sábado, 17 de mayo de 2014
"LA AGENDA DE LA DIVERSIDAD", ARTÍCULO ESCRITO POR EL TEÓLOGO RODRIGO DÍAZ BERMÚDEZ.
La agenda de la diversidad
Por encima de si se está de acuerdo o no con la diversidad, la gran pregunta de fondo es sobre el sentido que tiene esta agenda. Porque hay tanto interés desde los centros de poder para promoverla y hasta imponerla.
Por una parte, esta agenda debilita cualquier pretención de lucha violenta por razones de índole social al estilo del comunismo del pasado. O sea, mediatiza a las emergentes izquierdas novedosas y buscadoras de un espacio para la vieja utopía de la sociedad basada en la dictadura del proletariado como paso previo al reino social del estado comunista. Hoy los izquierdistas que gobiernan en América Latina, saben que no será posible un estado viable sin el ingrediente de una lucha de moda, por la diversidad. El retrato del Che, es transformado bajo el maquillaje de un ser no tan masculino, ni tan macho, sino por uno con gorra de colores, los del arcoiris.
Por otro lado, la necesidad de un estado laico, pero sutilmente sacralizado hace que la nuevo religión sea propicia a la diversidad, lo cual lleva a transformar de forma electrónica los cantos gregorianos. En otras palabras, la escogencia de un obispo protestante pro diversidad como funcionario de un posible gobierno alternativo es una señal de la búsqueda de un nuevo chamanismo religioso, que haga posible la magia de convertir lo laical estatal en sacro laical. La nueva religión no requiere de la tradicional moral judeocristiana de una sociedad con canas victorianas sino con canas quizá neoluteranas, neomarxistas, neohipistas, anti facistas y contrapartida de la vieja y pesada doctrina social de la iglesia. Ya Rerum Novarum puede cantar un Requiescat in pace, junto al tradicionalismo clerical cada vez más decadente. Es antidiverso.
La aparición de un embajador norteamericano sin esposa sino con esposo. La aparición de un ministro de turismo con su pareja varón y no con esposa, no son solo temas de escándolo moral,, esto ya no preocupa más que al conservadurismo y fundamentalismo ético y religioso, lo que sí es también, una manifestación de poder de esta enorme agenda de la diversidad.
El punto de explicación, la clave hermenéutica, no es tan facil de descubrir, porque se trata de un fenómeno no complicado sino complejo. Es decir que forma parte de un tinglado cuyas claves son sujeto de un análisis propio de los discípulos de Gadamer. Algo que requiere lectura y reelecturas de diversos ángulos. Pero, simplificando, cosa atrevida, podríamos intentar la hipótesis de que se trata de un asunto de mercado, poder y economía. La diversidad cogió cuerpo y su cuerpo es fuerte, por ende no solo es producto del sistema, del capitalismo dirían los ortodoxos de la sociología marxista, sino que se ha convertido en un paladín necesario para la misma reproducción y sobrevivencia del sistema. Todos los productos están teñidos de diversidad, el derecho por supuesto no el canónico, sino el social de los estados modernos sienten los dolores de parto produciendo leyes de la diversidad, nuevos contratos de relaciones matrimoniales nunca imaginadas, no solo humanas, sino las atrevidas fantasías de la literatura proponiendo matrimonios con animales, con mascotas sujetas a recibir herencia de sus enamorados dueños o amos.
La agenda de la diversidad también es diversa. Desde un pastor protestante que defiende la diversidad étnica pero no la sexual, hasta la de los grupos racistas que reniegan a ser sexistas pero se creen superiores por su color. Un hombre gay denunció por ejemplo, un bar en donde solo podían ingresar gay que no fueran negros, ni latinos, ni pobres. La discriminación no solo es evidente, existen iglesias modernas donde se ofrenda o diezma por medio de un veryfone, cómo se sentirá alguien que no maneje esa tecnología, pues excluido.
La conclusión del proceso dialéctico, siguiendo de forma mecánica a Hegel, sería creer que las diferencias entre los mismos diversos, los llevará a una negociación igualmente diversa. Esto sería un nuevo contrato social que nunca imaginó Jean-Jacques Rousseau, pero sí los visionarios de Hollywood pensando en nuevos y extraños argumentos cinematográficos.
En síntesis estamos frente a una nueva sociedad cuya religión secular o secularización sacralizada, es en el fondo la diversidad, principal producto de un mercado que simboliza su economía y su capital, siguiendo a Marx en la definición, pero que a la vez es tan diverso en sus fuentes que va desde los viejos modos de produción ahora globalizados, hasta los llamados capitales o riquezas golondrinas, lavadas en los lavaderos de las alternativas políticas, sociales y hasta religiosas-
En fin, la diversidad tiene que ver más con política económica, como también el negocio de la guerra, que con la causa misma o las causas que desea defender.
No todo lo que brilla es oro, ni toda bandera de colores implica verdadera diversidad, tal vez solo sean símbolos de nuevas contradicciones convertida en arcoiris y los tales , los arcoiris no son más que agua vista a través de la luz de la ilusión.
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