lunes, 14 de julio de 2014
“PORQUE LO NUESTRO ES MEJOR Y ES (BIEN) NUESTRO” PARA COMPARTIRLO.
Esta vez incursionamos en una disciplina sobre la cual poseemos escasos conocimientos, por no decir que ninguno.
Eso sí, a causa de este atrevimiento ofrezco, de antemano, las disculpas a las personas que me acompañan (y toleran) en este humilde proyecto - el cual acaba de cumplir la edad de siete años - , una iniciativa centrada en hacer comentarios relacionados con la política internacional y nacional.
Quizás algo más hemos abordado, especialmente, cuando se ha presentado la ocasión, en que la felicidad y los sentimientos positivos tienden a gobernar el alma. O sea, en este caso particular, en que un grupo de futbolistas costarricenses, bastante entrenados psicológica y físicamente por el maestro Jorge Luis Pinto Afanador, de cuyos talentos y discernimiento se inspiraron los excelentes dirigentes de la Federación de Fútbol de Costa Rica (FEDEFUTBOL), para completar otra de las grandes hazañas deportivas inscritas en Brasil 2014.
Ha habido otras proezas. Porque también merecen un grato recuerdo las medallas olímpicas de las hermanas Poll Ahrens (Sylvia y Claudia); el atleta Rafael Ángel Pérez al conquistar la presea de oro en la carrera brasileña de San Silvestre; los triunfos de los futbolistas que participaron en Italia 90; así también aquella famosa cuarta posición del Seleccionado juvenil de fútbol en la Copa Mundial de Egipto 2009, episodio precedido por el tercer lugar, obtenido por el Deportivo Saprissa en el Mundial de Clubes del 2005.
Tiendo a asociar en estas semanas el singular triunfo de nuestro seleccionado nacional de fútbol en Brasil, con la hipótesis del filósofo tico - español Constantino Láscaris, de insistir, por aquella agitada década de 1970, que de verdad Costa Rica era una “nación desarrollada”.
Supuse siempre que el recordado filósofo hacía poco caso a las dogmáticas (e incompletas) cifras económicas, ofrecidas periódicamente por las instituciones financieras de todo signo, en las que por sí mismas Costa Rica sale bien parada. Significa que lo alcanzado por los deportistas nacionales en el Campeonato Mundial, recién concluido, está lejos de ser un simple accidente.
El desarrollo acumulado a partir de la economía del café, aquella superada por las evoluciones registradas en la estructura productiva y la política social presentes, han creado condiciones favorables para el ascenso vertiginoso del fútbol, entre otras áreas del quehacer nacional.
Láscaris siempre se adelantó a los tiempos. Seguro que estuvo pensando en el innovador índice de felicidad, empleado ahora por algunas agencias internacionales, cuyos resultados alentadores para Costa Rica han sido contradichos por los agoreros y pronosticadores de desgracias.
De paso, los extremistas, es otro grupo que se matriculó en tales “corrientes de opinión”, fecundadas principalmente por “los iluminados” y “los críticos antisistema”, provenientes de la academia. Salieron a la superficie en el proceso electoral, finalizado en abril del año en curso. A todos ellos debió enfrentar Láscaris en su momento. Lo cierto es que el tiempo continúa concediendo la razón a este Benemérito de la Patria; en su hipótesis seguiremos confiando.
Multitud de enseñanzas se pueden extraer de la participación de nuestra Selección de fútbol en Brasil 2014. El reto es mantenernos o escalar todavía más posiciones a nivel mundial. Teniendo presente que además de ser concebido como un prometedor subsector económico, la actividad del fútbol, como competencia, la podemos convertir en un recurso para fortalecer nuestra humanidad, tal que sea una escuela constructora de virtudes y valores cívicos y culturales.
Simultáneamente, dicho deporte puede llegar a ser un recurso, orientado a la consolidación de nuestra cercanía con los países vecinos, valorando no solo la leal y sana competencia deportiva, sino que, seguido de este valor, se pueda enriquecer la cooperación dentro de la vecindad regional. En lo cual se coloque en perspectiva la plena superación en la rama del balompié, factor que ha de favorecer constantemente al fútbol costarricense, en especial a las personas inmersas en él, pues al fin y al cabo su crecimiento depende en primera instancia del nivel de calidad que llegue a capitalizar Centroamérica y el Caribe, inclusive.
Antecedentes de tal cooperación los pone en evidencia la dinámica del Mercado Común Centroamericano (Mercomun), cuyos socios - como sea - consiguieron, entre otros aspectos, diversificar sus estructuras productivas, perfeccionar los métodos de negociación comercial, así como elevar, relativamente, los índices de desarrollo social.
Así entonces, la práctica del sistema de integración comercial representa una valiosa experiencia, para adaptarla al fútbol, de modo tal, que todos nuestros vecinos lleguen a trascender como Costa Rica, mediante esfuerzos conjuntos, exigiendo más de las competencias nacionales y regionales, fomentando en este ámbito el mercado de jugadores, que llega a ser casi lo mismo que el intercambio de conocimientos y realizaciones deportivas.
Líneas arriba, expusimos que este universal deporte posee todas las propiedades para cimentar nuestra humanidad. Lo ha entendido el Ministerio de Educación Pública al hacer causa común con la Selección nacional, al diseñar programas de difusión con base en los altos valores de solidaridad, constancia y disciplina de los jugadores, a efecto de persuadir a los jóvenes a que abandonen la idea de desertar del sistema educativo, por cuanto ello vendrá a truncar gravemente su futuro.
De la exitosa participación de nuestros futbolistas, regresamos, desafortunadamente, a la deuda social arrastrada por el istmo, que impone el compromiso de su definitiva superación, invirtiendo en el recurso de la formación escolar. Esta yendo “de la mano con la concreción de los ideales de los jóvenes”, entre ellos, la promoción del fútbol - el deporte de mayor arraigo en la población centroamericana - , en aras de la facilitación de las oportunidades de ascenso social.
Igualmente, se puede sanar por esta vía el alma y la mente de los adolescentes y jóvenes, quienes cayeron en lo hondo de la vulnerabilidad - en lugar de aplicar las fallidas políticas de mano dura -, restándole así peso a la oferta delictiva y fantasiosa de las maras y las pandillas, que a la par de la pobreza y la miseria, originaron el fenómeno inusitado (Sergio Ramírez Mercado, 2014) de los 50.000 niños de esta región, que huyen de sus países de origen. Lo pone al descubierto un drama vergonzoso, antes ignorado, por si fuera poco, lo retrata de cuerpo entero la frontera sur de los Estados Unidos de América. “Hasta cuándo Dios”.
Ronald Obaldía González (Opinión personal)
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Luis Sandí Esquivel escribió:
ResponderEliminarBuenas tardes Ronald, muy agradable el artículo, me encanta esa posición positiva y esperanzadora.
Max Cerdas escribió:
ResponderEliminarDon Ronald, gracias por estos envíos todos estos años, nos parecen sumamente interesantes.
Un saludo cordial.
Max.
Juan Manuel Otárola Duran escribió:
ResponderEliminarGracias por compartir estas lindas y acertadas reflexiones.
Miguel Herrera Ulate escribió:
ResponderEliminarComo siempre "excelente" amigo.
El tema de la migración de los niños a EE.UU. ha de ser de mayor atención en la política exterior. Costa Rica, que no participa, gracias a Dios, en ese lamentable sufrimiento humano, podría ser partícipe de un plan regional integracionista y coadyuvar a nuestros hermanos centroamericanos. Somo vos y debemos actuar.
Un abrazo.
Carlos Echeverria escribió:
ResponderEliminarTenés mucha razón, querido Ronaldinho, en rajar y ver lo de la selección no como un evento aislado. Hay mucho atrás de eso, mucho bueno. Bora con su estilo y sus ideas, lo demostró y José Luis Pinto AFANADOR (le hace honor a su nombre, fue más allá) lo llevó a un nivel más alto. Y ciertamente, se han logrado varios triunfos, pero este los eclipsa. Yo si creo que somos un país desarrollado, no tan rico como deberíamos serlo, por la burocracia, la sinvergüenzada impune, la vagabundería de muchos. Pero estamos a otro nivel. Eso nos debería obligar a liderar más, en el vecindario. Ciertamente estamos para la OCDE.
Lo que más logró Pinto introducir, fue un estado mental de seguridad y tranquilidad, que solo falló, porque era muy difícil preverlo, en una ocasión y allí nos acabamos: con Krul, que sin ser un buen ataja penales, dio la impresió que era, vaciló a nuestros tira penales y jodió a dos...uno de ellos Bryan Ruiz...el holandés!! Así pasa...una falla nada más. Linda Pinto...linda muchachos! Rompieron un patrón costarricense...el de arbulearse y sentirse chiquitico....no me gustas que nos digan TICOS y menso nosotros alimentarlos...lo usaron en 1856 para burlarse de los costarricenses...
Linda Ronaldinho. Abrazo.
Juan Manuel Medina escribió:
ResponderEliminarMuy bueno don Ronald y efectivamente el fútbol puede servir de catalizador para generar movilidad social y atacar los graves problemas actuales... Excelente análisis.
Un abrazo,
Juan Manuel
Antonio Alarcon escribió:
ResponderEliminarExcelente comentario. Ojalá la clarodad de pensamiento de don Constantino Láscaris guiara a nuestros líderes y jerarcas siempre.
Saludos,
Antonio
Manuel Antonio Barrantes Rodriguez escribió:
ResponderEliminarEstimado amigo.
Con mucha atención y mayor deleite disfruté de este nuevo envío, al calor del hogar y lejos del terruño, esto emociona y hasta lágrimas parecen aflorar, sin duda un gran aporte, felicitaciones.
Le solicito autorización para enviarlo a mis parientes (barrantada.com) y otros amigos, pero también a don Álvaro Herrera, administrador de nuestra Selección Nacional de Fútbol, quien lo hará de conocimiento del profesor Pinto, don Eduardo Le, presidente de la FEDEFUTBOL.
Un fuerte abrazo y saludos a la muchachada, siempre recuerdo un par de escapadas a "la Criollita", con Abelardo y compañeros,
Manuel Barrantes.
ResponderEliminarErnesto Navarro escribió:
Excelente comentario Don Ronald
Ernesto A. Navarro Guzman
Control Interno
Finanzas
Grupo Agroindustrial Numar
tel 2284-1364 Directo
ResponderEliminarCecilia Marten Madrigal
Ves, por personas con pensamientos como el suyo, estoy de acuerdo con don Constantino Láscaris: somos desarrollados. Hay muchos valores, fortalezas y mentes brillantes en nuestro país, para muestra un botón........
Bendiciones.