martes, 13 de enero de 2015

LA SOLUCIÓN FINAL DE LA BARBARIE DEL SIGLO XXl.

LA SOLUCIÓN FINAL DE LA BARBARIE DEL SIGLO XXl. “Al profeta Mahoma lo ofendieron, la ofensa hay que vengarla: con la muerte”. La palabra del espíritu macabro. “El ojo por ojo y diente por diente”. Aquel comportamiento vengativo, lleno de odio, aislado de la piedad y de la compasión, legitimado y generalizado en las culturas antiguas pre - cristianas, el cual hubo de ser transmutado frente a las universales y poderosas enseñanzas espirituales, éticas y morales de Jesucristo, el mesías, de origen judío, testimoniadas años después en el Nuevo Testamento: el Evangelio canónico, difusor de una nueva civilización del amor y el perdón - antípodas del odio y la violencia - , entrañable a la salvación de la humanidad, el llamado superior de Dios, revelado al ser humano. Aplicando parcialmente el método marxista, planteemos que las superestructuras ideológicas, culturales y axiológicas de la civilización de Occidente, al tener presente a Europa, la primer activista de su historia, ciertamente, poseyó como fuentes originarias, entre otras, las civilizaciones griegas y romanas, las cuales descansaron en la mitología. Sin embargo, ya venía arrojando mayor luminosidad la Fe y la tradición espiritual judeocristiana que, ante la superioridad de sus valores y concepción de vida, las envolvió y absorbió completamente. Comenzó así la Era del cristianismo en la que la libertad, el respeto a la vida, la igualdad y la dignidad humana, de sagrada trascendencia, se colocan por encima de cualesquiera creencias (prejuiciosas), razonamiento ideológico, poder o forma de organización social, partiendo de la manifestación de que Dios hizo su preferida criatura terrenal a su imagen y semejanza: el ser humano, el cual está lejos de excluir de su justicia, perdón, misericordia. Es, asimismo, invisible y visible; un Ser histórico, antropológico y magisterial, creador de un proyecto de amor y vida a perpetuidad, salvífico, a la vez infalible, conocedor de la realidad cambiante, con la cual interactúa la persona humana, ente y ser biológico, psicológico y social. Europa hubo de necesitar siempre del cristianismo. Que ese secularismo radical, como contracultura, que invade Europa, niegue la Verdad de Dios en el desenvolvimiento de su sociedad, arrinconando sus raíces cristianas, además de degradar la historia y la ética, irrumpió para oscurecer la conciencia, haciéndole complicado al viejo continente el discernir los signos y los peligros que significa el apartar a Dios, de quien se inspiró, para erradicar la esclavitud, la servidumbre, los totalitarismos, entre ellos, el nazi - fascismo y el comunismo ateo. A causa de tal desviación, es hoy Europa una sociedad confusa, espiritualmente vacía, por eso, escapándose de una libertad sin sentido, contingentes de jóvenes se desplazan a Irak y Siria, para sumarse al califato terrorista de ISIS. Política y económicamente lo que fuera el continente de la Ilustración, luce hoy deprimido; un terreno incubador y fertil de la antipolítica, ya sean los extremismos nacionalistas, el neofascismo, el racismo, el antisionismo, el nihilismo, el capitalismo salvaje - esto último un riesgo denunciado por Juan Pablo ll y Benedicto XVl - , así como la corrupción pública. En curso, el ascendente populismo engañoso, en el caso particular de España, golpeada por turbulencias económicas, al igual que las naciones del Mediterráneo europeo. Cuánta solidez, ante todo espiritual, ética y también política, manifiesta tener Europa, impulsora del antinatalismo y la legislación del aborto, causantes del acelerado envejecimiento de la población, peligrosa complicación, inútil, para contener adentro, esta vez, la gravedad de la islamización, cuyas cofradías (ajenas al yihadismo) se empeñan en perseguir a los cristianos del Medio Oriente, la penìnsula Arábiga, Pakistán y África. Con otros valores éticos, Europa había tenido éxito en derrotar una de sus amenazas, expandida, en aquel entonces, entre el siglo VII y siglo XV - resurgidas en el Siglo XXl de la innovación científica - . La expansión contemporánea, en la que años atrás estuvieron (o están) en condición de cómplices las monarquías árabes - islámicas, pues desde un principio financiaron los partícipes del Estado Islámico de Irak, Siria y el Líbano (EIIL), instauradores del califato, al igual que a al Qaeda y los fundamentalistas, se transformaron en yihadistas. Esos regímenes comenzaron otorgando recursos al embrión wahabista - y sus escuelas madrasas, donde se crió Osama Bin Laden - , una ingeniosa táctica, neutralizadora de tales proyectos terroristas, quienes en su lugar han desistido de volverse contra el poder tradicional a manos de las monarquías del Golfo Pérsico, las que sobrevivieron a la fallida Primavera Árabe. Todavía se mantienen en el poder, ejerciendo de modo opresivo y cleptómano el control sobre sus pueblos. De ninguna manera asombra que resulte insuficiente la cooperación, proporcionada por la mayoría de las monarquías del Golfo, a fin de atacar con firmeza el terrorismo islámico y los yihadistas, más bien en sus territorios éstos guardan refugio. El Islamismo, consustancial al fanatismo, cuasi mitológico, intolerante, “rigorista”, es una religión violenta, esto último lo declaró en su momento el Papa Benedicto XVl, hizo mención de ello como teólogo; su único error fue el haberse desdicho de esa calificación como tal, por presiones del Medio Oriente, la pusilanimidad de Occidente y hasta de sus adversarios en el Vaticano. No son pocos los que consideran que los musulmanes están bastante lejos de congeniar con la civilización occidental, en particular con los preceptos de la democracia liberal y la filosofía de los derechos humanos. A la vez, risible y ridículo, lo es, que la izquierda internacional, motivada solo por sus ideas antiestadounidenses y antisionistas, se pronuncie a favor de Estados, gobiernos y movimientos políticos árabes e islámicos, algunos de ellos patrocinadores del terrorismo, cuando en verdad llegaron a aniquilar sus homólogos marxistas, tan dispuestos a hacerlo de nuevo, por cuanto los consideran apóstatas, facinerosos, o sea, una amenaza latente en sus territorios . Así se comportó el régimen de Saddam Hussein en Irak; los ayatolahs repiten tales atropellos en el Irán, así también lo practica Hamás en Gaza y el Hezbolá en el Líbano. Los actos del 11 de setiembre del 2001 contra las Torres Gemelas de New York, los golpes terroristas contra Inglaterra, Holanda, España, Irlanda y, ahora, Francia perfectamente se calcularon. El rencor obsesivo manifiesto, la tergiversación teológica y de la historia de más de 14 siglos de interrelación con la civilización occidental, fabricado por los principales exponentes de los musulmanes, continúan cimentando el antagonismo árabe; reflota en medio de cualquier disputa, especialmente al emitirse pronunciamientos a favor del Estado de Israel. En los hechos, Francia llegó a ser el eslabón de una guerra declarada, esta vez contra la civilización (occidental), ahora debe defenderse, mejor no pudo subrayarlo el expresidente de Francia Nicolás Sarkozy. El ataque mortal contra el semanario Charlie Hebdo, seguido del ataque de los caricaturistas y los policías franceses, pareció más bien el resultado de una operación cuidadosamente planificada, perpetrada por un grupo terrorista, que al menos cuenta con formación militar y, quizás, con experiencia de combate (Ignacio Álvarez - Ossorio, 2015). Los adeptos que profesan la religión de Mahoma se multiplican en Gran Bretaña, España, Francia, Alemania, Países Bajos, Suecia, etcétera. Con el aumento exponencial de los nacimientos en esos países, pronto habrá en ellos menos familias, provenientes de las etnias vernáculas; pues los musulmanes deploran el control de los nacimientos, sobre todo, el integrismo y los yihadistas sectáreos, cuyo brazo, por cierto, alcanzó Pakistán, Afganistán, buena parte de África, regiones que son víctimas mortales del fanatismo y el oscurantismo, promovido por psicópatas. Hay que comprender el disgusto y la reacción de los europeos, así como las decisiones que enseguida adopten. Se ha experimentado un avance de los movimientos civiles que arremeten contra la creciente inmigración musulmana y “que gozan cada vez de mayor predicamento”. Puesto que en Occidente y otros confines el ideal es que se permita “aunar la diversidad con la libertad”, reconocer el imperio o el poder de la palabra, a sabiendas de que, sin ser condenados de herejes e infieles, tenemos derecho al buen decir, si es nuestro propósito; o bien, ser iracundos, groseros, sarcásticos, ofensivos, y, a cambio, sabemos que los demás también tienen derecho a ofendernos (Timothy Garton Ash, 2015), así también, hacernos pasar ratos amargos, a causa de sus embestidas verbales o escritas. En cambio, estaríamos en la ruta de la involución que la barbarie se tome la atribución de reprimir el ejercicio de la libertad de expresión, convirtiéndose en vencedora. Las reuniones de diálogo entre Occidente y el islamismo árabe fueron escasamente constructivas y prometedoras. A diferencia de las comunicaciones y nexos con el Asia Oriental, en cuenta China Continental, quienes están lejos de desdeñar los valores de la cultura occidental; desde sus particularidades históricas, políticas y culturales los adaptan, con acierto, a sus proyectos de nuevas sociedades cohesionadas y prósperas. Incluso, sus líderes y ciudadanos se empeñan en superarlos, si no adelantarse, sí igualarse con las potencias tradicionales (Carlos Alberto Montaner, 2013). De igual forma, el Vaticano, con el Papa Francisco, atendiendo las nuevas corrientes humanistas del Siglo XXl hace esfuerzos correctos para revisar sus dogmas, que pueden contrastar con el mensaje amoroso y piadoso de Jesús. Cerramos con esto. Acto terrorista, miserable, el último en Francia, el atentado mortal contra el semanario Charlie Hebdo. En una sociedad libre y diversa, sus colaboradores tienen todo el derecho de transmitir sus caricaturas y dar a conocer sin restricciones sus puntos de vista sobre cualquier hecho social; ese comportamiento natural que en su momento le impidieron a Jesucristo, a quien también acusaron de hereje y blasfemo. “Yo también soy Charlie Hebdo”. Porque de la libertad de conciencia nace la libertad de pensamiento, luego la de opinión y, más tarde, el derecho a la libre información, todos piezas fundamentales —y fundacionales— de las ideas liberales y democráticas de hoy (Francesc de Carreras, 2015). Por eso, en lo que resta de mi vida jamás tendré miedo de ser consecuente con esta conducta. En la naturaleza, como ley, estuvo totalmente ausente la tentación de “colocar hueso a la lengua” del ser humano. El Creador del universo tampoco renunció a su libertad. Ronald Obaldía González (Opinión personal).

5 comentarios:


  1. Ana Rodriguez Z. escribió:
    Muy interesante Don Ronald, así es, podemos perder muchas cosas, pero al libertad, nunca.
    Gracias por compartirmelo.
    Saludos cordiales,

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  2. Cecilia Marten escribió:

    Esta vez no estoy tan de acuerdo contigo. No justifico el terrorismo ni la violencia pero tampoco justifico profanar, burlarse, de personajes, símbolos etc que sé que son sagrados para otra gente. Creo que mi libertad termina donde empieza la del hermano. A mí no me gustaría que caricaturizaran burlonamente a Jesús o que dijeran cosas ofensivas contra él. Por mi libertad no puedo pizotear a mi hermano. Bueno ese es mi pensamiento resumido sin ánimo de hacer polémica. Unicamente para explicarte por qué no estoy del todo de acuerdo contigo esta vez.

    Saludos,

    Ceci

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  3. Mimi Prado escribió:

    El la imagen delos mahometanos como una unidad de barbarie hay resabios medievales y de las cruzadas , igual deben tener ellos imágenes de barbaros que los invadieron en nombre de una religión . No olvidar que el terrorismo de Al Qaeda fue financiado por EU inicialmente y que la violencia del mismo ha sido muchísimo más grande contra los musulmanes que contra occidente , sus mayores víctimas son musulmanes que no los aprueban ... Y no es posición de izquierda si no miedo a los miedos desatados.

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  4. CME escribió:

    Carlos Echeverria escribió:


    Acabo de leer tu artículo Ronald. Muy profundo. Dejame reflexionar y lo conversamos. Hoy en Cambio Político hay dos Buenos, desde otro punto de vista...veélos...vale la pena. Abrazo

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  5. Sandra Chaves Esquivel escribió:


    Saludos desde Migración:

    Don Ronald excelente artículo un feliz y exitoso 2015.

    Muy atentamente.

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