegados en Italia después de la Segunda Guerra Mundial. Primero, por el presidente José Figueres Ferrer (1948 - 1949), avalado luego por el presidente Otilio Ulate Blanco (1949 - 1953), se le brindaron facilidades a la Sociedad Italiana de Colonización Agrícola (SICA), con tal de impulsar a estos colonos italianos "a poblar y ocupar gran cantidad de tierras, que aún para las décadas de los cincuenta y sesenta estaban libres". De este modo, se logró expandir la frontera agrícola, por lo que 45.000 personas habitan una zona dedicada a la producción agrícola, proyectos forestales y ecológicos, así también al turismo y el comercio, producto de su cercanía con las comunidades fronterizas de Panamá. La presencia extranjera en la historia y el desarrollo nacional ha sido de enorme provecho. Solo hemos puesto el ejemplo de los orígenes de la colonización del cantón de San Vito. Se nos quedan atrás el Caribe, las antiguas comunidades bananeras de la zona sur, así como los cantones de Los Chiles, Upala y Guatuso, o bien, Guanacaste, entre otros. Los estudios acerca de los antecedentes de la composición étnica costarricense, han puesto de manifiesto la exclusión de críticas divisiones o discriminaciones. Hubo algunos brotes racistas, particularmente contra los alemanes e italianos en la década de 1940, influenciados, más que todo, por la confrontación ideológica y militar en el lapso de la Segunda Guerra Mundial. Con la excepción de este caso especial, y tal vez otros menores por allí, la constructiva receptividad nativista hacia los diferentes flujos migratorios nos ha permitido enriquecer nuestra cultura cívica nacional. Tal y como hemos visto, nos preguntamos si en su condición de migrantes económicos, los cientos de cubanos - jóvenes en su mayoría -, refugiados en los albergues, organizados por nuestra Comisión Nacional de Emergencias, al mismo tiempo (los cubanos) un capital humano de elevada formación académica e instrucción técnica, habrían de poseer motivos o intereses irrenunciables, en cuanto a abstenerse de escoger a Costa Rica como su destino en lugar de los Estados Unidos de América. Siendo de otro modo, con la subrayada ayuda de las organizaciones internacionales, el Gobierno y la sociedad costarricense bien podría ponerse en práctica un experimento similar al aplicado con la comunidad italiana asentada en Coto Brus, a principios de la década de 1950. Tengamos en cuenta que Costa Rica cada vez es más vieja. Eso ya lo conocemos desde tiempo atrás. Los más recientes datos lo prueban. La investigadora "del Programa Estado de la Nación", Natalia Morales, menciona que los adultos mayores representarán el 15% de la población para el periodo 2030-35, en el 2050 serán una cuarta parte. Morales recuerda que el fenómeno repercutirá en el sistema de pensiones, de salud, atención en centros de cuido, etcétera. Por lo tanto, los cubanos aquí varados podrían repoblar zonas periféricas de bajo desarrollo, ya sea fundando Pymes y proyectos productivos. En cambio, en los Estados Unidos de América seguro que los esperan labores escasamente creativas. En fin, multiplicidad de tareas hay en nuestro país a la disposición de gente inteligente y capacitada como ellos. Otrora, lo conseguimos a través del efecto positivo de nuestras políticas sociales y modernas leyes migratorias, las cuales giraron hacia la integración de los miles de inmigrantes centroamericanos, que, en su conjunto, representan uno de los principales factores de desarrollo y prosperidad nacional. Tan revelador sentido ostentan los generosos testimonios de la profesional costarricense y la servidora doméstica, con los cuales iniciamos este comentario, que al final concluyó en esta atrevida fórmula, la cual, por su parte, se aleja de "la tesis de puertas abiertas a la migración". Feliz Navidad, amigos todos. Ronald Obaldía González (Opinión personal)

5 comentarios:

  1. Gustavo Elizondo Fallas escribió:

    Mi amigo, coincido con su comentario, nada más una aclaración: la colonización de San Vito no solo fue por parte de los italianos, hubo varios costarricenses que llegaron antes que ellos, en cuenta mi valiente tío abuelo Emigdio Ureña con su esposa Talía lo mismo que Billo Barrantes con su esposa Teresita Mata, prima de mi padre. Existe un libro del periodista Juan Ramón Gutiérrez, "La gloria de dos titanes" que contiene la historia tal como fué.

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  2. Gustavo Elizondo Fallas escribió:

    Es que se basan en un libro que escribió Vito Sonsonetti, pero fue una colonización conjunta. Mi amigo, se le enredó el panorama a su amigo Rajoy.

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  3. WILSON OROZCO GUTIERREZ escribió:

    Gracias d. Ronald. Sin duda uno de los mejores artículos que te he leído.

    Sds cordiales, Wilson Orozco, ICT.

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  4. WILSON OROZCO GUTIERREZ escribió:

    Gracias d. Ronald. Sin duda uno de los mejores artículos que te he leído.

    Sds cordiales, Wilson Orozco, ICT.

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  5. adiliaeva
    23/12/15 escribió:

    Lindo artículo Don Ronald. Aprovecho para desearle mucha paz y bendiciones este nuevo año que se avecina. Con cariño

    Adilia

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