miércoles, 26 de febrero de 2025
RUTAS PRÓXIMAS AL DESMANTELAMIENTO DE LA DEMOCRACIA LIBERAL, EL MULTILATERALISMO Y LA GLOBALIZACIÓN. Autor: Ronald Obaldía González.
RUTAS PRÓXIMAS AL DESMANTELAMIENTO DE LA DEMOCRACIA LIBERAL, EL
MULTILATERALISMO Y LA GLOBALIZACIÓN. Autor: Ronald Obaldía González.
El 2025 supondrá los esfuerzos unidos dentro de Occidente y el mundo
libre, orientados a lidiar con el ascenso de las corrientes
autoritarias, dictatoriales, la mayoría de las veces impulsadas por
nuevas oligarquías, dirigentes carismáticos, populistas autoritarios,
histriónicos, anti sistemas, sean de la derecha o de la izquierda
recalcitrantes, - es mínima la distinción entre ellas - .
Al inicio poseen la habilidad de acomodarse a la normativa y las
reglas de los procesos electorales; luego “se atornillan al poder”, a
contrapelo de la democracia liberal y el régimen de protección de los
derechos humanos.
El gradual abatimiento del régimen democrático corre consustancial,
entre otras anomalías, con los descontentos populares contra la
negativa gobernanza, la corrupción, el ineficaz funcionamiento de las
instituciones públicas y de los partidos políticos, las realidades
socialmente excluyentes. Contémplese la injusta distribución de la
riqueza, o la desigualdad en los ingresos, la carencia de
oportunidades, añadidos al insuficiente desarrollo económico, lo que
da pie a las roturas en perjuicio del orden y los fundamentos
democráticos.
En las riesgosas erosiones, el sistema democrático liberal, el régimen
de los derechos humanos y de las libertades públicas, con frecuencia
resultan víctimas de aquellas fuerzas armadas corruptas y represoras
al servicio de autócratas, las cuales instrumentan organizaciones
colectivas de carácter paramilitar, en cuenta el robo descarado de los
procesos electorales (Sergio Ramírez Mercado). Entonces, llega a
consolidarse el nuevo estamento oligárquico y familiar, saqueador de
los recursos económicos nacionales.
En lo concerniente a debilitar los sistemas democráticos, cabe
movilizar la atención al rol cumplido por las modernas tecnologías,
tales como las redes sociales y la inteligencia artificial, las
cuales, tanto individuos disconformes, rencorosos, como los grupos
formales e informales anti-democráticos y anti-sistema, las aprovechan
con regularidad, en línea con el objetivo de cambiar las formas de
hacer política, en especial en las campañas electorales, sembrando
posverdad, odio y polarización (Marcela Ríos Tobar; Tamara Taracluk
Broner, 2025).
En lo cual, “las teorías de la conspiración”, las falsas verdades, la
desinformación, las noticias malintencionadas, los mensajes violentos,
divisivos, componen el modo práctico de hacer proselitismo, a favor de
candidatos populistas, iliberales o con mentalidad autoritaria.
Con afinado juicio, el Presidente Joe Biden afirmó “que se vive en
una época en que la democracia corre mayúsculo peligro en el mundo”,
desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Al recordar la propagación del autoritarismo nazi fascista
hitleriano, el hoy expresidente Biden considera impostergable las
“alianzas reales”, con la vista puesta en la defensa del sistema
democrático, el único régimen político capaz de fomentar el progreso,
coexistente con la consolidación de las libertades del ser humano,
ellas fundamentales e irrenunciables.
Es sabido que la guerra en el país de Europa Oriental encapsula el
antagonismo internacional entre el autoritarismo, representado por
Moscú (y China) y la democracia liberal, la protegida de Occidente
(Richard Haass).
Parafraseando al político alemán Joschka Fischer, nos hacemos la misma
pregunta. Cómo será el mundo si Estados Unidos de América (EEUU) – “el
país más poderoso del mundo” - , Alemania, España, Francia, la Gran
Bretaña e Italia llegaran a convertirse en oligarquías antiliberales
(o iliberales).
El peligro sería menor si la desviación solo estuviera condicionada,
bastante lejos, del comportamiento de la enorme cantidad de personas
que votan por las agrupaciones dogmáticas, extremistas, los fascistas
de nuevo cuño. O, en su defecto, por los populistas demagogos y
pseudo-demócratas.
Dicho esto, no pocos dirigentes y denominaciones políticas se
acompañan de la engañosa retórica ultranacionalistas, anti –
inmigracionista y hasta anti – semita, con tal de obtener réditos. De
igual forma, la escalada de emociones tóxicas agitan el clima adverso
frente al Estado democrático y social de derecho.
EL MULTILATERALISMO LIBERAL EN PROCESO DE DECADENCIA.
El Presidente de Estados Unidos de América, Donald Trump, en sus
inicios de su segunda Administración comienza a dar pasos en dirección
al obsoleto aislacionismo, en la desglobalización, el supremacismo, lo
cual daña al multilateralismo.
Vuelve a dar vigor a las antiguas y supremacistas ideas de la Doctrina
Monroe y del Destino Manifiesto, en este siglo retomadas por “Make
America Great Again - MAGA - y “First America”, orientadas a la
búsqueda ilimitada de poder total y la acumulación de riqueza (Joseph
E. Stiglitz, 2025). Lo cual ahondará las asimetrías con el sur global,
esto sumado a la incorporación de nuevos territorios (Carlos Alberto
Patiño Villa, 2025), sean Canadá, Groenlandia, el canal de Panamá.
Hay que repensar en los anuncios críticos de Trump acerca de la
alianza trasatlántica, sea la seguridad colectiva. Entre ellos, el
supuesto abandono de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), a menos que Europa suba el gasto militar, lo que significa
“compartir el peso de la defensa del continente” (J.D. Vance,
Vicepresidente de EEUU).
Salen a relucir los cuestionamientos en contra del sistema de las
Naciones Unidas, lo que hará retroceder las cooperaciones colectivas
en disciplinas clave, pertenecientes a la diplomacia multilateral, la
seguridad, la defensa, el desarrollo económico, la sostenibilidad
ambiental, lo mismo que la asistencia humanitaria.
Habidas sanciones, decretadas por Washington contra los jueces de la
Corte Penal Internacional (CPI), a quienes les serán aplicadas, al
haber intentado colocar en el banquillo de la justicia a Benjamin
Netanyahu y su Ministro de Defensa, en vista de las consecuencias
letales de los combates en el enclave de la Franja de Gaza.
Trump 2.0 reacciona con escepticismo acerca de la Organización Mundial
de la Salud (OMS), porque se subordinó a China en las primeras etapas
de la pandemia del covid-19. Al cabo que, en el financiamiento,
Beijing poco dinero aporta. El Gobierno del Partido Republicano
renunció a la Organización, posiblemente persuadido por Robert Kennedy
Jr. un conspiranoico, antivacunas, quien contraviene la ciencia (Gina
Montaner, 2025).
A criterio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), principal
oficina de inteligencia estadounidense, en el gigante asiático recae
la responsabilidad sobre la fuga del virus desde un laboratorio suyo,
donde comenzó la transmisión de la letal enfermedad mundial.
Empeorando la debilidades, Washington con Donald Trump (78 años) al
restarle relevancia al multilateralismo y la integración global en las
relaciones internacionales, habrá de alimentar a la ultraderecha
global y el neofascismo que los rechazan. El anti - europeísmo es una
de sus vanguardias. La política estadounidense actual ofrece una señal
de su antipatía por los objetivos internacionalistas; el regreso al
aislacionismo y el unilateralismo alarma a los socios de EEUU.
El mandatario Republicano expone una retórica hostil frente a sus
aliados de la Unión Europea (EU), diferente con la Rusia del
Presidente Vladimir Putin, puesto que, en el encuentro de febrero del
año en curso, el cual tuvo lugar en Riad (Arabia Saudita).
Altos funcionarios de ambas potencias decidieron “restablecer el
conjunto de las relaciones bilaterales” (Serguéi Lavrov), así como
explorar soluciones acerca del conflicto bélico en Ucrania,
prescindiendo, como es sabido, del bloque comunitario europeo y la
propia Ucrania: la nación invadida y agredida por las fuerzas armadas
rusas.
Casi que es un hecho que las delegaciones de la Unión Europea (UE) y
del contestatario gobierno de Kiev, en adelante serán descartados de
las negociaciones entre Washington y Moscú, encaminadas a poner fin al
alto el fuego.
Como sucedió con las realizadas en Arabia Saudita, apenas ellos serán
informados (Keith Kellog). La Organización de Naciones Unidas (ONU) y
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) continuarán
brillando por su ausencia.
Con la exclusión y el desinterés, asignados a los entendimientos y la
cooperación multilaterales, varios gobernantes advierten “que se está
amenazando a toda Europa” (Mette Frederiksen, Primera Ministra de
Dinamarca), en vista del histórico y sensible antagonismo con la
temida Rusia (el titán de Eurasia), expansionista, agresivo, la del
vasto arsenal nuclear. Una nación con inmenso territorio, recursos
naturales, población educada, la cual Putin exige que sea reconocida
como potencia global.
El temor se amplifica, a causa de la invasión de febrero del 2022 a
un país soberano, a quien se le quebrantó su integridad territorial.
La dirigencia europea, adolorida por su economía de bajo crecimiento,
deduce entre ellos, el Primer Ministro de Gran Bretaña, Keir Starmer,
que se debe “aumentar el gasto en defensa y asumir un papel sustantivo
en la OTAN”. Pero añadió que el apoyo de Estados Unidos de América
(EEUU) seguiría siendo sustancial en aras de garantizar la paz, la
defensa y la seguridad colectivas (Stephen Collinson, CNN).
Mientras tanto, la Casa Blanca tiende alejarse del viejo continente,
su socio tradicional, prefiriendo la restauración de los vínculos con
el Gobierno de Vladimir Putin, con quien supone puede alcanzar la
pacificación en Europa Oriental, entre otros objetivos.
Obsérvese que el pasado 24 de febrero en el ámbito de la Asamblea
General de las Naciones la misión diplomática de EEUU se negó a apoyar
junto con Nicaragua, Israel y otras 16 naciones el proyecto de
resolución, tendiente a reconocer y condenar la invasión del ejército
ruso a Ucrania.
Si todavía había interrogantes acerca del desdén del actual gobierno
estadounidense en torno al multilateralismo, valga mencionar otra vez
las consultas en la nación saudí entre rusos y estadounidenses, las
que dan cuenta de la devaluación imperante del Sistema de las Naciones
Unidas, en conexión con la pérdida de poder y prestigio de la Unión
Europea (UE), ella obligada a diseñar en un futuro su propia
estrategia de seguridad y defensa.
Lo antes expuesto constituye un imperativo de los miembros la OTAN
(Fuente: Pete Hegseth, Secretario estadounidense de Defensa),
encaminado a reducir la dependencia de Washington, específicamente en
lo tocante a la contención, o posible defensa frente a Rusia, con su
arsenal de armas nucleares.
Los episodios en Ucrania hacen sentir la inoperancia de la
organización multilateral (ONU) y la del bloque europeo hacia la
búsqueda de la pacificación, permiten predecir el estilo diplomático
de Trump y de sus colaboradores cercanos: el de solamente llevar a
cabo transacciones políticas directas con los homólogos de otros
países, marginando el rol de los legítimos agentes institucionales
formales u oficiales, el de sus principales y tradicionales socios
estatales, en cuenta las entidades operadoras del derecho
internacional.
“NEGACIONISMO” ACERCA DEL CALENTAMIENTO GLOBAL.
En el debilitamiento del multilateralismo, por parejo cabe mencionar
la decisión del Presidente estadounidense de retirar por segunda
ocasión su país del Acuerdo Climático de París, lo que implica un
retroceso en lo tocante a contrarrestar el calentamiento global, a
través de los esfuerzos internacionales.
La eliminación de las regulaciones ecológicas obedece a decisiones
inexorables de la Casa Blanca durante los próximos cuatro años. En esa
controvertida dirección, Trump impulsará la perforación local de
petróleo y gas, la producción y el uso de energía, asociada a la
minería y el procesamiento de minerales no combustibles. Lo que quiere
decir que habrá de marginar el objetivo de mostrar preferencia por las
energías limpias y la movilidad eléctrica (Eduardo Ulibarri, 2025).
En cambio, habrá de otorgar prioridad “a los intereses energéticos
domésticos. Téngase como evidencia que EEUU es el mayor productor de
petróleo y gas natural del mundo, debido a su participación en las
guerras cruentas, así como el gran emisor de los gases de efecto
invernadero - GEI - (Terry Lynn, 2025).
De la misma manera, se informó “el fin del Nuevo Pacto Verde”,
destinado a descarbonizar la economía nacional; ello comprenderá “ la
revocación del mandato de los vehículos eléctricos”, en su lugar se
protegerá la industria automotriz (Juan Fernando Lara S.), se
impulsará hazañas tecnológicas en el espacio, en plataformas
tecnológicas, así como en inteligencia artificial no regulada (Joseph
E. Stiglitz, 2025).
UCRANIA UNIFICÓ Y DIVIDE LUEGO.
Valga abonar al Presidente Donald Trump la iniciativa, todavía en
curso, de poner fin a la guerra librada por Rusia y Ucrania y
consolidar la paz duradera.
Él había amenazado, tibiamente, con imponer sanciones económicas a la
nación rusa, si Vladimir Putin (“con quien se entiende”), continúa con
los combates. Moscú viene ganando la campaña militar, pero con un alto
costo en pérdida de vidas humanas y recursos materiales.
El resultado de la larga conversación telefónica del pasado 12 de
febrero entre Trump y Vladimir Putin - el sanguinario, acusado de
genocidio, calculadamente respaldado por la Iglesia Ortodoxa (Slavoj
Zizek) - , augura para bien de la humanidad la finalización de las
hostilidades (EFE), lo cual ha puesto en evidencia un giro pragmático
en las relaciones bilaterales entre dichas potencias.
Por consiguiente, se incluirá en la agenda una próxima cumbre entre
ambos gobernantes; esta sería “para normalizar las relaciones” entre
Washington y Moscú, para abordar “los aspectos irritantes”, que los
han separado durante la Administración de Joe Biden, a saber: la
conflagración en Ucrania, el neurálgico (Comunicado de la Casa
Blanca), como también avanzar en las relaciones económicas y
comerciales conjuntas, “despejándolas de los desentendidos”.
Están de por medio las sanciones impuestas a Rusia, pendientes de
solución, adoptadas por EEUU y sus aliados, con tal de asfixiar y
aislar inútilmente su comercio y finanzas. Se consideraron las
expulsiones masivas de diplomáticos, las cuales agitaron ambas
embajadas (TRT ESPAÑOL). El nuevo inquilino de la Casa Blanca planteó
a su homólogo ruso el retorno de Moscú al G.8. ¡ Eureka !
Probablemente, en la ocasión se podría imponer un acuerdo, relacionado
con el cese el fuego y la consecución de sólidas garantías de
seguridad y las escalas de las “concesiones territoriales” (Kevin
Liptak, Jeff Zeleny y Alayna Treene, CNN). Lo cual desde ya lo rechaza
el Presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, de seguir desestimando
el lugar que le corresponde en las tratativas de paz, pese a carecer
de alternativas.
Él tendrá que suavizar su actitud, ajustándose a la realidad y a la
magnitud de los intereses geopolíticos de las dos potencias mundiales.
Basándonos en “el realismo político”, deberá asimilarlos, así como
aceptar que pudiera quedar relegado de las inevitables negociaciones
de paz, a la vez los europeos y otros agentes como la ONU.
En precaución, al Presidente Zelensky le convendría repasar el
destrabado de la entonces Conferencia de Yalta (Crimea), celebrada en
1945; sacar conclusiones del evento, haciendo una analogía entre la
perdidosa Alemania y la división territorial, practicada ahí, casi al
punto de la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
Ha habido demasiado derramamiento de sangre. El jefe de la Casa
Blanca “tiene prisa en pararlo”. Niega que la exclusión de otras
Partes sea una traición, aunque así lo califican Kiev y Bruselas
(ZDI).
Washington destaca que es fantasioso que la nación invadida retome sus
fronteras originales y anteriores al 2014, es decir, que recupere
Crimea y territorios conquistados posteriormente; los que Putin ha
anexó aquel año y en los tres años de disputas (AFP). Tampoco es
realista la adhesión de Ucrania a la OTAN, obstaculizada por Moscú,
aspiración de Zelensky, que dio lugar a la invasión rusa.
Trump afirmó que… "Es una guerra sin sentido (Rusia contra Ucrania).
Nunca debió haber sucedido. No habría sucedido si yo fuera
Presidente”. Así, entonces, (el gobernante ucraniano) podría quedarse
sin país". Moscú lo absorbería si tuviera interés, añadió el magnate.
Tal reacción pone a ganar a Putin, al crisparse las relaciones entre
el ucraniano y el estadounidense (Por Kevin Liptak, Jeff Zeleny y
Alayna Treene, CNN). Ahora el Republicano acusa a Zelensky, Joe Biden
y la OTAN de permitir que la conflagración se prolongue.
Contradiciendo las opiniones de varios observadores, dudan de Putin,
en cuanto a dejar de hostilizar y colaborar con la paz duradera. Es un
político rudo, que impugna la democracia liberal, al lado de la China
de Xi Jinping; irrespeta el régimen de derechos humanos. En cambio,
Trump se muestra optimista, afirmando que tiene “el poder para acabar
con la campaña bélica. (Alejandro Osorio. En: Metro Latinoamérica). La
que el Papa Francisco denominó “acontecimiento vergonzoso para toda la
humanidad” (infobae, 23/02/2025).
Ni pensar que Trump retrocederá en dar claras señales de su
acercamiento con el Presidente Putin (CNN); en responsabilizar,
especialmente, a Ucrania del inicio de la confrontación frente a
Rusia. Una concesión bien acogida por el Kremlin de Moscú. Tras su
reclamo, el mandatario perteneciente al Partido Republicano, llamó
“dictador” a Volodimir Zelensky; “le exigió” convocar a elecciones
generales, esto complicado en medio de la violenta coyuntura (Kevin
Liptak, Jeff Zeleny y Alayna Treene, CNN).
El Republicano hace ver errores en el campo de batalla, enfatizando en
los elevados costos de la guerra, en detrimento de las finanzas
nacionales. A la fecha ascienden a 320 mil millones de dólares, de los
cuales 120 mil millones han sido cubiertos por Ucrania y el resto por
Estados Unidos de América y Europa (Alejandro Osorio), sin que los
beligerantes alcanzaran misión u objetivo algunos. Los grandes
ganadores de las hostilidades son las grandes empresas armamentistas,
quienes hacen jugosos negocios, a costa de la muerte de miles de
personas (ZDI).
De cualquier forma, el Presidente de EEUU está empeñado en recuperar
la elevada inversión en armas, hecha por la Administración de Joe
Biden en ese territorio de Europa del Este, “solicitando a Kiev el
equivalente a $500.000 millones en sus tierras raras” (litio y
titanio); metales empleados específicamente en la alta industria
tecnológica y nuclear, en la inteligencia artificial también.
La oferta la estuvo rechazando, contundentemente, el gobierno de
Zelensky; se convirtió en delicada fricción entre las Partes. Luego de
los empecinados llamados de la Casa Blanca, de repente se alcanzó un
acuerdo binacional, se firmará a finales de febrero del 2025, el cual
hace hincapié en la explotación de los recursos minerales en el
territorio ucraniano (Periódico La Nación – Costa Rica; AFP,
25/02/2025).
Rusia ambiciona dicho recurso mineral. Salvaguardará sus intereses por
la ruta marítima comercial y militar inmersa en el mar Negro,
compartida por rusos y su vecino enemigo; a la vez accesible al mar
Mediterráneo, más allá con el estratégico océano Atlántico. Por lo
tanto, “el Oso” euroasiático “no pedirá permiso a nadie”, en su
propósito de proteger su patrimonio por la vital ruta, la que colinda
con la costa de la anexada península de Crimea (Vitally Stepanyuk,
Universidad de Navarra de España. Washington AFP).
“Los super-poderosos doblegan aun a los menos endebles”. Tal como lo
hemos reiterado, el giro en las relaciones exteriores por parte de la
superpotencia norteamericana radica alrededor del acuerdo entre Trump
y Putin, de pactar solos, a nivel bilateral, el cese el fuego,
prescindiendo de las participaciones del bloque europeo, la Gran
Bretaña, del mandatario ucraniano Volodimir Zelensky, Turquía y la ONU
(considerados innecesarios). Pronto designarán los dos grupos de
funcionarios de alto rango, a fin de avanzar hacia una “solución
definitiva y permanente (Ronald Matute. En: La Nación – Costa Rica,
22/02/2025).
Serán “negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania”. Ya se ha sabido el
interés de algunos estrategas de Washington de atraer a Rusia,
condiciendo pactos, con tal de alejarla de la esfera de influencia de
China, el oponente vivaz, codicioso. O, en su defecto, que “el Oso
ruso” desista de arrimarse a América Latina junto con los dominios de
Xi Jinping, en aras de erosionar aquí la influencia e interrelaciones
de Washington, lo mismo que los fundamentos de la democracia liberal y
sus correlatos.
A la vista los chinos y los rusos distan de haber resuelto diferencias
limítrofes, que otrora causaron roces militares. En el Kremlin hay
voces nacionalistas disconformes con la alianza (susceptible de
deshilacharse), conformada con el poderoso Xi Jinping. Sospechan de
los ímpetus hegemónicos del capitalismo de Estado de carácter
nacionalista, tejido por Beijing.
La convincente señal de ese acercamiento (con Putin) reside en los
movimientos del gobernante de EEUU, quien ha reafirmado que las tropas
de su nación se abstendrían de combatir en Europa Oriental, al extremo
de valorarse el corte de la ayuda militar a las tropas defensivas del
mandatario Zelensky, al demandar que la continúe proporcionando el
bloque comunitario europeo, el cómplice de las acciones bélicas, al
lado de la OTAN y del Presidente Joe Biden, quien contribuyó a armar
al ejército de Kiev, a criterio de la actual Casa Blanca. El apoyo a
Zelensky por parte de EEUU es, en estos momentos, incierto.
La administración Trump ha insistido "en que las tropas europeas
deberán garantizar la seguridad a favor de un futuro acuerdo de paz.
Deja claro que ellas deben ser parte de una misión no relacionada con
la OTAN”, esto lo dio a conocer el Secretario de Defensa, Pete Hegseth
(Miguel Jorge).
Según el jefe de la Casa Blanca “si la administración (de Biden)
hubiera tenido un año más”, “habríamos estado en la Tercera Guerra
Mundial", advirtió que no va a suceder ahora (Kevin Liptak, Jeff
Zeleny y Alayna Treene, CNN). Porque posiblemente el Kremlin se
hubiera decidido a extender las hostilidades al resto de Europa
Oriental: la constante sospecha de Bruselas. La que sigue encendiendo
el ambiente. Terminando febrero de este año impone sanciones
adicionales a Moscú.
Ya identificado el entendimiento geopolítico entre rusos y
estadounidenses, en el otro orden se ha puesto en evidencia las
precarias capacidades políticas y jurídicas de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU). “Se va en la redacción de papeles inocuos”,
habló alguien por ahí. Constantemente sobresalen esos comentarios, de
los cuales ella pareciera desentenderse.
Un sector de la Administración del Partido Republicano ni siquiera ha
pensado en la Organización multilateral en las tareas de negociación,
en perspectiva en la Franja de Gaza, menos todavía en el territorio
invadido de Europa Oriental. La derecha radical del Partido ha
sugerido el retiro de EEUU de dicha Organización, lo cual habría de
ser una determinación altamente contraproducente a la paz y la
seguridad universales.
Tampoco la propia UE ha sido capaz de hacer uso de especiales recursos
políticos y diplomáticos. Se observa anémica, retrasada en materia de
seguridad y defensa. En lugar de optar por la asistencia militar a
favor de Kiev, lo cual arrastra elevada crispación con Moscú, cerró
cualesquier posibilidades de negociaciones y soluciones realistas,
aunado a la imprudente e inicial fallida proposición de admitir a Kiev
como miembro de la OTAN, rechazada de modo inapelable por Vladimir
Putin. De las graves amenazas para él, porque esa Organización
intercontinental se ubicará como adversario intruso, próximo a la
frontera occidental de la Federación rusa.
Sean los comunes orígenes históricos y “societales” de los pueblos
eslavos, relativamente sobrevivientes de los móviles de carácter
geopolítico, militarmente estratégicos, determinantes en la evolución
de la Rusia (eslava), quien ha desempeñado el rol de mecenas y valedor
del patrimonio existencial de uno de los grupos étnicos, creativos y
controvertidos de la civilización europea.
Al acumular responsabilidades en lo tocante a la guerra, la UE se
aterroriza que un compromiso diplomático entre los gobiernos de
Washington y Moscú termine perjudicando los intereses de la nación
devastada y del continente entero (Washington (AFP). Tal desenlace hay
que darlo por descontado. Al extremo de abrirse la posibilidad de la
repartición de las tierras raras entre los poderosos pactantes. El
magnate Republicano ya ha dado aviso de ello. La negativa de Zelenski,
quien “renunciaba a negociar”, lo “tenía harto”, según expresiones
suyas.
Si todavía había interrogantes acerca del desdén del actual gobierno
del magnate Presidente, en torno al multilateralismo; las consultas
entre rusos y estadounidenses, que tuvieron lugar en Arabia Saudita,
dan cuenta de la devaluación imperante del Sistema de las Naciones
Unidas, en conexión con la pérdida de poder y prestigio de la Unión
Europea (UE).
Ella obligada a diseñar a corto plazo su propia estrategia de
seguridad y defensa internas: un imperativo de los miembros europeos
de la OTAN (Fuente: Pete Hegseth, Secretario estadounidense de
Defensa), encaminado a reducir la dependencia de Washington,
específicamente en dichos aspectos geopolíticos, indispensables en su
atormentada relación con Rusia y su arsenal de armas nucleares.
Los episodios en el este europeo, en los que se pone a prueba la
inoperancia de la organización multilateral y la del bloque del viejo
continente hacia la búsqueda de la pacificación, hacen presumir el
estilo diplomático de Trump y de sus colaboradores cercanos: el de
solamente llevar a cabo transacciones políticas directas con los
homólogos de otros Estados – el Republicano admira los líderes de mano
dura - , marginando el rol de los legítimos agentes institucionales
formales y oficiales, a sus principales y tradicionales socios
estatales, en cuenta la entidades operadoras del derecho
internacional.
MAYORES EXACERBACIONES EN EL MEDIO ORIENTE
Sin la decidida y activa intervención de la Organización de Naciones
Unidas (ONU), en el reciente acuerdo del alto el fuego en Gaza, hubo
coordinaciones entre el Presidente Joe Biden y Donald Trump, el
entonces Presidente electo en aras de ponerlo en funcionamiento
inmediato, por lo que se depositan las esperanzas en torno a la
completa liberación de rehenes en Gaza “y el posible fin de la guerra”
.
Es ilusorio desechar las interrogantes, en dirección a la campaña
militar, “implosionada el 7 de octubre del 2023, si se reanudarán las
operaciones castrenses tras el término de las seis semanas de tregua.
Porque las autoridades superiores israelíes de la defensa y la
seguridad, confiadas del respaldo de Donald Trump, continúan
enfatizando que están lejos de renunciar “a alcanzar los objetivos
bélicos, derrocando especialmente el gobierno de la organización
terrorista Hamás”, en tanto Gaza represente una amenaza contra el
Estado hebreo (LA NACIÓN, ARGENTINA/GDA).
Es un hecho verificado que en las jefaturas de la Parte palestina
sobresalen las facciones guerreristas, interesadas en proseguir con
las hostilidades; les genera réditos políticos y financieros, además
de bloquear a toda costa los acercamientos de la nación judía con la
comunidad árabe, específicamente con el influyente Arabia Saudita,
cuya monarquía absoluta flexibiliza, discretamente, “el rigorismo”
islámico.
A males, Trump con el consentimiento de Benjamin Netanyahu ,
comunicaron el plan relacionado con la salida voluntaria y temporal de
los más de dos millones palestinos - gazatíes de la Franja de Gaza; .–
prevalece la satisfacción de la extrema derecha hebrea, proclive a la
reanudación de la violencia, con tal de borrar la idea del Estado
palestino -.
Ese enclave árabe – palestino sería entregado a los EEUU, quien
tomaría el control del castigado diminuto territorio, a fin de
transformarlo en un destino turístico que se llamaría “la Rivera de
Oriente Medio” (La Nación – Costa Rica. Editorial del 11/02/2025),
violando así la normativa del derecho internacional y eclipsando los
fundamentos de los derechos humanos.
Sin consultar a la ONU, el plan prevé el reasentamiento de ellos (los
gazatíes) en Jordania y Egipto, al tiempo que se valora la
reconstrucción del enclave; se instalarán colonias judías. En el 2005
Israel había abandonado unilateralmente la Franja.
El Republicano y Netanyahu concuerdan, que, con los reasentamientos
(según dicho plan), se reducirán los ataques terroristas del grupo
islamista Hamás contra el Estado de Israel; se garantizaría la
estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente; sin rehuir la postura
de Washington, quien presiona por establecer el Estado palestino fuera
de Gaza y Cisjordania.
La indignación se ha adueñado de varios agentes políticos
internacionales y de la alta dirigencia árabe ante la iniciativa de
Washington, asemejada con una “limpieza étnica", según varios
críticos.
Tal limpieza ( “o racismo”), entendidos como la expulsión forzosa de
un grupo étnico de un territorio, constituye un crimen de lesa
humanidad y podría considerarse un delito de genocidio lo del
reasentamiento. Lo ratifica en la teoría la Organización de las
Naciones Unidas (Diego Cabral). Solamente en la teoría, porque escasas
realizaciones se le contabilizan, en lo atinente a interceder con
guiadas negociaciones, a fin de contrarrestar el derramamiento de
sangre. La tarea ha descansado en las espaldas de Egipto, Qatar, Joe
Biden, Donald Trump y las dos naciones combatientes.
Oriente Medio, a través de la Liga Árabe, la misma organización
terrorista Hamás, rechazan, categóricamente la tesis de situar los
palestinos fuera de sus territorios, tanto de Gaza como de la
Cisjordania, ocupada. Menos aún, reubicarlos dentro del territorio de
Arabia Saudita, (dialogante con Moscú), un aliado de los EEUU,
demandante de un pacto de defensa con la superpotencia norteamericana.
El presidente egipcio, Abdelfatah el - Sisi, rechazó la sugerencia de
Trump, diciendo que la transferencia de palestinos “nunca puede ser
tolerada o permitida”.
Provocará mayor inestabilidad e inseguridad en la región (Gaza, AFP),
es la tesis reiterativa de la comunidad árabe. Por su parte, la Unión
Europea hace mención “que Gaza es una parte integral de un futuro
Estado palestino”. A nuestro simple criterio la posición es aceptable,
eso sí que se garantice que ese emergente Estado, en caso de hacerlo
realidad, se abstenga de convertirse en una plataforma del terrorismo
y fuente de lides, siendo de los más miserables el ataque del 7 de
octubre del 2023 contra ciudadanos judíos
Mediante un comunicado conjunto, emitido en la reunión, recién
celebrada en el Cairo (Egipto), la dirigencia árabe declaró que
esperan trabajar con el gobierno de Trump (pro-israelí), para “lograr
una paz justa y completa en Medio Oriente”, basada en la solución de
dos Estados. Condición fundamental, para avanzar en los Acuerdos de
Abraham, firmados en el 2020, los que facilitarán la normalización de
los vínculos entre el Estado hebreo y las naciones árabes.
SUPERAR LOS DESAJUSTES EN LAS SOCIEDADES NACIONALES: IMPEDIMENTOS
HACIA LA DEMOCRACIA LIBERAL.
Ante la prolongación y extensión de las corrientes políticas
retorcidas -- posiblemente detrás de ellas funciona la asociación
transitoria entre China y Rusia, u otras potencias menores,
autoritarias, sea Irán, antes Siria --, además de la fuerza de los
pensamientos dogmáticos, sectarios e intolerantes, la alternativa de
los demócratas, en nuestro caso los latinoamericanos, consistirá en
elevar el conocimiento de la justicia, la libertad y el bien
colectivo, convertido en verdaderas acciones sociales, políticas,
culturales que, en la medida de las capacidades nacionales, se
resuelvan los aspectos nocivos, susceptibles de asolarnos por ser un
subcontinente, heredero de la civilización Occidental, a pesar del
desinterés en dichas causas de los nuevos gobernantes de la
superpotencia global conviviente en nuestra América.
A la cuenta de tales tendencias anti-sistema, valga actuar de
inmediato, bajo la voluntad y el compromiso de inculcar los valores
humanistas, trabajar por la cohesión social, avanzar en los propósitos
de renovar y adecentar el trabajo de las instituciones públicas
vitales y de los partidos políticos; al mismo tiempo que invertir en
desarrollo humano sostenible, en investigación e innovación
científica, tecnológica y digital, entre las múltiples prioridades que
dignifiquen por igual a mujeres y hombres.
No hay que escatimar esfuerzos en aumentar la productividad en los
sectores público y privado, en simultaneidad con el mejoramiento de
los ingresos de la población. Esto último, unido a consolidar las
transferencias sociales, subsanando así la frustración de los sectores
socialmente vulnerables, los llamados a ser engañados por las
corrientes antidemocráticas.
Como sea, nuestra región latinoamericana y tal vez otras, tendrán que
cargar con el peso de la agenda negativa, cuasi iliberal, en la cual
la geopolítica, la estrategia de seguridad hemisférica (el crimen
organizado, la migración, la ciberseguridad y China), la ausencia de
la “diplomacia blanda” (Constantino Urcuyo) operarán dentro de los
intereses prioritarios de la vecina superpotencia del norte.
En otro orden, el Presidente Putin ha evidenciado sus simpatías con la
ultraderecha “o el nuevo fascismo” – “hay que combatirlo, y mantenerlo
fuera del poder” - , por el objetivo de intentar el alejamiento de los
EEUU de Europa y América Latina. Un despropósito, rechazado por los
auténticos demócratas liberales, ajenos al “MAGA Y DEL AMÉRICA FIRST”,
esto último que induce a la Casa Blanca a reconciliarse con la élite
autócrata de Rusia.
Dicho sea verdad, esa táctica del Kremlin ha alcanzado a irritar a los
liberales, socialistas, ambientalistas y ciertos sectores
conservadores, aferrados y defensores de los principios tradicionales
de la Iluminación, los cuales hicieron poderoso al viejo continente y
los Estados Unidos de América; contribuyeron a la formación “societal”
de los Estados latinoamericanos.
En este instante (dichos principios) torpedeados por los bandos
antidemocráticos, enemigos de la globalización y el multilateralismo,
cuyo otro distintivo (cargado de malquerencia ) reside en el
reforzamiento abierto de la xenofobia al tenor del ultra- nacionalismo
y el racismo, lo cual coloca las migraciones al nivel del enemigo
interno de diversos Estados de Occidente, incluidos algunos de menor
desarrollo. Peor aún, con Trump y su alter ego Elon Musk, el excesivo
rechazo a la migración recrudece.
LOS OPOSITORES DAÑINOS DE “LAS SOCIEDADES ABIERTAS” DE ESENCIA LIBERAL
(COROLARIOS).
Encasillados en la añeja ideología marxista, las organizaciones de la
izquierda radical han contrariado los postulados de la democracia
liberal (para ellas “burguesa”), la globalización y la integración por
la vía del multilateralismo. “La internacionalización del socialismo y
después el comunismo representa su disyuntiva. Han torpedeado los
presupuestos occidentales de la democracia liberal, los derechos
humanos, sea también el orden internacional, basado en normas y
reglas, y sus correlaciones.
Las antípodas de la izquierda radical, sean la ultraderecha, los
iliberales y los grupos neonazis de Europa, se ven incentivados por
Elon Musk, el extremista de derecha (admirador del nazifascismo),
allegado al gobierno estadounidense.
Tampoco extraña que estas tendencias, llenas de antivalores, de
paroxismos de odio, egoísmo, incitante de la polarización, llegaran a
entrelazarse con la izquierda radical, anti-globalizadora, colocando
en una posición delicada nuestra concepción occidental, sustentada en
las civilizaciones judeo-greco-romana, el cristianismo y el
liberalismo. En la época actual se multiplicaron los bandos populistas
y extremistas de derecha e izquierda, quienes no escatiman esfuerzos
por desvalorizar nuestra visión cósmica.
Líneas arriba señalamos que no pocas de esas corrientes “anti-sistema”
simpatizan con el autoritarismo expansivo de la Rusia de Vladimir
Putin, quien atacó militarmente a Ucrania, que destruyó vidas humanas
y la infraestructura física.
Tanto así que mantienen silencio sepulcral ante China y su sistema
totalitario, centralizado, vertical, que opera por un represivo
Estado, dizque socialista, con economía de mercado capitalista,
dirigido por un Partido único (inspirado en el comunismo); mecenas de
un modelo imperialista que, entre otros intereses rapaces, aspira en
apoderarse de Taiwán y dominar el mar de la China meridional, aunque
sea por la fuerza. Lo que equivale a desvirtuar la diplomacia
multilateral, inspirada en los valores occidentales. Una obsesión de
Xi Jinping, que se acentuará en el 2025.
Hacemos referencia al régimen político de China – un poder
totalitario, “productor y exportador compulsivo de bienes y servicios”
- , por cuanto su máximo dirigente, Xi Jinping, pretende imponerlo a
las restantes naciones, pronunciándose como enemigo del régimen
democrático liberal, al que acusa de inoperante e ineficaz en materia
de crecimiento económico.
Solamente puntualicemos las sobrevivientes fisuras políticas,
socioeconómicas, tribales, religiosas, las disputas raciales y étnicas
de África, cuyas secuelas se remontan desde la era del colonialismo y
de la dominación extranjera; todo ello impide la universalización de
los valores axiológicos y humanistas, presentes en la civilización y
“ethos” occidentales.
En el caso particular de Sudáfrica, es evidente que las consecuencias
del “apartheid” todavía calan en la sociedad. La expropiación de
tierras a la población blanca (granjeros) exhibe discordias, combinada
“con la agenda anti-estadounidense”, expuesta por el gobierno de Ciryl
Ramaphosa, tal cual corre en dirección a los acercamientos con Irán,
acusando de genocidio a Israel ante las Corte Internacional de
Justicia (CIJ), a causa de las acciones bélicas, libradas en la Franja
de Gaza (Fiorella Montoya y AFP, 2025).
Profundizan el subdesarrollo y el deterioro ecológico la
indiscriminada explotación extranjera de los recursos minerales del
continente negro, sean el coltán, el litio, el oro y el estaño,
aprovechados por las potencias occidentales y China, quienes entran en
competencia por su acumulación, valiéndose de gobiernos corruptos y de
las élites predominantes africanas, que operan al servicio de
foráneos. Los fundamentos de la globalización con equidad y del
desarrollo sostenible parecen que son burlados por las clases sociales
dominantes locales, estrechamente vinculados - como señalamos - con
los negocios de expoliadores.
La utilización de los minerales apuntados debería ser de interés
público, global, dada la relevancia poseída para el futuro de la
humanidad, por cuanto son parte de las materias primas de la crucial
inteligencia artificial.
El oscurantismo y las persistentes bases semi-feudales en el Medio
Oriente se perpetúan, lo mismo que el fundamentalismo islámico,
patrocinador del terrorismo. En este 2025 ni asomos se perciben, en
cuanto a favorecer nuevos intentos, antes fallidos, alrededor de la
Primavera Árabe.
Por el contrario, subsisten las ambiciones expansionistas de Turquía,
en parte de Arabia Saudita y del bloqueado Irán, este promotor del
terrorismo, el par de su peligroso y sancionado programa nuclear;
asimismo, las posturas anti - judías. Lo dicho origina inestabilidad,
inseguridad, e incertidumbre a la economía global, en vista de las
tensiones políticas y confesionales en el Medio Oriente, quien abarca
la producción grande del petróleo y de otros energéticos, provocando
fluctuaciones en la producción y los precios.
Así también el fundamentalismo e integrismo religioso (chiita y
sunita), opuesto a la civilización Occidental, sigue cobrando
vigencia, por eso hay que estar a la expectativa del curso político a
seguir en Siria. Una incógnita. Pues es un hecho cierto que los
islamistas controlan el poder, luego de la caída de Bashar al Asad, lo
que a la vez significó una derrota de Moscú e Irán, aliados del
dictador alawita - chiita.
El aislado Corea del Norte continuará siendo una pesadilla en el Asia
Pacífico, se ha involucrado en el ambiente belicoso de Ucrania, al
apoyar a Rusia con 10000 soldados. Su gobierno presuntamente seguidor
del comunismo, bajo la fuerza dinástica y dictatorial del excéntrico
Kim Jong-un.
El tirano exhibe una conducta de terror, amenazante contra las
democracias de Corea del Sur y Japón, especialmente; con fijaciones
demenciales por atacar Estados Unidos de América y otros enemigos
fabricados, al valerse de la capacidad nuclear en sus haberes. Al
mismo tiempo arrastra inestabilidad e inseguridad regional y global.
ECOS DEL “MAGA (Make America Great Again - traducido como «Haz a los
Estados Unidos grande otra vez-). Y DEL AMÉRICA FIRST” (América
Primero). LA RÉPLICA EXTERNA.
El mandatario del Partido Republicano reafirmará el poder hegemónico
de EEUU. Es decir, convertirlo “en el nuevo sheriff en palabras del
Vicepresidente J.D. Vance en las relaciones internacionales,
anunciando sanciones comerciales – respondidas ya por Beijing y Canadá
con impuestos específicos sobre productos de EEUU -. Supondrá la
conveniencia de las intromisiones militares (Constantino Urcuyo
Fournier), de percibir peligros contra sus intereses geopolíticos y
geoeconómicos.
Basado en las doctrinas colonialistas o expansionistas, desdeñosas de
la independencia, la soberanía e integridad territorial de los
pueblos, ajenas del derecho internacional, Trump advierte que la
nación panameña violó el tratado Torrijos – Carter de 1977,
relacionado con la devolución del canal por parte de EEUU en beneficio
de Panamá.
De manera unilateral, le resta valor y fuerza ejecutiva al Derecho
Internacional. El gobernante del Partido Republicano amenaza con
recuperar la vía interoceánica, porque se cobran tarifas elevadas a
los buques estadounidenses. Aparte de que denuncia la excesiva la
influencia en la dirección y administración por parte de China “en los
puertos vinculados al canal”, construido y abierto por los EEUU en
1914.
El advertimiento provocó que el Gobierno panameño reaccionara,
anunciando que abandonaría la iniciativa China, denominada “la Franja
y la Ruta”, la que agrupa a casi 150 Estados. Lo cual alivió las
irritaciones difundidas. Por su lado, las compañías portuarias de
Hong Kong (territorio chino), destacadas en el canal, bastante
allegadas a Washington, buscan apaciguarlas, ofreciendo participación
a representantes de EEUU en sus juntas directivas, además de otorgar
otras concesiones a su favor.
También en la mira se hallan algunas zonas norteñas de México y
ciertas islas del Caribe. En Canadá, sectores de la opinión y del
Gobierno se han tomado en serio las declaraciones del magnate
Republicano de plantear la integración de ella a la Unión Americana,
convirtiéndola en el Estado 51. Dentro de lo cual se registran grupos
y organizaciones, familiarizadas y promotoras “de esas reales ideas
arrebatadoras”, expansionistas (Patiño, idem). Quienes de la misma
forma simpatizan con el pensamiento de Trump, en cuanto cambiar el
nombre del golfo de México, llamándolo golfo de América, “entendiendo
América como Estados Unidos”, ignorando el continente (David Díaz
Arias, 2025).
México se encuentra en los proyectos de una posible intervención
militar con drones: la proposición de Elon Musk. El argumento de la
Casa Blanca consiste en asociar al gobierno azteca con las mafias del
narcotráfico, declaradas en los últimos días “organizaciones
terroristas”. A saber, la mesa está preparada, a fin de llevar a cabo
un posible y censurable operativo. Sobre lo cual la Presidenta Claudia
Sheinbaum viene trabajando en las previsiones correspondientes,
negociando secretamente con Washington (AFP; AP, CNN).
Acorde con los pensamientos nacionalistas, anti-europeístas,
proteccionistas de la economía local, despectivas acerca de la
globalización y el libre comercio, la extrema derecha, neonazi,
populista de Europa, ha demostrado sentirse cómoda con la tesitura
“trumpista”, porque su narrativa posee similitud con su radicalismo
político. El magnate Elon Musk está comportándose en uno de los
corifeos.
Tras esto, el viejo continente, adolece “de pérdida de dinamismo”
político, económico, sea estancamiento en las áreas de la
investigación científica y tecnológica, al igual que en inteligencia
digital, lo que llega a enardecer las posturas de los grupos
contestatarios de la mancomunidad, a la que le achacan despilfarro e
ineficacia burocrática; lo que aprovecha Donald Trump en incapacitar a
la UE en los pronunciamientos. El conjunto de los extremistas critica
que la independencia, la soberanía y la capacidad de poder y de
decisión de cada uno de los Estados nacionales ha quedado reducida por
un "inepto" poder supranacional.
De por sí y por años EEUU ha calificado como objetable y causante de
conflictos.
Hay comportamiento paradójico en el Partido Republicano de Trump. EEUU
se está desdiciendo así mismo, puesto que tradicionalmente ha sido de
los operadores de los postulados del libre comercio, la promoción de
las inversiones, la apertura de los mercados, la eliminación de las
restricciones comerciales; los pioneros de la Inteligencia Artificial
(IA) y las Tecnologías de la Información (TI).
Tales visiones son compatibles con el concepto de las economías
abiertas a los mercados globales, lo que a la postre le permitió al
Presidente Joe Biden alcanzar crecimiento económico,
“acompañado de la mayor creación de empleo en décadas” (Periódico La
Nación – Costa Rica - . Editorial, 18/01/2025). Son razones y
presupuestos del poder global de EEUU, la locomotora del planeta, cuya
economía constituye el 26% del PIB mundial (Gordon Brown). Poder que
en estos tiempos ha llegado a ser geopolíticamente desafiado por los
regímenes autocráticos de Rusia y China.
“En la primera línea” de la política de poder de la Administración
Trump 2.0 (2025 – 2029) constan la rivalidad y la supuesta amenaza que
le representa China: obviamente imperialista, antiliberal, con un
régimen totalitario, con actuaciones ligadas al ciber - espionaje,
tildada de violaciones a la propiedad intelectual. Pero dotada de
progresos en materia de ciencia y tecnología, conectividad digital,
igualmente en exploración espacial.
Lo último son logros, producto del acelerado modelo de capitalismo de
Estado, adoptado por el régimen (“comunista”) de partido único, quien
verdaderamente se autoimpone a convertirse en la superpotencia de la
investigación científica, un objetivo difundido con el “autobombo”
acostumbrado. Los reclamos constantes de Beijing se basan en que
Washington pretenden obstruir su vertiginoso crecimiento económico, a
través de las guerras comerciales. Mientras que la Secretaría de
Estado está convencida que el mayor rival suyo tiene como objetivo de
desplaza a EEUU como poder hegemónico global.
En los primeros días de la Administración Republicana se ha
intensificado el examen de la ofensiva de una China, enfocada en el
sur global, en Europa y en el Asia desarrollada, pero limitada por
Washington, por cuanto entra en competencia y en juego “el desarrollo
de cadenas de suministro, seguras a los dispositivos de
semiconductores” (Manuel Tovar, Ministro costarricense de Comercio
Exterior).
De cuya reubicación se beneficiarían las naciones latinoamericanas,
siempre que políticamente sean confiables a Washington; resistentes en
contratar la tecnología china 5G, sospechosa de servir de amenaza a la
ciberseguridad de EEUU, de las naciones europeas, entre otros.
Señalamiento que ha sido objeto de protestas por parte de Beijing.
Por el momento, lo más conocido de la línea de las relaciones
exteriores de EEUU llega a ser el retorno de sus compañías
transnacionaleses, otorgar prioridades en el ámbito de la seguridad lo
correspondiente al combate de la narcoactividad, en especial, el
consumo del fentanilo, al crimen organizado, a los incontenibles
flujos migratorios. Le desvela la cibercriminalidad, por supuesto que
China.
La ejecución del plan de incentivar la salida voluntaria de los
palestinos de Gaza constituye una de sus “novedades”, desdiciendo las
aspiraciones de consolidar, tanto la vigencia del Estado judío como la
creación de otro a favor de Palestina; así como correr de prisa con el
cese el fuego en Ucrania.
A la vista se percibe el bajo perfil del Gobierno Republicano para con
el sur global, aunque a Europa la comienza a mirar como retrasada en
ciencia y tecnología, así como en defensa y seguridad estratégicas, e
inescrupulosa frente las turbulencias en Oriente Medio,
particularmente con la agredida nación de Zelensky.
A lo antes dicho, hay que enfatizar en la creciente influencia y el
peso de China en la política internacional, en particular en América
Latina, donde Marco Rubio, el Secretario de Estado estadounidense
acaba de iniciar su campaña de desplazar a Beijing de la región. Lo
logró en Panamá.
A la inserción de la potencia asiática autoritaria, displicente con la
democracia liberal, agreguemos la causa de las visiones radicalmente
nacionalistas de EEUU, en función del relativo desinterés para con
América hispana, siendo que le abre las puertas aquí a la ofensiva
diplomática del gigante chino, manifestada con el ascenso en las
cifras del comercio, las inversiones en infraestructura, los vínculos
académicos y culturales.
Adjunto a la pasividad de Washington frente al desafiante populismo
(de izquierda y derecha), emergente en estos rincones, el que acusa
autoritarismo y polarización, en casos específicos, inicuos contra la
democracia y los derechos humanos, sean Cuba, Nicaragua, Venezuela, El
Salvador.
Salvo con Argentina, El Salvador, Ecuador, Guatemala, así también
Costa Rica, se mantendrán casi inalterables los lazos con los Estados
Unidos de América (Fuente: Marco Rubio, Secretario de Estado; Manuel
Tovar, Ministro de Comercio Exterior). Empero, cabe predecir que habrá
desconfianza con la América Latina completa. O sea como bloque
unificado, que a decir del mandatario estadounidense, “no la
necesita”. Un dislate de él, aunque tiene sentido ponerle atención.
RECURSOS DE LA PRESIÓN POLÍTICA, PRODUCTOS “DEL MAGA Y FIRST AMÉRICA”.
Los observadores coinciden en visualizar una Administración Trump
agresiva en sus vínculos multilaterales, despectiva y escéptica
alrededor del desempeño de las organizaciones internacionales,
incluida la Organización Mundial de Comercio (OMC), a quien recurrirán
sus tres principales socios comerciales: Canadá, México y China,
eventualmente la Unión Europea (AFP), con el propósito de desactivar
las tentaciones del Presidente de incrementar los aranceles en
perjuicio de las importaciones de los bienes y servicios, procedentes
de dichas latitudes, a la postre socias tradicionales suyas.
Aranceles “de un 25% para las mercancías de los dos primeros Estados y
de un 10% adicional para las originarias del tercero” (Editorial del
periódico La Nación – Costa Rica – 07/02/2025), lo cual hace escalar
la peligrosa “guerra comercial”.
Con su sistema económico, “creciendo a uno de los ritmos más lentos en
décadas”, China evitará aumentar las tensiones y los desacuerdos con
Washington, su mayor socio comercial. Buscará como atraer a Trump, a
efecto de negociar la cuestión de los aranceles, reacción diplomática
será fríamente valorada por el Republicano (Wu Xinbo).
Las disposiciones restrictivas de esa naturaleza de parte de
Washington fragilizan la interdependencia, mediante el comercio y las
inversiones en las infraestructuras globales (Luis Liberman, en el
artículo de Gustavo Ortega. En: La Nación – Costa Rica, 18/1/2025).
Habida volatilidad, añadidas a las complicaciones geopolíticas y
geoeconómicas, predominantes en el momento actual ( Francisco Javier
Urra – Banco Interamericano de Desarrollo, BID, 2025).
Hay insistencia en que esa tríada de naciones (sujeta a sanciones),
que de manera diferenciada, según el mandatario magnate - populista,
son las culpables de que la droga del fentanilo (letalmente adictiva)
sea introducida al territorio estadounidense. Al tiempo que los tres
sancionados no hacen lo propio, en lo correspondiente a frenar “la
migración irregular hacia EEUU”, esta vez, frente a las personas
indocumentadas, sometidas a las deportaciones masivas. En ese orden
acusó a México “de aliado del narco”, particularmente de los cárteles
(AFP).
Valga recordar esa expresión, atribuida al presidente Porfirio Díaz
Mori (1876 – 1911). “Pobre país mexicano tan lejos de Dios, pero tan
cerca de los Estados Unidos de América”.
Otra República de la región acaba de experimentar una de las
modalidades del viejo y repudiado “big stick”, o el “gran garrote”,
traducido al español. Cierto que Colombia está lejos de EEUU, sin
embargo, acaba de soportar “la diplomacia de presión” de la
superpotencia, al rehusarse en un principio a permitir el ingreso de
vuelos militares con colombianos deportados; sometidos a tratos
indignos, tal como lo afirmó el Presidente Gustavo Petro.
Hubo instantes de considerable tensión a nivel bilateral. Lo cual hizo
a Bogotá ceder en su posición, sino le serían aplicadas una serie de
sanciones diplomáticas, económicas y financieras, las que la Casa
Blanca está empleando en forma de tácticas amenazantes, de carácter
geopolítico, frente a los Estados nacionales que entran en disputas
con ella.
La respuesta de los países perjudicados frente a tales barreras (o
sanciones) comerciales, incluidas las medidas proteccionistas
“respaldadas por la imposición de aranceles”, consistirá en aplicar
medidas similares (“retaliation”), en contra de los productos
originarios (los más sensitivos) de Estados Unidos de América.
Decisiones que han obligado al gobierno de Trump a posponer la
imposición de nuevas tarifas y aranceles, a cambio de iniciar las
debidas negociaciones.
Tampoco él soportó la presión, los reclamos de la opinión local, lo
llamaron a retroceder, con rapidez, descartando por un mes las medidas
punitivas, proteccionista, las cuales iban a entrar en vigor el 4 de
febrero de los corrientes (México. AFP).
Todavía ha habido ausencia de pronunciamientos, relacionados con la
inversión extranjera directa (IED), pues la superpotencia representa
la mayor fuente mundial en este rubro de las relaciones
internacionales (Sandro Zolezzi), inversión que supuestamente podría
orientarse a las oportunidades domésticas o nacionales.
Con el mandatario Republicano, se podría alentar a las empresas
estadounidenses a optar por la desinversión en el extranjero (Luis
Liberman, 2025), lo cual desmejoraría los ámbitos y las condiciones
políticas y sociales, así como las oportunidades económicas y
comerciales a nivel global y regional.
Habíamos señalado el objetivo de expandir el territorio
estadounidense. El magnate Republicano propuso la adhesión de Canadá;
sería el 51 Estado de la Unión Americana, así como la devolución del
canal de Panamá, en lo cual deja abierta la intervención armada, por
razones de seguridad nacional y económica, puesto que, según él,
China, “la mayor amenaza”, allí mantiene influencia en la vía
interoceánica, como el control de dos puertos, acusaciones negadas por
el gobierno de Xi Jinping, quien cataloga como neutral la ruta en
mención (Juan Fernando Lara S.).
Tales aseveraciones conducen a agriar las relaciones con América
Latina por la cuestión del canal, un paso incorrecto, el que da cabida
a las emociones contra el poder de EEUU. Y enseguida, con base en un
guion cercano a Guerra Fría, se acentuarán las complicaciones de las
disputas ideológicas y económico - comerciales con el gigante
asiático, originadas en la Administración Trump 1.0.
De paso desacelerará el crecimiento económico global; se empeorará el
ambiente geopolítico, porque ahora (el gobernante Republicano) promete
gravar los productos farmacéuticos y los semiconductores, con el
propósito de equilibrar la balanza comercial, la cual registra déficit
de más de un billón de dólares (Evaristo Lara).
Canadá, China y México, tres socios comerciales, han llegado a
representar el 62% del déficit de la balanza comercial de EEUU total
(Víctor Pérez Pérez, Presidente de CADEXCO).
El argumento de Washington consiste en responsabilizar a las
relevantes naciones exportadoras, quienes atacan sus mercados, fijando
“aranceles punitivos” (Fuente: Peter Navarro, asesor comercial e
industrial).
En la Administración 2.0 ha comenzado a escalar la guerra comercial,
frente a Bruselas en vista del decreto de estos días de la Casa
Blanca, a través del cual se impone un nuevo porcentaje, sea el 25 por
ciento a las importaciones estadounidenses del acero y aluminio,
provenientes de Europa, Canadá, Brasil, México y Corea del Sur,
etcétera. Aumento que implica un golpe severo a los negocios.
Inesperado para los principales proveedores, que, al igual que los
chinos, observan un panorama comprometedor en sus intercambios
económicos y comerciales con Washington.
Empleándolos como arma y presión “de política comercial
proteccionista”, Trump pasa por alto que al imponer aranceles a varios
sectores productivos, ello conllevará un incremento de los precios y
por ende “creará inflación doméstica". Así las cosas, “el
proteccionismo sancionante” tendrá un impacto sensible en la población
nacional. Lo ha replicado el Presidente francés, Emmanuel Macron, al
predecir la guerra comercial de alta intensidad, la cual es capaz de
desencadenar la Casa Blanca.
Un propósito de la expansión del MAGA, le quitará el sueño a la Unión
Europea ante la apuntalada ambición de Washington, en cuanto a poseer
(por la fuerza si fuera necesario) el territorio insular, autónomo, de
Groenlandia (una provincia de Dinamarca). Imperdible, debido a la
riqueza de los recursos minerales con los cuales cuenta,
principalmente los elementos químicos de “las tierras raras”: el
apetito de los nuevos negocios e intereses de la Casa Blanca y los
países altamente industrializados. Hágase referencia a la relevancia
estratégica, como emergente ruta marítima comercial, al cabo que la
isla (Groenlandia), situada en las aguas del Océano Ártico las codicia
también Rusia y China.
LAS DEPORTACIONES DE MIGRANTES.
La eliminación del derecho constitucional a la nacionalidad por
nacimiento en el territorio estadounidense (Nuria Marín Raventós), por
ahora “frenada” al ser inconstitucional, conforman las medidas
draconianas, ejecutadas por la nueva Administración de EEUU, con el
propósito de expulsar aproximadamente 11 millones de migrantes
indocumentados.
Tales disposiciones anti-migracionistas agravan el irremediable
fenómeno global de la movilidad de las gentes. La decisión de la Casa
Blanca de deportar, el Papa Francisco la condena, la califica de
“desgracia” (Ciudad del Vaticano).
Las deportaciones masivas desconciertan a las organizaciones y
agencias internacionales, a los activistas de los derechos humanos y
del derecho humanitario.
Asimismo, se llega a revelar las desigualdades socioeconómicas de
carácter histórico - estructural de las naciones emisoras de
emigrantes. Los Estados nacionales, comúnmente del sur global, en vez
de ejecutar decididas reformas, favorecedoras del desarrollo humano,
practican lo contrario.
Por eso le trasladan ese compromiso o responsabilidad a los países que
sirven de destino a las gentes que emigran. Los culpables (“la
sociedad política”) de tales engorrosas realidades se desocupan del
presupuesto de ciudadanía, sea “el derecho a no migrar”. Derecho que
equivale a mejorar por parte de los Estados la calidad y las
condiciones de vida de los habitantes.
Encontramos a no pocos de ellos, cuyas rígidas estructuras políticas y
socioeconómicas preservan, tal que profundizan regímenes de vida
discriminatorios y excluyentes, los cuales niegan a amplios colectivos
humanos los beneficios y las oportunidades propios de una correcta
existencia, basada en la movilidad y del ascenso social.
A propósito de las deportaciones masivas de la Administración de EEUU.
Constituyen una endurecida medida, que tendrá consecuencias en su
economía doméstica, porque es un hecho probado que los inmigrantes son
imprescindibles en variados sectores ocupacionales.
Ellos suelen trabajar en oficios del nivel de complejidad inferior,
los cuales la población nativa renuncia a desempeñarlos. El déficit en
la cantidad de trabajadores puede ser un riesgo inminente para el
sistema productivo.
Las expulsiones de indocumentados será causante del descenso inmediato
en el envío de remesas, un ingreso de dinero clave de las familias de
Centroamérica - y de otras naciones suramericanas -, las cuales
representan el 40% del consumo privado.
El perjudicado directo de ello será el comercio intrarregional, lo que
originará desempleo, mayor desigualdad, patologías sociales, en vista
que esas economías nacionales son incapaces de absorber a los
deportados (Gustavo Ortega. En La Nación – Costa Rica, 18/1/2025).
A COMPARTIR DEBERES Y RESPONSABILIDADES.
Posiblemente, será una constante emergencia la frontera entre México y
los Estados Unidos de América, pronto a militarizarse, a la cuenta de
contener los flujos migratorios. En este tiempo, dicha zona limítrofe
se ha convertido en un enclave del Tercer Mundo, donde se han
normalizado cualesquier conductas criminales.
Este Tercer Mundo o sur global, programado, todavía, por el
subdesarrollo y el estancamiento; el cual continúa golpeado, a causa
de la ingobernabilidad, la discriminación, las vigentes brechas
socioeconómicas, la exclusión digital, de todo lo cual adolece el
conjunto de naciones que lo conforman.
En esa frontera, dividida por los ríos Grande y Bravo, es casi un
hecho que el mandatario Republicano enviará tropas del ejército,
ocupadas en frenar “los ingresos irregulares” de personas (incluidos
los niños), que huyen de la pobreza, la violencia política y criminal,
de las consecuencias de los desastres, producto del cambio climático.
Quienes, según él, se han convertido en una amenaza a la seguridad
nacional y la salud pública, puesto que son una legión de criminales,
terroristas, narcotraficantes, incubada en los distintos confines del
planeta.
Así por ejemplo, los narcotraficantes actúan en la frontera sur poseen
armas sofisticadas, cuyo poder de fuego, particularmente superan las
pertenecientes a las fuerzas armadas mexicanas.
EEUU se distinguirse en ser de los mayores inventores, productores y
abastecedores de armas. Sin embargo, pareciera ingnorar las
consecuencias negativas que arrastran la industria y el mercado de
armamentos.
Precisamente tales singularidades, las voluminosas transacciones
comerciales de dichos aparatos letales, poseen también como destino
los cárteles de las drogas, cuyo accionar es factor de inseguridad y
desestabilización de los sistemas políticos democráticos; y de
degradación casi irreversible de los Estados, dominados por poderes
autoritarios y regresivos.
Al respecto, ha habido ausencia de legislación regulatoria sobre las
tiendas de armas de esa nación norteamericana. Posiblemente, con
normativa completa y eficaz sancionatoria, más la preventiva, se
detendría la libre comercialización de ese tipo de productos, de menor
o alta capacidad de fuego, que las organizaciones delicuenciales
adquieren, lamentablemente por la vía de los mercados formales o
clandestinos.
Acerca del anterior señalamiento de la Presidenta de México, Claudia
Sheinbaum, relacionado con la venta de armamentos, no sobra mencionar
que el gobierno estadounidense se ve obligado en contener el uso y
consumo de las drogas adictivas, a sabiendas que los estadounidenses
(y los europeos) son los principales receptores de esas sustancias
ilícitas, incluyendo el fentanilo.
No habrá creciente tráfico criminal de drogas, originado, la mayoría
de las veces, en el sur global, a menos que sea frenado el consumo
desenfrenado. Siempre que los Estados y las sociedades en general
garanticen y den seguridades que pueda reducirlo.
De ese mercado ilegal de drogas, generador de ganancias cuantiosas, se
nutre tanto el comercio de armas, como la actividad del lavado de
dinero, pieza clave del esquema de las economías criminales,
corruptas, opacas ( Historia de DW.com; AFP Reuters, EFE, Europa
Press). Lo cual, dicho sea de paso, va en detrimento de la vida de las
personas y de la salud de la democracia (Marcela Ríos Tobar; Tamara
Taracluk Broner, 2025).
EL VACÍO EN LA ASISTENCIA INTERNACIONAL.
El Gobierno de Donald Trump acaba de realizar anuncios acerca de la
eliminación de los presupuestos, destinados a la asistencia o la
cooperación internacional, excepto la dirigida en materia militar a
favor de Egipto e Israel, quizás lo concerniente a emergencias
alimentarias.
Lo del mandatario crea una equivocada decisión, la cual le abre
ventajas a China en su estrategia de ejercer influencia en el sur
global, presentándose como un supuesto amigo confiable, el cual busca
“el progreso compartido” con todas las naciones, a sabiendas que, con
el gigante asiático, “no hay almuerzo gratis”.
La reducción de la asistencia internacional llegará a lesionar el
segmento de países empobrecidos del sur global. El desmantelamiento de
la ayuda internacional de EEUU, a través de su Agencia de Ayuda al
Desarrollo (USAID) ya ha paralizado “varios programas para el combate
al narcotráfico, la corrupción, el hambre y la desigualdad en América
Latina (AFP)” y en otras latitudes.
Golpeará a millones de personas. Con los fondos de la Agencia se
financian oenegés, instituciones públicas, privadas y diversos
programas de extensión de las Naciones Unidas, etcétera.
De acuerdo con los datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
Washington cumple el rol “del principal suministrador de ayuda
exterior, con cerca de $72000 millones, invertidos durante el 2023”,
lo que equivale un 40% de la cooperación humanitaria global
(Washington. RFI.).
Algunos sectores de la Unión Americana se decantan por la implantación
de un Nuevo Plan Marshall, destinado a superar las condiciones del
subdesarrollo de América Latina, África, Asia, con tal de contener los
flujos migratorios (Constantino Urcuyo Fournier. En La Nación – Costa
Rica, 15/02/2025). Lo que comportaría reforzar el “poder blando”, este
asociado a los mecanismos de cooperación e integración solidarios. Con
lo visto, será una ficción capitalizarlo a favor de una globalización
previsora de la felicidad y el bienestar de toda la humanidad.
A MANERA DE CIERRE.
Con base en una digresión, retomamos la dramática situación bélica de
Ucrania. Nos agrada que Marco Rubio, Secretario estadounidense de
Estado, subrayara “que para poner fin al conflicto se requerirá de
concesiones de todas las Partes”. Suena a algo de multilateralismo
político y diplomático: la correcta vía en la dirección de resolver el
conjunto de las tensiones globales. Las cabezas calientes o
intransigentes continuarán en demeritarlo.
Con todo, y reservas que hemos expresado en nuestro humilde escrito,
deseamos éxito al diálogo ruso – estadounidense. Reconozcamos que
ambas potencias, a pesar de sus errores, nos salvaron de la expansión
del nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial, así también de una
posible hecatombe nuclear durante la Guerra Fría. Dos poderosos que, a
su modo, han sabido entenderse y consolidar acuerdos universales.
Tampoco perdamos la esperanza en la conquista de un planeta, habitado
por una humanidad comprometida con la paz, la prosperidad,
indisolubles con la equidad y fundamentalmente con la civilización del
amor.
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rodrigo diaz escribió:
ResponderEliminarDe:
puertadehierro58@gmail.com
Para:
ronald obaldia
mié, 26 de feb
Vea, Ronitald, aquí lo que está pasando es que la religión no se va a quedar en la banca viendo cómo el mundo se desmadra. La fe siempre ha sido como ese mae que llega tarde a la mejenga, pero cuando entra, o mete un golazo o se manda una patada que deja a todos con cara de “¿y este qué?”. Y en este enredo geopolítico, la religión ya no es solo un tema de fe, es el árbitro, el patrocinador y hasta el dueño de la cancha.
Para muestra un botón: en Rusia, Putin agarró la Iglesia Ortodoxa y la convirtió en el Ministerio de la Moral. Ahora los curas rusos no solo dan misa, sino que bendicen misiles y justifican la guerra diciendo que es para salvar a la madre patria del pecado occidental. Básicamente, una versión 2.0 de las Cruzadas, pero con tanques. No es que sea algo nuevo, porque los zares ya hacían lo mismo, y hasta los comunistas, que se la daban de ateos, terminaron fabricando sus propios santos laicos con Lenin y Stalin. Ahora, la misma receta está llegando a América Latina, con un montón de grupos ultraconservadores viendo a Rusia como el último bastión de los “valores cristianos” y la “resistencia contra el globalismo progresista”.
Mientras tanto, en EE.UU., Trump armó su propio evangelio. MAGA 2.0 ya no es solo un movimiento político, es una secta donde Trump es el profeta, la bandera de EE.UU. es el santo sudario y cualquiera que no esté de acuerdo es un hereje comunista. En muchas iglesias gringas ya no se habla de amor al prójimo, sino de cómo salvar la nación del feminismo, la inmigración y los liberales. Y lo más vacilón es que esta misma teología política se ha filtrado en América Latina, donde un montón de iglesias neopentecostales ya no predican sobre Jesús, sino sobre Bukele, Bolsonaro o el próximo pastor-político que les prometa que van a gobernar con la Biblia en una mano y la Constitución en la otra.
Y en Costa Rica, no nos hagamos los locos, que también nos ha pegado la fiebre. Vos mismo viste lo que pasó en 2018, cuando Fabricio Alvarado convirtió la elección en un avivamiento nacional. Al final no ganó, pero dejó claro que el voto evangélico pesa y que la religión se convirtió en una ficha más del ajedrez político. Y hoy en día, aunque no tengan en c.r un Putin o un Trump a la cabeza, hay un sector cristiano metiendo la cuchara en la Asamblea Legislativa y negociando cuotas de poder con la fe como moneda de cambio.
La vara, Valdivieso es que la religión está funcionando como un GPS en un mundo donde nadie sabe para dónde va. Como la economía está hecha leña, los gobiernos están desprestigiados y la globalización ya no es lo que prometieron, la gente busca certezas. Y ahí es donde la fe se convierte en refugio. Pero hay un detalle: no toda la religión juega el mismo partido. Hay una que sigue siendo un espacio de resistencia, denunciando injusticias y defendiendo derechos. Y hay otra que se ha vuelto un trampolín para que políticos oportunistas se vendan como los nuevos salvadores.
Entonces, si seguimos en esta ruta, lo que viene es una batalla de credos. Unos van a usar la religión para justificar regímenes autoritarios y otros la van a recuperar como un megáfono de justicia social. ¿Y al final, quién va a ganar? Buena pregunta. Lo único claro es que la fe no se va a quedar quieta viendo cómo se cae el rancho. La bronca es si va a servir para arreglar la casa o si más bien le va a meter 🔥.
rodrigo diaz escribió:
ResponderEliminarEl Sr. Pelos Tiesos, Ronald Obaldía González, se manda con un análisis bien denso sobre cómo la democracia liberal, el multilateralismo y la globalización están en peligro, pero hay varias cosas que se le pueden cuestionar.
Para empezar, Roninald es demasiado fatalista con la democracia liberal. Es cierto que el populismo y los gobiernos autoritarios han ido ganando cancha, pero tampoco es que la democracia esté totalmente perdida. Hay un montón de países donde se están fortaleciendo las instituciones, la gente está más consciente y hay movimientos que buscan frenar el deterioro. No todo es tan negro como lo pinta.
También mete en la misma bolsa a los populistas de derecha e izquierda sin hacer muchas diferencias. Claro, ambos pueden ser una amenaza, pero no funcionan igual ni tienen el mismo impacto. No es lo mismo un régimen autoritario de izquierda que un gobierno populista de derecha, aunque ambos sean problemáticos. Hace falta una distinción más clara para no caer en generalizaciones.
En el tema de geopolítica, el Sr. Pelos Tiesos le tira con todo a Trump por su acercamiento con Putin y su política aislacionista, pero no analiza otras posibilidades. Trump puede decir que quiere acercarse a Rusia, pero eso no significa que Putin vaya a soltar a China ni que la geopolítica mundial vaya a cambiar de un solo golpe. Hay muchas más movidas en el tablero y no se pueden ver las cosas tan en blanco y negro.
Otra cosa es que Ronitald se queja de que la democracia liberal está siendo atacada, pero no se pone a analizar qué han hecho mal las democracias para llegar a este punto. La corrupción, la burocracia ineficiente y los políticos desconectados de la gente han hecho que muchas personas se desencanten y terminen votando por líderes populistas o antisistema. En vez de solo echarle la culpa a los autoritarios, habría que ver cómo las propias democracias se han metido en problemas solitas.
En cuanto a la globalización, el Sr. Pelos Tiesos la defiende a capa y espada, pero no se pone a pensar en los efectos negativos que ha tenido en algunos sectores. No todo el mundo ha salido ganando con la globalización. Hay gente que perdió el brete, hay países que han visto cómo sus industrias se van al carajo y hay un montón de desigualdades que han aumentado. No se trata de demonizar la globalización, pero tampoco de idealizarla como si fuera perfecta.
El mayor problema del artículo es que, aunque hace un montón de advertencias sobre lo que está pasando, no ofrece soluciones concretas. Habla de fortalecer la democracia, mejorar la cooperación internacional y apostar por el desarrollo humano, pero no dice cómo hacerlo. Así cualquiera opina. Faltan propuestas más aterrizadas, porque si no, el texto se queda en un simple grito de alarma sin una ruta clara para cambiar la situación.
En resumen, Ronald tiene puntos válidos y el análisis es interesante, pero se le va la mano en el alarmismo, falta más equilibrio en la forma en que ve el problema, y sobre todo, le hace falta bajarse del púlpito y proponer soluciones más claras en vez de solo señalar lo mal que están las cosas.
¿Y el papel de la religión en este mambo?