miércoles, 31 de octubre de 2012

EL LICEO RODRIGO FACIO BRENES, PROTAGONISTA DEL DESARROLLO COMUNAL

EL LICEO RODRIGO FACIO BRENES, PROTAGONISTA DEL DESARROLLO COMUNAL.

Hemos comentado en los artículos anteriores acerca del rol preponderante del Liceo Rodrigo Facio en el desarrollo de la educación, cultura y voluntariado de comunidades adyacentes al distrito de Zapote, tales como, San Francisco de Dos Ríos, Curridabat, así también en vecindarios del sur de la ciudad de San José, cuyos jóvenes fueron los destinatarios de las lecciones de alta calidad, impartidas por los profesores de la naciente institución, quienes a la vez fueron gestores de proyectos extracurriculares, que agregaban valor al proceso de aprendizaje de los alumnos.
Fueran estos la elección del gobierno estudiantil, la Fiesta del maíz, los festivales deportivos intercolegiales, el campeonato de futbol del Liceo, las competencias atléticas en nuestra improvisada pista interna, los diálogos con los candidatos presidenciales nacionales en 1973, los eventos artísticos y musicales, los concursos de oratoria, la exposición de obras literarias universales, la edición del periódico, el altruismo de los estudiantes en el mejoramiento de la infraestructura de nuestro centro de enseñanza, los conciertos y bailes estudiantiles, los murales levantados en las paredes, la fundación de la Juventud Obrera Católica (JOC), el Movimiento Juvenil Cristiano y de la Casa de la Juventud, después la construcción del Estadio, etcétera, todos ellos, contribuyeron notablemente a crear una consciencia juvenil favorecedora del conocimiento, de los valores cívicos, éticos y humanistas, razón por la cual el Rodrigo Facio nada tenía que envidiarle a otras instituciones escolares de más antigüedad y tradición, menos a las instituciones privadas.
Hicimos recuentos de los esfuerzos de la emprendedora sociedad civil zapoteña por hacer una realidad la construcción del colegio, adelantándose de este modo a otras comunidades del país, de mayores recursos y mayor población, pero que en su agenda local la naturaleza de tal proyecto educativo estaba, tal vez, ausente de sus prioridades.
La Junta Administrativa, como la actual, siempre trabajó arduamente por el progreso, no solo del colegio, sino que también por la prosperidad del distrito zapoteño. En aquella generación de líderes, que sobresalieron entre las décadas de 1950 y 1980, sobraba la pasión y el espíritu de servicio al prójimo.
Ellos se convirtieron en un modelo psicosocial sumamente constructivo para los estudiantes y demás jóvenes, inclinados a seguir sus pasos. Por muchos años, Zapote consiguió consolidar una activa y sólida dirigencia comunal, la cual cobró fuerza e influencia sorprendentes con la fundación del colegio y otras entidades locales, generadoras de servicios públicos, a saber, el centro de nutrición, la instalación de la Cruz Roja, el mejoramiento de las instalaciones policiales, las remodelaciones a la iglesia Católica, así como las reparaciones de caminos, en el alumbrado y los acueductos.
Por su parte, los educadores de la Escuela Napoleón Quesada y de la emergente institución secundaria se sumaban a los esfuerzos de la sociedad civil, tanto por aumentar la calidad de la enseñanza, como en la creación de edificios públicos e infraestructura que beneficiara a la totalidad de los habitantes.
En ese hermoso clima de solidaridad e ideales de progreso tampoco estuvieron ausentes las desavenencias y las diferencias en la visión de los intereses, sobre todo, por la limitación de los recursos presupuestarios, lo cual impedía satisfacer todas las necesidades y deseos comunitarios.
Una de estas contradicciones surgió a raíz del sueño de doña Lía Gómez de Brenes, Directora del colegio, de construir la biblioteca pública, justo, al oeste de la desaparecida plaza de futbol; iniciativa que por cierto contó la oposición de los patricios zapoteños, fundadores de nuestra privilegiada institución, por cuanto ellos se inclinaron, de manera decidida, por la construcción de la Capilla Funeraria.
Hubo un pulso de poderes e influencias entre la recordada Directora y aquellos nobles caballeros, miembros también de la Junta Administrativa del liceo; quienes, al igual que la educadora, demasiado bien hicieron por Zapote. Finalmente, en el forcejeo salió airosa dicha Junta, la cual logró superar las criterios adversos de un grupo de gente, que respaldaba el proyecto de la biblioteca, la cual años después fue edificada.
Actualmente, tanto la Capilla Funeraria como la Biblioteca Pública son organizaciones que proporcionan enormes beneficios y colaboraciones a las familias de Zapote y de otras localidades circunvecinas, por lo que el mérito de sus existencias partió de la visión y buena la voluntad de todos los sectores que intervinieron, desde sus diferentes competencias, en la fundación y crecimiento de uno de los mejores centros de enseñanza de Costa Rica.

Ronald Obaldía González

martes, 23 de octubre de 2012

FILIPINAS, LA EXCEPCIÓN A LA REGLA.

FILIPINAS, LA EXCEPCIÓN A LA REGLA.

No alcanzamos comprender la escasa difusión atribuida a la firma del acuerdo de paz duradera entre el Gobierno de Filipinas y  el grupo separatista Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), a través del cual se ha puesto fin a más de 40 años de conflicto armado, el que provocó durante varias décadas la muerte de miles de personas y la división de la sociedad filipina.    
Excluyendo la costarricense, la mayoría de las Cancillerías del mundo se despreocuparon del singular arreglo político que tuvo lugar en esa nación del sudeste asiático, abierto por el Presidente filipino, Benigno Aquino, el cual  ha hecho posible el  diálogo fecundo entre dos religiones y culturas: el cristianismo y el Islam, a pesar de que en regiones como el Medio Oriente, África y la misma Europa, se profundizan los odios, la intolerancia  y la violencia.  
En términos generales, el acuerdo autorizará  al  gobierno filipino a que proceda a  la creación en el  2016 de la región autónoma de Bangsamoro, ubicada en el sur de Mindanao, donde viven entre cuatro y nueve millones de musulmanes, religión minoritaria en ese  país asiático,  considerado mayoritariamente católico. 

A cambio de mayores poderes en materia fiscal,  así como de una “parte equitativa” de las riquezas de la región,  el FMLI renuncia a la independencia de la cuarta parte del territorio nacional, que le ha sido asignada. A la vez,  organizará el desarme de sus 12.000 hombres. 

Asimismo,  la ley islámica  será aplicada allí en lo civil, pero no en lo penal, lo cual ha sido viable,  por cuanto en Filipinas, Indonesia y Malasia es frecuente el rechazo al fundamentalismo islámico y al presupuesto de la  instauración del régimen teocrático, que sí han cobrado vigor en el Medio Oriente, Irán, Afganistán,  Somalia, Nigeria, entre otros países.   

Por su parte, el predominio del catolicismo (fundamentalista,  en el sentido de la fe) en el territorio filipino obedece a los más de tres siglos, en que ese pueblo de orígenes malayos se convirtió en colonia de la Corona española, cuyo imperio de ultramar se impuso frente a la influencia inicial  de los malayos, indios, árabes y  chinos;   que luego  los Estados Unidos de América le  arrebataron  a principios del Siglo XX, al aprovecharse de una rebelión interna contra el gobierno de Madrid.
A partir de la instauración colonial,  los resentimientos políticos religiosos y culturales crecieron progresivamente, recrudecidos con  la ocupación estadounidense que  reemplazó  el predominio de España. 
La invasión y ocupación japonesa en medio de la Segunda Guerra Mundial hicieron más grave el clima de frustración y rebelión nacional, acelerado,  tanto por las embestidas de la guerrilla izquierdista, opuesta a la reocupación del país, por parte de las fuerzas armadas  estadounidenses (1944) y contra el  gobierno títere y dictatorial  de Ferdinando Marcos (1965 – 1986), derrocado después por las fuerzas opositoras, guiadas por  Corazón Aquino, la viuda del líder antigubernamental, Benigno Aquino, éste asesinado por sicarios al servicio de Marcos.   

Tras  la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, tampoco tardaron en llegar los históricos reclamos independentistas  de los musulmanes de la rezagada y empobrecida Mindanao, quienes optaron por la vía armada a finales de la década de 1960, a efecto de concretar sus propósitos separatistas, constante y férreamente impedidos por los cristianos pro-occidentales.
Estos hechos contribuyeron a  perfilar en el Asia un país filipino con rasgos cercanos a la América Latina de los tiempos de la prolongación de las dictaduras militares, la corrupción oficial,  las insurrecciones o guerrillas,  los golpes de Estado (o “técnicos”), aparejados con la alta concentración de la tierra y  crónica desigualdad social.
En el caso particular de la Filipinas moderna, todo lo anterior  ha contrastado con su  impresionante crecimiento económico, sustentado en la producción de bienes electrónicos y manufacturas, el empleo de los  recursos minerales y la modernización agroindustrial, complejidad que todavía no deja de ser un factor de tensión doméstico.
Ciertamente, en  décadas pasadas hubo fallidos intentos de pacificación que fracasaron. La guerra sangrienta, la cual echaba abono a los actos terroristas, indispuso fuertemente a las partes en conflicto a encontrar soluciones políticas y racionales, ahora inscritas en el acuerdo de octubre de este año.
  
Eso sí, corresponde a las Naciones Unidas, así como a los gestores de las negociaciones, en especial Malasia, contribuir al  puntual seguimiento del acuerdo político entre el Gobierno y los rebeldes musulmanes.  En el contenido de los discursos y pronunciamientos de los líderes y responsables de “la hoja de ruta” fijada, lucen las mejores voluntades, con tal de acabar definitivamente con la violencia y alcanzar la unidad del Estado filipino.
La parte hostil contra el plan de pacificación llegaría a ser el grupo extremista islámico Abu Sayyaf, relacionado con Al Qaeda, si bien ha sido objeto de contundentes pérdidas militares, por lo que sus movimientos y acciones terroristas comportarán el rechazo del
Frente Moro de Liberación Islámica, quien se comprometió a deponer las armas tras el arreglo pactado con el gobierno nacional.
Frente a las complicaciones de los múltiples conflictos regionales, resurge la firma del plan de paz en Filipinas en curso, el cual nos acerca a la hipótesis de hacer realidad el auténtico diálogo entre civilizaciones.
Ronald Obaldía González (Opinión personal)

jueves, 18 de octubre de 2012

EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICA GANÓ UNA DISPUTA AL LICEO RODRIGO FACIO BRENES EN 1979.

EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PUBLICA GANÓ UNA DISPUTA AL LICEO RODRIGO FACIO EN 1979.

La unidad y la cohesión social habían distinguido a la comunidad del distrito de Zapote desde sus orígenes, determinados por el tránsito de la emigración de los habitantes de Cartago, que a inicios del Siglo XVlll establecieron haciendas y nuevas colonias por todo el Valle Central, hasta llegar a Turrialba y San Ramón de Alajuela.

Posteriormente, el proceso de urbanización, el incipiente desarrollo industrial y el incremento del empleo en el sector público, registrado, principalmente, en la ciudad de San José entre las décadas de 1940 y 1950, estimularon las inmigraciones y movimientos internos de personas dentro de Costa Rica, al punto que los vecindarios josefinos se convirtieron en sus destinos predilectos.

Por esta razón, Zapote vio crecer su población de manera significativa, sobre todo, con la construcción de los barrios la Ciudadela, Barrio Córdoba, los Yoses sur, calle Mora, el barrio los Abogados, etcétera, así como la misma ampliación de sus primeros vecindarios, que cada vez más iban siendo receptores de gente, proveniente de los distintas regiones del país.

Todo lo anterior, explica perfectamente la necesidad social y cultural de haber fundado en aquel entonces (1962) un centro de segunda enseñanza en el distrito de Zapote, habida consideración, también, del incremento de la población nacional en el periodo antes citado, e intrínseco a ello, la cantidad mayor de niños y adolescentes a quienes había que ofrecerles educación de calidad, como la proporcionada por el Liceo Rodrigo Facio Brenes a los educandos.

Así, pues, nuestro colegio se convirtió en una de las instituciones vitales de la vida social de Zapote y de las comunidades circunvecinas, entre ellas, San Francisco de Dos Ríos, Curridabat, Barrio Luján, Plaza Víquez. Por ello, era modernizada la infraestructura de la institución, se elevaba la matrícula de estudiantes y cada año eran contratados más y mejores educadores; en esto último la señora Directora Lía Gómez de Brenes se percataba de que así fuera. Y dicho sea verdad, ella tuvo éxito rotundo en esta tarea, tal como lo explicó en comentario aparte el egresado Eduardo Amador Hernández.

Tras la jubilación de Doña Lía en 1974, en el colegio hubo un periodo de cinco años de inestabilidad en el nombramiento de la Dirección, dado que el Ministerio de Educación Pública optó por las designaciones interinas en ese relevante puesto, previo a la recomendación del Consejo de Profesores.

Desde que el joven profesor de español Álvaro Alvarado Castro comenzó a trabajar para la institución en 1970, casi todos los estudiantes, incluida la Directora Lía Gómez, concentraron la atención en la proverbial inteligencia de este educador, la cual se constataba en sus metódicas y exigentes lecciones, que nadie deseaba que concluyeran. Hasta una distinguida joven zapoteña, María Teresa Obando Sandí, se vio atraída por la singular personalidad de aquel joven de 25 años, con quien llegó a formar luego una extraordinaria familia.

Ciertamente, los egresados de esas generaciones seguimos recordando vivamente aquellas horas de aprendizaje, sino que lo diga el egresado Carlos Roverssi Rojas, hoy Viceministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, que días después de asumir tan alto cargo, en enorme gesto de humildad y agradecimiento realizó una visita al hogar del profesor Álvaro Alvarado para agradecerle todo lo positivo que hizo para con él durante su época de estudiante en el Rodrigo Facio.

Lo que parecía ser una aspiración de la comunidad de Zapote y de los propios estudiantes y profesores, vino a concretarse en 1979. El profesor Alvarado Castro fue nombrado Director del Liceo, pero de manera interina; sin embargo, esto fue reconocido como un primer paso, con miras a lograr cuanto antes la oficialidad del nombramiento en propiedad de él. Mientras tanto, el profesor Alvarado daba cuenta de todas sus habilidades y capacidades en la rectoría de la todavía joven institución, que se mantenía entre las mejores casas de enseñanza del país.

Creo que el ímpetu del Director Alvarado fue controlado solamente una vez por uno de sus colaboradores cercanos. Así por ejemplo, en medio de la organización del Festival Deportivo de 1979, el egresado Rubén Acuña Méndez frenó, de una manera simpática, la energía y la hiperactividad del nuevo Director, quien se mostró molesto en un instante del Festival, a causa de la rebeldía (o “serruchadas de piso”) de otro profesor que, al aspirar, infructuosamente, a dicho cargo, se resistía acatar sus órdenes e indicaciones.

Los sueños se truncaron. Una notificación del Ministerio de Educación Pública que, en octubre de 1979, llegó a manos de la Junta Administrativa del colegio crispó los ánimos de los padres de familia, profesores, estudiantes y de la misma comunidad que, sin vacilaciones, respaldaba la labor del Director Álvaro Alvarado. En la notificación se resolvía el nombramiento en propiedad de la señora Velma Bustamante (+) para ocupar el cargo de la Dirección.

La reacción de protesta se dejó venir en cuestión de horas. Dichos sectores en una sesión acalorada tomaron la decisión de declararse en huelga e interrumpir el trabajo del colegio. Los llamados a la moderación, hechos por el Ministerio de Educación fueron desatendidos. La prensa nacional se encargó de informar sobre las medidas de hecho, adoptadas por aquella gente, aferrada a la idea de mantener en el puesto al profesor Alvarado.

Al mismo tiempo, se demandó, lo antes posible, una audiencia con la Ministra de Educación, María Eugenia Dengo de Vargas, y con el Director General de Servicio Civil, David Rodríguez, como condición para levantar el acto de rebelión. Pero, a la vez se exigía una solución favorable, en cuanto a la continuidad de Alvarado en la Dirección; cosa que no se dio, ya que tanto la Ministra y el Servicio Civil argumentaron en la audiencia, con los interesados, absurdos requisitos formales, típicos de esa clase de puestos de trabajo. Los cuales, irónicamente, se alejaban del excelente desempeño realizado por aquel extraordinario profesor de español, que tenía todos los merecimientos intelectuales y académicos para seguir en el cargo.

La entrevista entre tales autoridades del Gobierno y la gente del colegio, en cuenta el Gobierno Estudiantil, así como representantes de la comunidad zapoteña fue realmente inamistosa. La legalidad y los tecnicismos burocráticos, expuestos por la señora Ministra y el Director del Servicio Civil a nadie convencieron. Razón por la cual, de manera abrupta y ofuscada, la Ministra se levantó de su asiento; delegó su representación en el Jefe del Departamento Jurídico del Ministerio, a fin de proseguir con el debate con los dirigentes del colegio, quienes de inmediato desairaron al tímido abogado, a quien por su parte le era difícil explicarse la indignación y la salida inesperada de aquella “irreverente” delegación, nada menos, que del Despacho de la Ministra Dengo, una educadora de gran prestigio.

Después de aquella audiencia poco afectuosa y "descortés", la Ministra rindió declaraciones ante la prensa nacional, reiterando su oposición contra la postura de los representantes del colegio de Zapote, que se negaron a obedecer su decisión y aceptar “el tratamiento legal”, dado al nombramiento de la Directora titular, que empezó a fungir en enero de 1980.

A pesar de que las gestiones de las organizaciones de base de nuestro colegio resultaron desfavorables, cabe mencionar que la prensa nacional acogió con beneplácito las demandas de la gente del Rodrigo Facio. Un editorial de Radio Reloj elogió el movimiento cívico de aquel apasionado colegio, el cual abogaba por la excelencia educativa, tomando como patrón las virtudes y los valores de su cuerpo docente.

Recuerdo como parte de ese movimiento a los padres de familia Marta Constenla y Ana Amador Meneses, al profesor Rosendo Pizarro, la profesora Ana Cecilia Angulo, al dirigente comunal Luis Enrique Portilla, a los miembros de la Junta Administrativa, Gustavo Amador Hernández, Rodrigo Sojo Vargas; como también al patricio zapoteño y uno de los fundadores del colegio, Don Juan José Obando Amador, quien censuró enfáticamente las palabras de la señora Ministra al manifestar, a través de la prensa, que la delegación del Liceo irrespetaba las leyes educativas.

Seguro que a la señora la Ministra Dengo de Vargas la invadieron los cargos de consciencia, ya que días después le dirigió una nota al profesor Álvaro Alvarado Castro, en la que pedía comprensión ante la decisión de ese Despacho; de igual forma, ella le reconoció su elevada vocación al servicio de la juventud.

He aquí la mística con la cual se defendió a nuestra institución amada.

lunes, 15 de octubre de 2012

DEJAR TODO BIEN ARREGLADO EN SIRIA.


DEJAR TODO BIEN ARREGLADO EN SIRIA.

Si las monarquías del Golfo Pérsico, principalmente Arabia Saudita, llegaran a ser un factor decisivo en el desenlace de la guerra de Siria, seguro  que ello equivaldrá a una vía resolutiva  que empeorará  la tragedia humana.  Tales monarquías retrógradas  y altamente represivas, distan de poseer autoridad moral para decidir el destino del pueblo sirio, en el que la heterogeneidad étnica, religiosa y cultural ha sido su origen y curso histórico. Al cabo que un 10% de cristianos ha desarrollado una vida normal junto con los kurdos, drusos, ismailíes,  alawitas, éstos últimos políticamente seculares, que comportan creencias y rituales  flexibles, que  el  islamismo sunita (y  saudita), mayoritarios en Siria censura como  herejías y apostasías.   
     
La monarquía saudita tutela “el  wahabismo” o los salafistas, uno de los movimientos religiosos del Islam radicalmente intransigente, sustentado en la intolerancia y que se declara frontalmente hostil frente a  los principios democráticos liberales. Junto con  “las madrazas”, las escuelas religiosas islámicas, memorizadoras del Corán, así también patrocinadas por la falsa y sombría monarquía saudita, siguen siendo “el sostén intelectual” del terrorismo fundamentalista, en cuya cúspide descansa  Al Qaeda, ahora con peligrosa gravitación en África, en especial Malí y Nigeria, a partir de lo cual se ejecutan ahí “monstruosos  holocaustos” contra los cristianos.     

Rusia y China,  además de los intereses que les une con el gobierno sirio, califican de amenaza  la oposición contra el presidente Bashar al - Assad, porque en ella perciben los oscuros objetivos del extremismo islámico, contra el cual  tienen que estar precavidos, por cuanto operan dentro de sus fronteras.  De ahí “la juguetería” de ambas potencias en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por la que han impedido, en buena hora, una caída precipitada del gobierno de Siria, que según los rusos y los chinos,  sería entregar en bandeja ese país árabe a la islamización.   

Por su parte, Occidente ha comenzado a percatarse del riesgo que implica el rol de Arabia Saudita en el Medio Oriente y su injerencia en el territorio sirio. Precisamente,  el Parlamento Británico está celebrando en esta semana un debate alrededor de las gravísimas  violaciones a los derechos humanos, en que incurre la monarquía saudita, ésta censurada constantemente  por los círculos intelectuales de avanzada del Medio Oriente y, en particular, por los diversos y minoritarios grupos étnicos y religiosos sirios que respaldan a  Bashar al – Assad, así, pues promotores de la modernización económica y de la liberalización del controlado mercado de esa nación.

Lamentablemente, dicho respaldo al déspota presidente sirio, a su vez defendido por el Irán de los ayatolas sectáreos,  obedece a la ausencia  de otra alternativa política, la cual les asegure a los grupos heterogéneos pro-gubernamentales  la sobrevivencia frente al  radicalismo islámico, la fanática Hermandad Musulmana  (hoy persecutora en Egipto  de seculares y liberales demócratas ),  así como de las células de Al Qaeda, infiltradas dentro de la oposición;  juntos  están bastante cerca de hundir al gobierno alawita, trayendo como posible resultado el que tal “fauna”  asuma  el control de las armas químicas, esta vez en poder del débil  Bashar.    

Es de confiar muy pronto que los movimientos de protesta de la primavera árabe alcancen las restantes monarquías del Golfo, ya que ellos son regímenes en proceso de descomposición; apenas Bahrain es sostenida de modo frágil, merced a  la intervención y represión de Arabia Saudita contra la mayoría chiita, la cual enfrenta el nepotismo y los abusos del poder gobernante, instalado en la isla del golfo Pérsico.   De ser así, se reducirán los arrestos de tales tiranías en escribir  las conclusiones finales de las revueltas del Medio Oriente, que, por lo visto, han sido usurpadas por los fanáticos integristas, tanto en Egipto, Libia y probablemente  en Túnez.  

Tampoco Turquía posee los merecimientos históricos y morales en lo que respecta a definir el destino del pueblo sirio; más bien estorba. La descalifican sus añejas ambiciones sobre los territorios de un país en guerra, el cual corre el riesgo de la fragmentación. Por eso, en la actual escalada de violencia entre turcos y sirios resurgen  los apetitos y las viejas conquistas del imperio otomano, hoy extinto, pero dejó siempre tufos.

Asimismo, la tradición  golpista del ejército turco y sus expedientes  criminales añaden mayor tensión y desconfianza en el Medio Oriente.  Contra él resucitan  las acusaciones  en torno al etnocidio de Armenia de 1915, cuando  2 millones de seres humanos perdieron la vida, a consecuencia de las atrocidades de los militares turcos, de los más armados en la convulsionada región.

A la vez,  el ejército turco es un represor por excelencia de los kurdos, con quienes mantiene su particular guerra al negarles un Estado nacional propio; un enfrentamiento que llegaría a extenderse  a Siria, en tanto  que allí habita una minoría kurda, más aliada al régimen de Bashar que a la también heterogénea  oposición, guiada en esta coyuntura por sunitas, envalentonados por las armas enviadas por las monarquías del Golfo y del  Gobierno “islámico moderado” de Ankara.

Dichosamente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se ha abstenido de caer en la trampa turca, la de su socio, de atizar la guerra siria;  apenas se ha limitado a emitir pronunciamientos, sin efecto alguno. Aparte de que a la OTAN le conviene evitar el recrudecimiento de las hostilidades en el Medio Oriente, de lo contrario, se asomaría el factor adicional de conflicto prolongado,  estimulador desde allí de los flujos migratorios hacia una Europa, castigada por la recesión y la inestabilidad financiera.

Días atrás señalaban unos comentaristas españoles y alemanes que parece  “ciencia ficción” hacer referencia del futuro de la nación siria, dando cuenta de la necesidad de  esperar el final de las elecciones en los Estados Unidos de América, cuando se podría decidir si habrá reacciones de EEUU y la OTAN, en cuanto a colaborar con los rebeldes   éstos rodeados de innumerables sospechas y estelas de dudas -   tal como ocurrió en Libia, así como el eventual  castigo militar contra el Irán, una hipótesis  que Washington  tampoco ha descartado.

Sea ciencia ficción o no, la caída del presidente Bashar es inminente,  ojalá que ello se dé pronto. Con todo, Occidente está obligado a darle prioridad a los intereses de la minoría alawita, incluidos los inherentes a los diversos  grupos minoritarios que los acompañaron en la causa común de la reconstrucción de Siria de la última década, de lo cual Occidente hizo también una pésima lectura.

Eso sí, EEUU y Europa están llamados a propiciar en la nueva coyuntura   “una nueva actitud de entendimiento,  respeto” y de cooperación  con todos estos sectores políticos y religiosos (y tal vez con aquellos grupos rescatables de la oposición, si los hubiera), quienes no solamente han expresado su  disposición de negociar la salida del Presidente sirio, sino que históricamente se han enfrentado  a la jihad y la sharia.   

Lo que está en contra del fundamentalismo islámico, no está en contra de Occidente.  

Ronald Obaldía González (opinión personal)

jueves, 11 de octubre de 2012

A MI PROFESORA DOÑA JENNY AMADOR DE PARDO.


A MI  PROFESORA DOÑA JENNY AMADOR DE PARDO.

Profesora Virya Gallardo, escribió el 12 de octubre del 2012. 
Les comunico con gran pesar que la Prof. Jenny Amador murió esta noche.
Con gran amor dedicó gran parte de su vida a la educación .
Dios la guie a su casa eterna.

Ronald Obaldía González, respondió:     A Doña Virya Gallardo, mi apreciada profesora. Siento un dolor en lo más profundo de mi alma ante el fallecimiento de una profesora extraordinaria, a quien le agradezco toda su bondad para conmigo. A ella la he recordado siempre y nunca he dejado de mencionarla. En días pasados en una columna que escribí en facebook, en el sitio de los 50 años del Liceo Rodrigo Facio, hice referencia de ella, como de las profesoras que a través de su inteligencia, elegancia y lucidez tenía la virtud de esculpir aquellas mentes de los adolescentes, todavía frescas y ávidas del saber y de comprender de manera racional el complejo mundo que le rodea; en particular, el origen democrático de nuestra nacionalidad costarricense, de lo que ella tanto estuvo convencida y nos enseñó amar. Por eso Doña Jenny nos reiteraba a que nunca desmayáramos en preservar los valores de la libertad, el pluralismo y el respeto a la dignidad de todos los seres humanos, porque en ellos descansaba nuestra forma de convivencia pacífica y civilista, a lo que nunca debíamos renunciar como costarricenses orgullosos de nuestra identidad. Pido a Dios Todopoderoso que nos cuide allá en el Cielo a nuestra amada Doña Jenny, a nuestra amada Doña Lía Gómez de Brenes, y a los insignes fundadores del Liceo Rodrigo Facio Brenes, todos ellos que seguirán siendo fuente de inspiración en nuestras vidas.

martes, 9 de octubre de 2012

TEATRO CON RAÍCES ZAPOTEÑAS.


TEATRO CON RAÍCES ZAPOTEÑAS.

La creación del Liceo Rodrigo Facio Brenes, además de integrar social y culturalmente a comunidades como Zapote, San Francisco de Dos Ríos, Curridabat, Barrio Luján, etcétera, - el sureste de la ciudad de San José -  llegó a transformarse en fuente de jóvenes talentosos y líderes juveniles.

Principalmente, las décadas de 1960, 1970 y 1980, fueron las de mayor resonancia, cuando expresiones como el arte, las letras, las obras culturales, las diferentes ramas deportivas, particularmente, el volley ball con sus insuperables triunfos, encontraron arraigo en la vida estudiantil.

Esta vez mencionaré el auge del teatro, cuyos inicios se registran en la “Juventud Obrera Cristiana” entre mediados y finales de la década de 1960. “La JOC”, como era conocida esta agrupación, funcionó bajo la tutela de la Parroquia Católica de Zapote, que, por cierto, alquilaba un local al puro costado suroeste de la antigua “bomba Shell”, donde los jóvenes provenientes de distintas comunidades, incluidos los estudiantes del Rodrigo Facio, se congregaban, fuera para las actividades religiosas a cargo de la Iglesia, o bien para realizar arte o practicar deporte.

Cabe subrayar que la JOC vino a ser la precursora del Movimiento Juvenil Cristiano, fundado años más tarde por el Presbítero Claudio Charpentier. Acerca de dicha ejemplar agrupación hablaremos en otra ocasión.

Los Juegos Florales, auspiciados por la Municipalidad de San José facilitaron la participación de la juventud en los concursos culturales y competencias deportivas josefinas. En un principio, la JOC de Zapote fue nuestro principal exponente. Desconozco si alguno de sus grupos representativos alcanzó galardones relevantes, comparables a los del volley ball, el atletismo o los del futbol de nuestro Liceo.

Sin embargo, puedo hacer mención del polémico segundo lugar que obtuvo en los Juegos Florales de 1971 el grupo de teatro que dirigía el egresado Aris Regidor, junto con el zapoteño Alison (Lali) Marín - ambos miembros de la JOC -.

Aquella vez, el primer lugar lo conquistó la agrupación de Barrio México, quien puso en escena una obra de protesta social, que, además de llamar la atención del público de la agitadas décadas de 1960 y 1970, influyó también en el Jurado, que se inclinó por otorgarle a “los barriomexicanistas” el primer lugar del certamen de teatro, realizado en el salón de actos de la Escuela Napoleón Quesada de Zapote.

Aquella decisión en la rama del teatro provocó el profundo malestar de los estudiantes y egresados del Rodrigo Facio y del público local, por lo que no dejaron de censurar la decisión ideológicamente sesgada del Jurado.

Hubo que esperar seis años cuando se conformó en la comunidad de Zapote un grupo de teatro, compuesto por estudiantes y egresados del Liceo Rodrigo Facio. Carlos Grant Trigueros fue el mentor de ese singular proyecto cultural, secundado de forma apasionada por su esposa Jetty, los hermanos Ávalos, los hermanos Guillén Arce, los hermanos Gómez, Juan Carlos Amador Rojas, entre otros jóvenes.

Del trabajo de esta agrupación artística da cuenta el Periódico Zapote (1977), por el cual nuestro colegio lograba constatar y proyectar además la fortaleza y la calidad de la enseñanza impartida en sus aulas. Esto por cuanto sus alumnos, - en este caso particular de la complejidad del teatro - estiraban su tiempo académico con actividades creativas e imaginativas, puestas al servicio de la comunidad; al cabo que los libretos y todo lo demás eran preparados por sus propios integrantes, algunos de los cuales eligieron la actuación como carrera profesional y forma de vivir.

Entre estos últimos, cabe destacar a la galardonada actriz nacional Xinia Sánchez Monge (+), cuyos primeros pasos en el escenario tuvieron lugar dentro del grupo zapoteño, el cual logró actuar en diferentes sitios del país. Citemos a Andrés Montero Oviedo, quien descubrió su talento en tal agrupación. Andrés es hoy de los actores sobresalientes del ámbito nacional, por lo que su fama corre más allá de las fronteras nacionales.

Edwin Marín Rivera es otro extraordinario artista costarricense, nacido de ese elenco de jóvenes notables, a quien podemos observar más por la televisión, realizando papeles relacionados con el género costumbrista.

No estoy convencido si a esa formación se integró el alumno del colegio Miguel Mora, el ventrílocuo “Coco Yoyo”, de reconocida fama internacional. Aunque no llegara a formar parte de él, seguro que sus miembros algún contacto debieron haber mantenido con Mora. Lo que quiere decir, que vistos sus éxitos, los sentimientos y la pasión del grupo hubieron de penetrar en la mente y el corazón del ventrílocuo, quien tuvo la gran oportunidad de hacer vida en el mejor colegio costarricense, fundado en 1962 por ciudadanos visionarios y generosos.

jueves, 4 de octubre de 2012

LOS HEREDEROS DE SIMÓN BOLÍVAR.



LOS HEREDEROS DE SIMÓN BOLÍVAR.


El  Instituto Clodomiro Picado es una entidad de la Universidad de Costa Rica, dedicada a la investigación y producción de sueros antiofídicos o antivenenos. Adicionalmente, produce y distribuye  los sueros antiofídicos requeridos en Costa Rica y otros países de la región.

Recorriendo esa prestigiosa institución científica, pude ser testigo hace varios años de una pasmosa fase de las tantas investigaciones científicas,  realizadas allí sobre la biología de las serpientes.

Mediante un experimento, efectuado por los científicos del Clodomiro Picado, comprobé que una serpiente posee las condiciones y las destrezas suficientes para atragantarse o comerse otra culebra, sin que ello implicara,  necesariamente,  debilidad o desventaja por parte de la víctima, ya que ella se resiste por instinto a ser devorada por su persecutora, si bien puede asumir el rol de victimaria.     

El hecho en sí me causó un duradero choque emocional. Tenía la convicción de que el  comportamiento como tal  residía apenas en los peces, de ahí aquella famosa expresión:  “el pez grande se come al pez pequeño”.  La cual a su vez sirve de metáfora en cuanto a  representar  la supuesta rapiña del mundo de los negocios y de la política, pero que dista de coincidir  con la realidad  particular de Venezuela.

Dicho sea verdad, las dictaduras y los gobiernos civiles de Venezuela se comportaron como serpientes del Clodomiro Picado,  durante casi todo el trayecto del siglo pasado. Entre ellas buscaron devorarse.   Hubo motivos suficientes, dado que el descubrimiento de yacimientos de petróleo y minerales propiciaron un auge económico, sobre todo en la década de 1950 bajo la dictadura de Pérez Jiménez.

Luego el ascenso de Carlos Andrés Pérez (1974 – 1978) representó el punto culminante de la corrupción, al practicar una política de nacionalizaciones de la industria petrolera para su enriquecimiento personal y de los allegados de su partido  político, a quienes les favoreció la coyuntura del alza de los precios de los energéticos a nivel mundial, en lo cual ha descansado siempre el ritmo de los ingresos del país. 

Dicho sector político  recogía  ventajas mayúsculas,  en comparación con las obtenidas por las élites opositoras, subordinadas,  tan codiciosas como sus adversarios, aunque ayuna de los tentáculos y agallas de éstos,  en lo referente a sacar provecho de los negocios del Estado.

Tal práctica de malversación de fondos públicas que, de manera desenfrenada,  se acrecentó en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989 – 1993),  cuya responsabilidad en  la represión del “Caracazo”  en febrero de 1989,  - un movimiento de protesta contra las políticas fondomonetaristas,  las cuales profundizaron en el país la desigualdad y el empobrecimiento - , todo ello  agitó todavía más el repudio contra el gobierno, que asesinó a más de 2000 personas.

Esa vez, el Presidente Carlos Andrés había arrasado con sus oponentes, por lo que  ganó fortaleza  su segunda gestión gubernamental, solamente replicada por Hugo Chávez, un ambicioso militar de poca monta, lanzado a la aventura de tragarse un poderoso (cuasi) caudillo, mediante dos fallidos golpes de Estado en 1992;  si bien esto le abrió el telón del escenario político venezolano, sobre todo, al ser destituido en 1993 el mandatario,  mediante un proceso judicial.         

Las élites de poder tradicionales y el sistema de partidos se desacreditaron, pues  se arroparon de  vicios, maniobras sucias,  miopía e insensibilidad  social, aunque  todavía se niegan a morir, a pesar de sus insuperables defectos y equivocaciones, los que antes les fueron útiles, y ahora también, a efecto de escaparse de la serpiente devoradora, dueña de esa selva que sigue siendo Venezuela.  

Al otro lado de la acera, Hugo Chávez resurgió con su proyecto bolivariano – socialista  (o al revés: socialista – bolivariano), constatando sus arrestos golpistas y autoritarios, inculcados por la casta  rectora “del manicomio cubano”;  llegó  a conquistar  el poder en 1998, apenas amenazado,  a través de la descabellada intentona de golpe de Estado, la cual,  hizo  consolidar  sus desafueros, así como esa  figura y oficio de histrión, acumuladora de réditos, en cuanto a prolongar su poder por seis años más.       

Mientras a tanto Enrique Capriles le rezamos el  Padre Nuestro, bien merecido lo tiene, porque se ve un hombre sensato y decente. Lamentablemente frente a él y detrás de él sobreviven esas serpientes que ni el propio Instituto Clodomiro Picado las desea,  ni para producir sueros antiofídicos.


Ronald Obaldía González  (Opinión personal)

lunes, 1 de octubre de 2012

HISTORIAS DEL LICEO RODRIGO FACIO BRENES (SAN JOSÉ – COSTA RICA). SEGUNDA PARTE.

HISTORIAS DEL LICEO RODRIGO FACIO BRENES (SAN JOSÉ – COSTA RICA)

El fútbol en la vida estudiantil.

Entre 1968 y 1973 surgía una generación de futbolistas sobresalientes en el Liceo Rodrigo Facio. Fue una generación que hizo también a la comunidad de Zapote significativos aportes en ese deporte. A pesar de que varios de ellos pertenecían a poblaciones como San Francisco de Dos Ríos y Curridabat, los equipos zapoteños los reclutaron al aprovecharse de la circunstancia de que los muchachos estudiaban en el colegio local.
Esta práctica la realizó la Unión Deportiva San Gerardo en la categoría juvenil, quien celebró un acuerdo con el Departamento de Educación Física, para que los estudiantes se enrolaran en dicho equipo.
En el campeonato intercolegial de futbol de 1972 de la provincia de San José, nuestro Liceo decidió organizar una selección, con tal de participar con el mejor elenco de futbolistas, el cual se ganó el pleno respaldo y entusiasmo de sus compañeros estudiantes.
De esa selección, recuerdo, entre ellos, al renombrado Víctor (el macho) Acuña; los hermanos Rojas (Walter y Alexis) de la Ciudadela; un alumno brasileño, que se había hecho muy popular, especialmente, por su elegancia; los hermanos Cordero Fernández; Zeledón, un fornido estudiante que vivía en San Francisco de Dos Ríos; los afrocaribeños Cristobal Smith y Anastasio; el portero Dorian, residente en Curridabat; Nais Marín, miembro de una familia de buenos futbolistas de Zapote; “Tola” Madrigal, Ricardo Garro Núñez y el finado Rodrigo Carvajal; en fin todos ellos tenían habilidades impresionantes, incluso, algunos ascendieron a la Primera División del Fútbol Nacional.
En el citado campeonato intercolegial, el Rodrigo Facio, de manera notable alcanzó llegar hasta las semifinales – su principal logro en futbol hasta ese momento -, las que se realizaron en el Estadio Rosabal Cordero de la provincia de Heredia. A las semifinales llegaron también el Liceo de Costa Rica, el Liceo de San José y otro colegio, igual de capaz, solamente que olvidé ahora su nombre.
La mala suerte de nuestro colegio fue el enfrentarse al Liceo de Costa Rica, cuya selección la conformaban el genial Carlos Santana (posteriormente, jugador del Deportivo Saprissa y seleccionado nacional) y el zapoteño Carlos Grant Trigueros, quien poseía una fuerza impresionante, por lo que al día de hoy, me es incomprensible la razón por la cual no obtuvo los exitosos logros en este deporte, como los registrados por su hermano, el brillante jugador Jimmy Grant. La cuestión es que el Liceo de Costa Rica, el campeón, eliminó al Rodrigo Facio, quien debió conformarse con el tercer lugar de esa semifinal.
La historia no acaba aquí. La mayoría de los seleccionados de nuestro Liceo pasaron a las filas de la Unión Deportiva San Gerardo, integrado, principalmente, por futbolistas de Barrio Pinto y de Curridabat. A ese cuadro, los estudiantes del “Facio” se unieron a los egresados de la institución, entre los que puedo recordar a Juan Sandí Ortega, Jorge Arturo González González (“Colacho” ), Álvaro Grant Trigueros, el exalumno de apellido Méndez, vecino de San Francisco de Dos Ríos, etcétera.
Inmediatamente después de la hazaña del Rodrigo Facio en el Campeonato Intercolegial de 1972, el cuadro del Barrio San Gerardo, con la ayuda de nuestros compañeros estudiantes y egresados, conquistó ese mismo año, nada menos, que el Campeonato Juvenil de la provincia de San José, enmarcado en el Campeonato Federado a nivel nacional. Sin temor a equivocarme, esto último ha sido lo más grandioso que registra la historia del fútbol del Distrito de Zapote en el ámbito nacional del fútbol, gracias a los capaces y habilidosos jóvenes que nuestro colegio formó con dedicación y esmero.



La “soda Rigo”.

Hubo un pequeño local que se convirtió en un centro de recreo y encuentro de los estudiantes del Liceo Rodrigo Facio, el cual tampoco estuvo exento de algunas inquietudes, al agitar el pensamiento de aquellos ciudadanos zapoteños, asombrados por los cambios de los tiempos del joven colegio, solo que a veces venía a alterar la quietud de su pequeña comunidad, desarrollada con la ayuda bondadosa de las cafetales que la rodearon.

La “soda Rigo” se ubicó al costado este del edificio del Liceo. El propietario de ese negocio fue Rodrigo (“Rigo”) Mora, un pequeño comerciante, cuya gruesísima contextura estaba muy lejos de impedirle practicar el fútbol y correr en la cancha sin limitación alguna.
...

Rigo era miembro de una familia de gran arraigo en el distrito. Sus hijos estudiaron también en el colegio y eran tan famosos como su padre, quien en 1969 se lanzó a la aventura de crear la soda, la cual llegó a ser como la vieja “soda Guevara”, que daba vida a la Universidad de Costa Rica en San Pedro de Montes de Oca.

En la soda Rigo se preparaban unas suculentas empanadas, que ayudaban a aliviar el apetito de los estudiantes, sobre todo, los que vivían fuera del distrito. El fresco de frutas acompañaba la oferta de aquel local, construido a base materiales bastante simples, al igual que el mobiliario, compuesto en su mayoría por rústicos bancos y sillas de madera, lo cual le permitía a algún “maleducado” escribir una frase de amor, o bien una palabrota de esas… por la cual descargaba sentimientos de frustración o tal vez de alegría.

El estudiante más pudiente portaba el radio de transistores, la última generación en materia tecnológica. Con ello se convertía en el centro de atención de sus compañeros, pues había que sintonizar “radio Juvenil”, una actividad obligada de todos los días.

De manera que la “soda Rigo” se constituía en el lugar apropiado, donde se aglomeraban los ávidos muchachos para escuchar la música rock que dominaba en ese entonces, y que a la vez promovía sus propias costumbres y formas de vivir. Únicamente por ello, la soda llegó a ser objeto de gratuitas especulaciones; por eso no pocos padres de familia desaprobaron tal entretenimiento extraescolar de sus hijos.

El corredor de la soda, frente a la calle principal del distrito, significaba su parte más atractiva para imponerse a las horas. Los eventos del Liceo eran comentados con sumo entusiasmo, aunque también la discreción se hacía presente en el ambiente informal del añorado negocio, incluida la solución de alguna que otra diferencia interpersonal.

A los novios poco les importaba marcar allí; los precios cómodos de los productos hacían quedar bien los actos corteses del novio, en su propósito de atraer a su amada.

De veras que la soda Rigo representó la lección extra de nuestra vida estudiantil.

Ronald Obaldía González.