sábado, 25 de febrero de 2012

RESPALDO AL BARRIO CHINO.

RESPALDO AL BARRIO CHINO.

Ahora algunos en la capital San José se preocupan por la explanada de La Soledad y por el Paseo de los Estudiantes, sobre todo en el momento en que se construye el Barrio Chino, en parte de este sector.
Sin embargo, todavía hace unos meses nadie hacía referencia, y muchos menos, contribuía a aportar soluciones contra la imparable suciedad y al fuerte hedor que arrastra...n los quehaceres fisiológicos de los abandonados indigentes que se apoderaron de las edificaciones que conforman el complejo de La Iglesia de La Soledad.
No solo eso, las voces estridentes que se oponen al Barrio Chino ni siquiera se han acercado a preguntarle al párroco Sacerdote de esa histórica Iglesia acerca de las necesidades requeridas para evitar que el Templo continúe deteriorándose. Tampoco ningún defensor del patrimonio arquitectónico, de éstos, que hoy alzan tales estandartes a favor de la cultura critican el tren de chinchorros, cantinas, bares, cuarterías, paradas de buses contaminantes, bunker de drogadictos que abundan por doquier en el Paseo de Los Estudiantes.
Hoy que la Municipalidad de San José y su inteligente Alcalde se deciden a embellecer nuestra ciudad Capital, no tardan en saltar las liebres, los hipócritas, "los serruchadores de piso", los crí-"ticos", los majaderos, los politicastros, los politiqueros, los habladores, para torpedear el proyecto del Barrio Chino, que viene a rendir homenaje a los innumerables aportes de la cultura china a nuestro sistema democrático, que viene a rendir tributo a las nobles familias costarricenses que han hecho matrimonios con ciudadanos chinos. En fin, tantas cosas positivas y constructivas de tales vínculos entre ticos y chinos, de lo cual hemos sido testigos. Por eso muchas gracias a la Municipalidad de San José y al Alcalde Johnny Araya por pensar en esa noble comunidad étnica, de la cual forma parte mi amada y sabia profesora Hilda Chen Apuy Espinoza, benemérita universitaria, así como mis amadas nietas Sofía y Lucía, cuyo padre es hijo de madre china. Ojalá hagamos pronto el Barrio Afrocaribeño, el Barrio Gringo, el Barrio Europa, el Barrio de los nicaragüenses y el Barrio de los Indígenas.
¡Basta ya de los maldicientes y de tanta mala fe en este país!
 
 Ronald Obaldía González.

martes, 21 de febrero de 2012

NOCIONES RECIENTES SOBRE LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA ECONÓMICA.

 

Nociones recientes sobre la teoría de la dependencia económica.


Acaso llega a ser innecesario “revisar la historia”,  a efecto de explicar la distancia entre países ricos y pobres, en términos de crecimiento económico. 

La llamativa frase del “borrón y cuenta nueva” ha sido la consigna de no pocos teóricos y estadistas, en su equivocada pretensión de  desechar la historia y la psicología social,  de un solo plumazo, en lo que respecta a comprender la evolución de las sociedades de desarrollo tardío, como también en la visión de promover transformaciones en  las naciones menos aventajadas.

Esa concepción “ahistórica”  ha sido inútil  en la gran tarea de los responsables políticos y los agentes económicos y sociales de lograr que una nación en particular, despegue  hacia el  crecimiento  y el desarrollo.

Por supuesto,  que dicho pensamiento afín a la escuela “positivista”  -  ignoro si hay que  asociarla también con el “neoliberalismo” y “el pragmatismo” -   ha  sido, posiblemente,  el causante de estragos políticos y sociales tales como el Chile del general  Augusto Pinochet, ya que los valores universales de la democracia pluralista y la protección de los derechos humanos fueron marginados  dentro del  diseño nacional, a cambio de resaltar la tecnocracia y “el eficientismo económico”.

Es decir, allí los sectores y colectividades que integran la sociedad en particular,  tenían que ocuparse del florecimiento del sistema productivo, que, en teoría, según lo formularía  el economista Milton Friedman (la escuela de los Chicago´s boys), habría de  prescindir de la intervención del Estado,  el cual en el caso particular de Chile asumió las tareas de la represión militar, pues solamente así se daría sostenibilidad del nuevo esquema de acumulación de capital.

Aquello era la alternativa de  allanar el camino a la reconstrucción del mercado libre, competitivo,  tal que viniera a poner a funcionar una economía más eficiente, cuyos beneficios irían a recaer en élites sofisticadas, reacias a impulsar, posteriormente,  la política de la distribución social de la riqueza (o “el goteo”), del modo en que el mismo Friedman lo pregonaba.

Justamente, el desacierto de los ajustes estructurales planteados por los agentes globales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial fue el haber desatendido  la historia de los países meridionales, en especial la de América Latina, heredera de estructuras coloniales de división de clases, basadas en la acumulación desigual de la riqueza. Lo cual  llegó a ser un fenómeno disfuncional,  que continuó acentuándose y reproduciéndose tras la independencia  de los nuevos Estados Nacionales, el cual Pinochet perfeccionó un siglo después. 

A mediados del siglo pasado, cobró un enorme apogeo la teoría de la dependencia y del subdesarrollo económico, la cual ofreció suficientes aportes históricos y políticos  que vinieron a dar mayores luces a la brecha  existente, a nivel global,  entre el norte, productor de manufacturas y de alta tecnología; y por otra parte,  el sur,  exportador de materias primas e importador de caros productos elaborados.

Dentro de sus argumentos, ella se ocupó de entrecruzar   las desigualdades sociales propias del sur global,  conjuntándola con la interpretación de la realidad económica transnacional, según la cual en el capitalismo mundial prevalecen  (todavía) “áreas dominantes” o metrópolis y centros de poder,  las cuales coexisten con otras que son dependientes a ellas, las cuales han sido denominadas como  “áreas periféricas”.  

El impacto de fondo  ha sido el intercambio comercial desigual y desfavorable en perjuicio de las naciones de la periferia, todo lo cual ha traído consigo, en la mayoría de países ubicados en dicha categoría, una situación de atraso económico, distinguido  por bajos niveles de renta y riqueza añadida.

Sumemos a los tradicionales deterioros de los intercambios económicos, la cuestión de las prácticas del norte global  contra el libre comercio, entre ellos, la aplicación de los subsidios a la producción agrícola, lo mismo que  las barreras proteccionistas; el estímulo de las corrientes de capitales especulativos; el rol condicionante de las agencias calificadoras de riesgo  (Standard & Poor´s, Fitch, Moody´s),  así como la brecha en cuanto al conocimiento científico y tecnológico.

Como resultado de lo anterior, se pone en evidencia que lo planteado por  la teoría de la dependencia queda bastante rezagado, en este tiempo de “la nueva economía”, cuando sobresalen las barreras,  o bien los instrumentos financieros citados, de mayor complejidad y determinación, aun cuando   continúan colocando en desventaja al sur global. Además, de que el  impacto de ellos en las relaciones económicas estaba excluido en los postulados de la valiosa teoría que hacía uso del método histórico.

Así entonces, la historia nos enseña que la desigualdad social dentro de las sociedades nacionales latinoamericanas, lo cual representa uno de los principales obstáculos hacia el desarrollo,  se viene arrastrando antes y después de la independencia. La cual se prolongó a causa de la posición que le asignaron a las nacientes repúblicas de proveer materias primas a precios bajos, todo ello dentro de la lógica de la división internacional del trabajo, que vino a conceder mayor “valor de uso y de cambio”  al trabajo de las manufacturas y las tecnologías producidas por las metrópolis.        

Sin embargo, las desigualdades sociales y el deterioro en los términos de los intercambios comerciales han sido objeto de debate internacional desde cuatro décadas atrás; éste surtió efecto con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), entre otras instancias.  A veces se me ocurre pensar que no fue en vano el planteamiento de los teóricos de la dependencia, quienes contribuyeron, con sus tesituras, a dar forma al esquema multilateral de regulación del comercio global,  quien postula que el libre comercio,  ajeno a las interferencias de los monopolios o a prácticas negativas y desleales, es un factor determinante para el desarrollo de todas las naciones.      
Significa también que hay razones para ser optimistas. Paulatinamente, se han consolidado los valores de la cooperación económica y comercial entre las naciones del norte y el sur globales, así como el reconocimiento del principio de las asimetrías económicas, el cual consiste en proteger el estatus y la diferenciada condición de las pequeñas economías nacionales,  sobre todo en las negociaciones comerciales, tanto regionales como globales. Asimismo, la tendencia absorbe los propios tratados de libre comercio, siempre  en la perspectiva de garantizarles el tratamiento especial a los intereses de los pequeños países, porque en las relaciones comerciales y tratativas  han de entrar  en desventaja frente a los países altamente industrializados.   

Me pregunto que si América Latina comporta una superior estabilidad en comparación con la Unión Europea, en medio de los actuales trastornos financieros, que pintan a recesión global, sea porque  obedezca a los cambios favorables que, en buena medida, registran hasta ahora la economía y el comercio mundial, al haber mayor consciencia en  lograr la equidad en las transacciones, así como concretar sustanciales modificaciones en la captación de inversiones y recursos externos.  En otras palabras: “la historia cambió”.

Ronald Obaldía González  (opinión personal)

martes, 14 de febrero de 2012

“El jaguar centroamericano” . Por Adolfo Constenla Arguedas

“El  jaguar centroamericano”  
Adolfo Constenla Arguedas
Leía un artículo de un reconocido politólogo y sociólogo costarricense donde hablaba que Costa Rica era un “tigrillo” entre las naciones de la zona y me hizo reflexionar.  Esta alusión es entendible si pretendemos compararnos con los estados que han sido conocidos como “Tigres”, debido a su capacidad de desarrollo, innovación y crecimiento económico.
Ejemplo de estos se dan en diversas zonas del planeta como Asia y Europa. Países como:  Corea del Sur, Singapur, Hong Kong y Taiwán fueron denominados como los “4 Tigres asiáticos”, por  haber sido, entre  1960 y 1990,    países con altas tasas de crecimiento e industrialización, además de convertirse en importantes receptores de inversión extranjera. En igual forma, Irlanda, antes de la crisis económica, sufrida en el último año, fue conocido como “El Tigre Celta” por el rápido crecimiento económico que experimentó desde los años noventa hasta la década del 2000. En esos años, el PIB del país creció un 5% a pesar de la recesión en el resto de Europa, convirtiendo al PIB per cápita de la República de Irlanda en el segundo más elevado de la Unión Europea.
Costa Rica, en los últimos 25 años, ha logrado desarrollar una  política de comercio exterior  que ha tenido una dirección constante. Esto le ha permitido convertirse en la economía más abierta de América Latina y en el tercer receptor de inversión extranjera directa, per capita, de toda la región, como lo reconoce el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010.
Adicionalmente, el país ha tenido éxitos importantes en foros multilaterales tales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), al mismo tiempo que se ha ampliado de manera sistemática la red de tratados comerciales, mediante los cuales se asegura el acceso de nuestros productores a un número creciente de mercados y se amplía  la oferta de productos al alcance de los consumidores costarricenses. Con la incorporación de los Tratados de Libre Comercio, Costa Rica se ha convertido en socio de economías poderosas del orbe y comenzó a hacer llegar sus productos a buena parte de los consumidores con poder adquisitivo de diversos países. Las oportunidades que brindan las nuevas plataformas comerciales, le permiten al país continuar con la modernización del país y estrechar lazos diplomáticos, comerciales y culturales. En este sentido, la producción nacional más eficiente, con empresarios con la mira puesta en los mercados externos, ha permitido que los productores y exportadores nacionales crecieran. Esto ha permitido aumentar la competitividad del país.

Costa Rica, nuestra patria, desde hace mucho tiempo, ha sido, dichosamente, reconocida por sus esfuerzos y logros en temas como el desarrollo humano, educación, respeto a los derechos humanos, salud, entre otros. Igualmente, contamos con la suerte de contar con una biodiversidad amplia y exuberante. Dentro de esta biodiversidad podemos encontrar que en el país tenemos una variedad de felinos como: el jaguar (Panthera onca), el manigordo (Leopardus pardalis), el caucel (L. wiedii), el tigrillo (L. tigrina), el puma (Puma concolor) y el león breñero (Herpailurus yaguarondi).

Siguiendo la línea de pensamiento que esbozaba el artículo que menciono en el primer párrafo, considero que Costa Rica ha sabido evolucionar, de forma inteligente y positiva, dentro de “la biodiversidad de las naciones”. El país ha ido desarrollando sus fortalezas, como un buen ejemplo de “cazador” de oportunidades y de capacidades. Es decir, hemos evolucionado de ser un simple “tigrillo” a ser un caucel, un manigordo, un león breñero, un puma. Ojalá que, siguiendo esta línea, no nos conformemos, sino que continuemos buscando consolidarnos como un “cazador” inteligente, versátil y atrevido, dentro de la “biodiversidad mundial”.  Es decir, busquemos alcanzar el papel de ser un jaguar, máximo exponente de los “tigres americanos”.

 Adolfo Felipe Constenla Arguedas

Retos y oportunidades del comercio exterior costarricense en un mundo multipolar/ Por Adolfo Felipe Constenla Arguedas

Retos y oportunidades del comercio exterior costarricense en un mundo multipolar
Adolfo Felipe Constenla Arguedas

La política, y aún más las políticas relacionadas con el comercio exterior, en la actualidad, constituyen un juego intrínseco de poderes entre las naciones, sean estas pequeños Estados, potencias emergentes o potencias ya consolidadas.

La multiplicidad de factores que influyen en la creación de políticas de comercio exterior, en la actualidad, hace que éstas dependan de aspectos, que van desde las crisis del sistema financiero internacional o el calentamiento global, hasta las convulsiones internas, en países lejanos, geográficamente hablando, pero que terminan convirtiéndose en vecinos cuando se observa el reflejo,  en nuestras economías,  de esas situaciones.

Hoy en día, existe, más que nunca, una necesidad de incorporar, en el estudio de la geopolítica, estos nuevos factores de análisis que repercuten en la importancia que tienen las alianzas estratégicas entre las naciones

En este sentido, recuérdese que el geógrafo , de origen sueco , Rudolf Kjellen (1864-1922), en  1916 , produjo su libro más importante: "El Estado como organismo viviente" ("Der Staat als Lebensform"), donde el término geopolítica fue utilizado por primera vez.  Señalaba el autor citado que  los Estados tienen muchas de las características de los organismos vivientes. En esa obra, también,  introdujo la idea de que un estado tenía que crecer, extender o morirse dentro de "fronteras vivientes", por ello tales fronteras son dinámicas y sujetas al cambio.

En su enfoque de expansión externa, la geopolítica favorece el diseño de estrategias de expansión económica y crecimiento organizacional muy útiles sobre todo en relación con los  productos y servicios que se distribuyen en diversos territorios, bajo la presión competitiva de otras naciones que disputan los mismos territorios o segmentos del mercado.

Siguiendo este orden de ideas, en Costa Rica,  la  política de comercio exterior ha tenido una dirección constante a lo largo de más de casi dos décadas lo que le ha permitido al país convertirse en la economía más abierta de América Latina y en el tercer receptor de inversión extranjera directa per capita de toda la región, como lo reconoce el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010..

Además, Costa Rica ha tenido éxitos importantes en foros multilaterales tales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), al mismo tiempo que se ha ampliado de manera sistemática la red de tratados comerciales, mediante los cuales se asegura el acceso de nuestros productores a un número creciente de mercados y se amplía  la oferta de productos al alcance de los consumidores costarricenses.

En el mundo globalizado que caracteriza a nuestros tiempos, el pensamiento expresado por grandes estrategas, como el almirante de los Estados Unidos de América,  Alfred T. Mahan, quien postulaba  la importancia estratégica del dominio naval como clave para la dominación mundial “Quien domine el mar domina el comercio mundial; quien domine el comercio mundial domina el mundo” o el político Sir Halford John Mackinder, que desarrolló la teoría del Heartland (región central ) o áreas pivote, grandes zonas continentales en las que su control facilitaría el dominio del mundo, están más vigentes que nunca.

La República de Costa Rica, como  “organismo viviente”  o “Lebensform"  ha sabido reconocer que la existencia de alianzas estratégicas es un punto esencial para lograr brindar mejores condiciones de desarrollo para sus habitantes y para seguir despuntando, en el concierto de las naciones, como un Estado que ha sido reconocido, siempre, de forma particular por la forma en la que hemos sabido conducir nuestro destino, desde la Independencia. Costa Rica ha logrado, debido a su posición estratégica, y la capacidad demostrada en sus políticas de relaciones exteriores, establecer, a lo largo de su historia, sólidas bases con una multiplicidad de “organismos vivientes”, verbigracia, Estados de diversas zonas del planeta.

Siendo consciente de la realidad señalada, ya desde el siglo XX, de que las fronteras son dinámicas y sujetas al cambio, Costa Rica ha sabido expandir sus horizontes y logrado consolidar una serie de alianzas que han llevado a que expanda su frontera comercial a lugares geográficamente inimaginables hasta no hace muchos años.

En este momento,  Asia es la nueva frontera comercial para Costa Rica. Este continente  es una de las regiones con mayor crecimiento comercial y económico del mundo, lo que la convierte en un destino lógico para aquellos que buscan una mayor participación en los procesos productivos y la inserción exitosa en el mercado internacional. Consecuentemente, ampliar las relaciones comerciales y de inversión con el continente asiático permite a Costa Rica estimular la diversificación de la oferta exportable

Señala un proverbio chino que “El que ha desplazado la montaña es el que comenzó por quitar las pequeñas piedras."

Siendo conscientes de esta realidad es que, con gran orgullo, habiendo celebrado, el año pasado,  el 190 aniversario de conducir  libremente  nuestros destinos , debemos reconocer que nuestro país ha venido incorporando, en su visión de desarrollo, esa máxima china, motivo por el cual ha decidido aprovechar, al máximo, el abanico de posibilidades que surgen con la consolidación de estas relaciones,  con el propósito de permitir la generación de trabajos y de nuevas oportunidades para todos los costarricenses.

Podemos entonces indicar que, Costa Rica, a pesar de ser un pequeño país, ha ido, poco a poco, superando las piedras y obstáculos y asume desafíos como expandir sus fronteras comerciales, lo que, estamos seguros,  nos permitirá  construir un camino de mutua armonía, cooperación y amistad, en un momento histórico, privilegiado y promisor.



domingo, 12 de febrero de 2012

EL BARRIO HOLANDA.

EL BARRIO HOLANDA.
De las enseñanzas del doctor Samuel Stone (+) que suelo tener presentes, ha sido la bondad de haberme permitido descartar, en los trabajos de campo, las encuestas o la toma directa de apuntes, o bien el uso de cualquier otro recurso para hurgar sobre el tejido social de un grupo humano en particular.  
La fórmula alternativa del doctor Stone consiste en conversar informalmente con aquellas personas que, a consecuencia de su arraigo en determinada colectividad, además de  poseer conocimiento,  al mismo tiempo desempeñan roles activos en una estructura específica, ejerciendo poder e influencia, sea en el ámbito económico, político, social y cultural.
Sobre la base de tal estilo de búsqueda de información, pude encontrar estatutos de convivencia en una comunidad, bastante peculiares, ubicada en una de las provincias más pobladas de Costa Rica. Quizás lo que sigue merece el calificativo de hallazgo, susceptible de atraer la atención de un investigador social o estudioso de la conducta humana.
Los pobladores de Barrio Holanda idearon una manera original de prevenir y enfrentar la delincuencia común, a tal extremo que lograron obtener resultados exitosos en este empeño. Las estadísticas hablan por sí solas, pues allí  los homicidios, los asaltos contra la propiedad privada y las personas, disminuyeron, por no decir que desaparecieron.
De acuerdo con las versiones de nuestras fuentes de información resultaron innecesarias “las políticas de mano dura” o “de plomo constante” para esterilizar el delito y, de este modo, transformar a la comuna en un Edén costarricense. Ni siquiera la intervención de los funcionarios del puesto de policía llegó a ser imprescindible,  en la consolidación del novedoso estatuto de convivencia.  Más bien, al cuerpo de policía lo excluyeron de él, según se ha puesto en evidencia.
Todo inició cuando los dirigentes comunales se acercaron a dialogar con el vendedor detallista de drogas, quien ha operado por demasiado tiempo en esa populosa barriada, de la misma manera en que trabaja el cantinero del pueblo. La conveniencia de “un pacto de no agresión” terminó siendo el producto de las negociaciones.
Mediante dicho “pacto”, el vendedor furtivo se comprometió a alinear sus colaboradores, demandando de ellos una conducta pacífica y escrupulosa, ajena a alterar la tranquilidad de las familias.  Mientras tanto, la gente de la barriada adoptaba el acuerdo de tolerar dicho comercio de sustancias, rehusándose a tomar represalias conjuntas o de  cooperar con las autoridades de policía, encargadas de reprimir dicho negocio.
El pacto comporta el retiro fugaz de los clientes que visitan el negocio. Es decir, nadie que no sea de la comunidad permanecerá en los principales sitios del Barrio, menos aún pueden consumir drogas a la vista de los pobladores. Ambas partes se comprometieron a conjuntar esfuerzos, destinados a expulsar gente dañina, que se introduce a la comunidad con aviesas intenciones.
El acuerdo “ha hecho ganar a todos”. El elevado nivel de tolerancia alcanzado por la comunidad hace pasar por encima la fisonomía y las expresiones corporales   de una de las autoridades locales, quien, con todo, se siente aceptado tanto por los adultos como por los jóvenes, ya que le reconocen su vocación de servicio y su preocupación por los necesitados.
En Barrio Holanda se percibe la seguridad, la autoconfianza y la empatía entre la gente. Lo que era antes la humilde “pulpería”, ahora es un pequeño supermercado, poco custodiado,  que se precia de contar con enorme clientela, la cual se desearía cualquier negocio con marca transnacional.   Los servicios públicos funcionan a la perfección, especialmente el servicio de transporte público.
A la vista se deduce que las piadosas familias prosperan. Además, ellas se ocupan de embellecer sus viviendas.  El parque, las calles y los pasos peatonales se mantienen limpios, cuestión que es difícil observar en otros poblados aledaños.         
Hace dos años la fiesta cívica del Barrio estuvo saturada de violencia, por lo que en adelante se clausuró;   una decisión que, por supuesto,  dejó pérdidas económicas a todas las partes involucradas en “el acuerdo de no agresión”.  Sin embargo, la capacidad de la barriada holandesa de modificar la conducta colectiva se puso a prueba esta vez,  ya que al tomarse la decisión de reanudar y reivindicar la festividad, dados “los atributos explícitos”, se dio por reportado este año la ausencia de incidentes que lamentar.  El cambio positivo de la gente aumentó la moral de la comuna, por lo que se determinó repetirla en su momento.      
Acatando las lecciones del doctor Stone me aboqué, ingenuamente,  a la tarea de reencontrarme con mis fuentes de información, a efecto de captar la percepción de mis colaboradores acerca de las últimas declaraciones del  Presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina y del Presidente colombiano,  Juan Manuel Santos, sobre despenalizar el tráfico y el consumo de las drogas. 
 Desde luego, que la respuesta no pudo ser otra que la plena coincidencia de mis orgullosos personajes con la argumentación de ambos mandatarios, al cabo que se ofrecieron hacer todo lo posible para explicarles “las bondades  del modelo experimental” de Barrio Holanda.
                  
Ronald Obaldía González (opinión personal)

miércoles, 8 de febrero de 2012

Nuevos episodios de la Revolución de la Primavera.
Negar a estas alturas el desmoronamiento vertiginoso de Siria y el Irán, miembros del “eje del mal”,  equivale a desmentir la  ley de gravedad. Finalmente, el cinismo de Rusia y de los cálculos de la China Popular, quienes,  en medio del continuo  derramamiento de sangre, insisten en prolongar la vigencia  del  régimen sirio, presidido por Bashar Assad, demostrarán su debilidad frente a la  verdad  del derecho natural, del cual se inspira el ideal de la tutela de los principios universales de la dignidad y el valor de la vida humana.  
Las horas del presidente Bashar Assad están contadas. Ni lo salvará el fracaso del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde se abortó la resolución, que hubiera permitido la condena de las masacres contra el pueblo.  Todavía Occidente y la Liga Árabe manifiestan tener amplios márgenes de maniobra diplomática y militar, que, de seguro,  facilitará el esquema seguido contra  Muamar Kadhafi en Libia.
Por supuesto, que dicha acción internacional coordinada,  habrá de irritar  a Rusia, cuyo comportamiento en torno al caso particular de su viejo aliado sirio, lo hace desmerecedor del escaño permanente que ocupa en el Consejo de Seguridad.  Sin embargo, “la revolución del jazmín”  cuenta con su propio “reloj político” en la Rusia de Putin. Los muros de contención del Kremlin  se muestran incapaces de retenerla.

Sea la escalada revolucionaria que enfrenta Bashar,  la que entonces le causa desasosiego a los gobernantes rusos, pues ello aumenta la magnitud del riesgo de la discontinuidad, dadas las interconexiones entre “las revoluciones de la primavera”, irrespetuosas de las distancias geográficas. Por eso, el riesgo permanecerá visible en el caso de que un Putin, desacreditado, salga favorecido (“mediante fraude”)  en las próximas elecciones presidenciales.

El colapso del eje sirio – iraní repercutirá en Moscú. Según los cálculos de no pocos analistas políticos, Rusia será el siguiente candidato en la secuencia de las rebeliones, una vez que concluya la de Siria. Mientras tanto, ese lugar   todavía dista de ocuparlo el régimen teocrático del Irán, aliado de Rusia. 

Las fisuras internas del régimen de los ayatolas, obsesionado con los programas nucleares, para convertirse “en gendarme del Medio Oriente” y de paso “lograr la destrucción de su archienemigo Israel”, son insuficientes como fuentes de tensión e inestabilidad doméstica; particularmente,  las contradicciones, superables,  entre el ayatola Ali Jamenei y las tesis nacionalistas del presidente Mahmud Ahmadineyad.

Por ahora, son reducidas las posibilidades de las fuerzas opositoras persas de alcanzar, por sí solas,  la ruptura inmediata del régimen teocrático. Hay que esperar los efectos mayores del aislamiento político del Irán y el consecuente estrangulamiento económico y financiero, promovido por Occidente, lo cual llegará a ser un factor determinante en la pronunciada erosión de su sistema político.


Así como las secuelas de las sanciones políticas y económicas internacionales impuestas, merced al rechazo iraní de detener sus proyectos nucleares, tendrán un carácter irreversible, ellas mismas abonarán las sucesivas rebeliones, motivadas no solo por el carácter medieval y despótico del gobierno de Ahmadineyad, sino que también por el ejemplo del pueblo sirio en su afán liberador.

Enorme responsabilidad ocupará el desabastecimiento de materias primas y el bloqueo de los flujos comerciales y financieros, los cuales vienen minando el sistema productivo del Irán, basado en las exportaciones del petróleo y gas.


El credo de la Doctrina de Doble Contención (Dual Containment Policy), “que implica poner de rodillas a Irak e Irán para beneficio de Israel” y los aliados estadounidenses en el Medio Oriente, ha  rendido sus frutos, especialmente,  en lo tocante a desequilibrar y atemorizar al Irán, así como en hacerlo desistir, paulatinamente,  de la construcción de la bomba atómica. Esto último quizás sea  la antesala de su real caída, la cual,  en algún momento, habrá de llegar, porque el mismo clima de cambio en el todo el Medio Oriente es altamente probable que arrastre a Teherán. 

 De ahí, que carezca de cierta lógica la  existencia de un supuesto ambiente de “pre-guerra” en el estrecho de Ormúz, el cual comporta enfrentar a Estados Unidos de América y el Estado hebreo contra el Irán; sobre todo, en medio del  contexto global de cuasi – recesión económica, y en el que a la vez se decidirá a finales de este año la reelección del Presidente Barack Obama. Así entonces,  cualquier inversión en guerra vendría acompañada de incertidumbre y serios riesgos; los fracasos militares costarán bastante caros.

Eso tampoco quiere decir que sea descartado el ataque israelí a Irán, de haber evidencia comprobada que la nación persa haya producido armas de destrucción masiva. No sobra subrayar que  los trece servicios de inteligencia estadounidenses  –de manera unánime–, y el actual jefe del Mossad israelí, Tamir Pardo, así como su antecesor, “aseguran que las iniciativas (nucleares) iraníes no constituyen una amenaza”.

Dichosamente,  tales argumentos atenúan el riesgo de avanzar en el ambiente pre – bélico en el estrecho de Ormúz, la salida del golfo Pérsico, “que no tiene más de 50 kilómetros de ancho, donde transita el 40% del petróleo mundial”, pero como respuesta a las sanciones internacionales, Irán  pretende bloquear.  

 Por otra parte,  un Presidente Obama, presionado por el público estadounidense en la hipótesis del bloqueo contra el citado estrecho,  ya ha demostrado “que puede ser capaz de lanzar un ataque masivo contra un Irán”, provocador, o  empecinado en poseer la bomba atómica.  De igual forma,   cuando se trata de los estrafalarios ayatolas y del presidente Ahmadineyad, quienes gozan de la desconfianza casi absoluta dentro de la comunidad internacional, donde apenas tiene unos cuantos “amigos”, como Venezuela, Ecuador y Nicaragua, quienes piensan que sus programas nucleares sea para fines pacíficos.  

En conclusión, en estos conflictos políticos o de amenazas de guerra hay una gran dosis de “palabrería”, como lo advertía el Primer Ministro hebreo, Benjamín Netanyahu al desmentir un posible ataque de su país contra el Irán en abril de este año. Lo cierto es que sí podemos confiar en  que durante este año se observarán otra vez  dictadores y sátrapas huyendo de sus países y cargando su equipaje lleno de dinero saqueado. 

Ronald Obaldía González (opinión personal)