NUESTRO LEAL RESPALDO AL ESTADO DE ISRAEL. El ABORTADO ATAQUE ISRAELI FRENTE A IRÁN. Autor: Ronald Obaldía González (escrito abreviado)
Desde el triunfo de la revolución de 1979, la fundamentalista República Islámica (chiita) iraní, guiada por el antioccidental Ayatola Ruhollah Jomeiní, financiando organizaciones extremistas y terroristas, comenzó a abogar por la "aniquilación" del Estado Israel en favor de la construcción del Estado palestino.
Reclamando a Israel su alianza total con el pro-occidental y represivo régimen monárquico del Shah Mohammad Reza Pahleví, quien sí reconoció al Estado hebreo en 1950, los líderes de la revolución iraní, los Ayatolas, intensificaron su odio y enemistad frente a sus vínculos, tal que se rompieron los lazos políticos y diplomáticos con la nación judía.
La hostilidad y el odio de los dirigentes de Teherán hacia Israel no cuentan con pleno apoyo de su propia sociedad nacional, porque hasta el propio tirano sistema religioso islámico cuenta con la fuerte resistencia popular.
A partir de entonces los Ayatolas, por intermedio de su brazo militar e ideológico los Guardianes de la Revolución, revestido de nacionalismo y populismo, contribuyeron a financiar la Yihad Islámica, Hezbolá, Hamás, las organizaciones radicales y terroristas en Irak, Yemen, con tal de enfrentar las fuerzas armadas hebreas en el terreno militar y atentar contra sus intereses en el extranjero.
Cuando en 1982 Israel invade el Líbano, en medio de la guerra civil interna de su vecino, lo hizo precisamente con la mira puesta de contener los ataques de los palestinos, agresiones que en adelante repetirán las milicias pro - iranís, que en la actualidad conforman "el eje de la resistencia".
No obstante, es la primera vez que la República Islámica se decidió a ejecutar un ataque directo desde su suelo contra el "régimen sionista"; el cual es un término que Irán utiliza para referirse a Israel (Rob Picheta). Lo lanzó contra objetivos israelíes a fin de vengar el ataque aéreo del 1 de abril del 2024 contra el edificio del consulado iraní en la capital Siria de Damasco, que mató a varios comandantes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica , incluidos dos generales.
Irán había afirmado que el “imperativo” de tomar represalias por el ataque al complejo de su embajada podría haberse evitado si el Consejo de Seguridad de la ONU hubiera condenado el ataque; así también que se hubiera llevado ante la justicia internacional a los perpetradores.
El Consejo se negó a aceptar las demandas iraníes, en su lugar se señaló al régimen de los Ayatolas de ser un operador de la desestabilización en los distintos escenarios de violencia. En el 2019 el mismo reino de Arabia Saudita hubo de experimentar un bombardeo contra sus instalaciones petrolíferas, cuya autoría estuvo a cargo de Irán y de su proxy los hutíes (España. En: El País Internacional, 2016).
El país agredido estaba en su derecho de desquitarse. La agresión limitada israelí del 19 de abril anterior llegó a ser el producto de las presiones de los aliados occidentales, dirigidas a obstruir una guerra a gran escala. Lo hicieron contenerse. Un ataque de Israel podía haberse salido de control.
Son suficientes las convulsiones, las letales y las catastróficas condiciones humanitarias, existentes en el terreno de la contienda militar en el enclave de la Franja de Gaza (AFP; BBC, NEWS), las cuales tienden a prolongarse más meses, sea que las fuerzas judías están decididas invadir Rafah, reducto de los pocos batallones que a Hamás le sobreviven.
Una invasión que por sí misma comportaría pérdidas adicionales y mayúsculas en lo que atañe a comunicación, propaganda y prestigio: el talón de Aquiles de Israel en el lapso de la guerra.
Irán está lejos de quedar ileso. Serán inminentes nuevas sanciones de la Unión Europea y los Estados Unidos de América frente a sus programas de drones y misiles. Habrá restricciones a las exportaciones hacia esa nación de componentes usados a varios tipos de armamentos (AFP).
Con los castigos, el financiamiento a Hamás, los hutíes, Hezbolá y las milicias iraquíes, los socios del eje de la resistencia, se topará con serios tropiezos. Occidente y los aliados árabes tienen en mente el desescalamiento de las hostilidades.
Contraproducente a los intereses de Irán: el irresponsable "Estado terrorista" sin barreras, de la violencia y el terror, intenta convertirse en un subimperio, empecinado en modelar al resto de sus vecinos de acuerdo con su visión religiosa fundamentalista, cuya campaña propagandística deberá redoblar máximos esfuerzos, a efecto de negar las sospechas de haber tenido involucramiento en las agresiones terroristas de Hamás del 7 de octubre del 2023, causa de la actual guerra en la Franja de Gaza.
Esta vez funcionaron los mecanismos políticos y diplomáticos, aunque se demostró que los drones hebreos pueden alcanzar el interior del suelo iraní. Allí hubo tres explosiones en la ciudad de Isfahán, "la que alberga varios objetivos militares y parte de las instalaciones nucleares".
Eso mismo, y que la poderosa fuerza aérea, temida por los militares iraníes, posee la capacidad de destrucción "significativa". Hasta ahora los dos archienemigos apenas habían apelado a la convencional "guerra en la sombra", o años de conflicto clandestino, usando tecnologías modernas, esto para maltratarse mutuamente (DW, 19/04/2024).
En la ocasión de los pasos hacia atrás, dados por el gobierno de Benjamin Netanyahu, lo que hubo de evitar mayor derramamiento de sangre en el Medio Oriente, así le valió, recientemente, el nuevo paquete de ayuda financiera ($13.000 millones) por parte de los Estados Unidos de América.
Con dicho plan de ayuda general por $95000 millones, abarcador a Ucrania y Taiwán, la única superpotencia, junto con Gran Bretaña, la Unión Europea, particularmente Francia, Alemania, mecenas de la civilización judeo-greco-romana, demuestran su postura en contra del aislacionismo conservador, de la cual son partidarios los seguidores de Donald Trump.
Desde un inicio las represalias se encaminaron a provocar daño a las instalaciones del programa nuclear de Irán. Lo del 19 de abril, coincidente con el legítimo derecho de defensa que le asiste, cuando más de 300 dones y misiles (interceptados) fueron lanzados por las fuerzas armadas de Teherán contra el territorio judío en venganza por la previa agresión que destruyó su consulado en Damasco, Siria.
El ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, afirmó este domingo que Irán no tiene intención de “continuar con las operaciones defensivas”, en referencia al ataque contra Israel, pero subrayó que no dudará en “proteger sus intereses” si es necesario. El calificativo de "tigre de papel", en adelante machacará en el supuesto poderío militar de la nación islámica, regida por los tiranos Ayatolas.
La destrucción material de Gaza, el debilitamiento de las milicias terroristas de Hamás, "proxy" de Teherán, irremediablemente lo acuñó y lo disuadió, se exponía "al copy - paste", advertido por las autoridades militares hebreas. Aliadas a Occidente, quien le refuerza y le perfecciona el sistema de escudo antimisiles: lo prioritario. El cual continuará desconcertando a los Ayatolas, siendo ello "prueba de éxito" el pasado 14 de abril. En efecto, los antimisiles, que han sido fundamentales para proteger la nación judía de las abundantes amenazas, tales como cohetes y misiles de corto alcance, lanzados por sus enemigos.
De inmediato, la agresión, sin precedentes, de la República Islámica acumula efectos contraproducentes en contra suya. La represalia limitada del ejército hebreo del 19 abril, acoplada a las advertencias de Washington, son créditos a su favor, por cuanto, junto con Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros aliados árabes, supone la conformación de una “coalición”, por primera vez, con tal de contener arremetidas del régimen chiita teocrático, considerado un factor de desestabilización en el Medio Oriente; “sembrando el caos, el terror" a nivel mundial.
Mientras tanto, la debilitada economía petrolera de Teherán, desgastada por la corrupción intrínseca en el régimen teocrático chiita, dependiente de las compras de China, ha sido golpeada por las constantes sanciones internacionales, al igual que su rezagado potencial militar. Difícilmente, puede soportar una guerra directa.
Si hubiera atacado con mayor insistencia o dureza, según los Ayatolas, podría haber obligado a Estados Unidos de América a intervenir en el conflicto, lo que traería consecuencias impredecibles para Teherán (DW). Por eso han mantenido cautela en cuanto a involucrarse en la contienda de Gaza; en la agresión contra la nación hebrea; reconocieron que son incapaces de una escalada militar prolongada.
Israel reside en un vecindario altamente complicado y convulso. Tampoco debe bajar la guardia, sabe enfrentar a cualesquier agresores que se le crucen, porque hay vidas en juego - el 7 de octubre exacerbó la discordia en la Franja -, amenazadas por los terroristas, patrocinados por la República Islámica. Estará "preparado para cualquier escenario" en su contra. Esta vez salió vencedor frente al fundamentalismo iraní.
Por su parte, los Ayatolas confirman el desinterés en seguir con los ataques. A lo mejor se reduzcan los intercambios de las amenazas, aunque continuaría siendo insuficiente en un Medio Oriente ensangrentado. Y en el cual para Israel, "siempre ha sido una obsesión truncar el programa nuclear iraní", evitando de este modo que los ayatolás dispongan de armas atómicas (BBC NEWS).
Durante la administración del Presidente Donald Trump el acuerdo nuclear, antes negociado y aprobado por Irán, las grandes potencias y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), experimentó "un portazo". Fue descartado por la Casa Blanca. Desde entonces hay una incógnita alrededor de los progresos iraníes en la producción de la bomba atómica.
En la guerra "del odio enceguecido en curso entre Israel y Hamas", e Irán detrás del telón, se elevan las probabilidades de un conflicto regional superior (Shlomo Ben Amí). Quedará esperar los siguientes pasos de los contendientes. De ello dependen las previsiones relacionadas "con el panorama económico habitual", quien todavía continúa resolviendo las secuelas de la pandemia del Covid - 19.
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