jueves, 19 de diciembre de 2013

CONTRASTES HISTÓRICOS: ÁMERICA LATINA Y ÁFRICA.

CONTRASTES HISTÓRICOS: ÁMERICA LATINA Y ÁFRICA.

Tanto que polemizamos en América Latina sobre los excesos y abuso de los españoles en las épocas de la conquista y colonización de América, el Nuevo Mundo. ¿Acaso eran querubines nuestros aborígenes, los primeros habitantes de los inmensos territorios explorados?  

La historiografía pone al descubierto que las civilizaciones precolombinas practicaron también  las guerras, las masacres, la esclavitud,  los sacrificios humanos y otros comportamientos ampliamente destructivos, los cuales traumatizaron a los forasteros, que enseguida comenzaron a dominarlos.

Ciertamente, el proceso civilizatorio americano, desencadenado tras el conflicto entre indígenas y españoles estuvo signado de prolongadas sublevaciones sangrientas, tal que las estructuras políticas y la economía extractiva de metales preciosos, generadoras de riquezas a favor de la Corona, justificaron el inicio de la separación y la división de clases, así como los primeros síntomas de diferenciación racial;  una honda complicación de la cual el nuevo continente tampoco fue ajena.

Excepto la inequidad económica y social, producto de la sociedad colonial, la cual arrastra todavía el Siglo XXl, las segregaciones y los odios raciales y culturales entre españoles e indígenas, tuvieron la particularidad de ser apaciguados. Eso fue lo positivo de un reconocido encuentro de culturas, acentuado a través del surgimiento de las independencias nacionales y la formación de los Estados soberanos;  aunque lejos de erradicarse, principalmente  en puntuales latitudes del Nuevo Mundo, donde continúan persistiendo  los efectos  indeseados de carácter racista.      


El resultado del encuentro de culturas entre ambos grupos étnicos (españoles e indígenas), en un medio geográfico específico, devino en la constructiva conformación de una renovada sociedad biológica, con identidad psicosocial, comunicación e interrelación lingüística propias, cuyo poderío llegó casi a generalizarse en toda la población de gran parte del territorio americano.

En el terreno de la ética y los principios morales la emergente  civilización iberoamericana, además de fundamentarse en la doctrina y el mensaje cristiano, posteriormente  se nutrirá de  los valores liberales. Bien lo destaca  Álvaro Orozco Saborío, esto último  fecundado  por los mejores aportes de la Revolución Francesa, el Acta de Independencia de los Estados Unidos de América, la tradición de la Carta Magna Inglesa, el legado  greco-romano mediante la reiteración de la Constitución de Cadiz (1812) en la mayoría de  nuestras historias constitucionales,  cuyos textos estuvieron  liberados  de prejuicios secularistas y elevados  a la plenitud de la evangelización, heredada de España.

En cambio,  el continente negro lamentablemente careció de la experiencia histórica y cultural de haber contado en el proceso de conquista y colonización con un imperio colonial como el de España, mucho menos opresor y racista que sus adversarios europeos.  

De ello habla por sí solo el testimonio histórico y moral, que representa la  irreparable pérdida del líder africano Nelson Mandela, quien nos deja también infinitas lecciones, derivadas de su magnanimidad y espíritu superior, al enfrentar, sin temores,   las raíces del odio racial, la crónica injusticia e indignidad, la expoliadora “economía blanca”, así como la acumulación de estragos de distinta índole, originados desde mediados del Siglo XVll por algunos imperios europeos, siempre en perjuicio de los pueblos del África del Sur.  

En este caso,  las naciones sojuzgadas y ensangrentadas  por el apartheid y la segregación étnica, en especial Sudáfrica,  deberían continuar exigiendo justas reparaciones económicas  por parte de los países colonizadores europeos, a efecto de dar puntual seguimiento a las resoluciones que en este sentido se aprobaron en la Conferencia Mundial Contra el Racismo del 2001.   Por qué no pensar que  este compromiso constructivo como tal de las antiguas potencias coloniales honrará el inmortal mensaje del líder negro  que colocó  los principios de la reconciliación por encima de las sórdidas pasiones y los egoísmos humanos. FELIZ NAVIDAD A TODOS.


Ronald Obaldía González (Opinión personal)

2 comentarios:


  1. Gracias por sus artículos que leo con mucho gusto y son inspiradores.

    Excelente oportunidad para desearle y a toda su familia y seres queridos, una Feliz Navidad

    Con los saludos mas cordiales, Serge Malé

    ResponderEliminar

  2. Lourdes Montero Gómez

    Excelente y acertada reflexión. Gracias, sus ponencias son mmuy aleccionadoras para mí y procuro leerlas con el tiempo que requieren.
    Gracias.

    ResponderEliminar