miércoles, 27 de junio de 2012

EL CÍRCULO VICIOSO DEL PARAGUAY.

EL CÍRCULO VICIOSO DEL PARAGUAY.
Si me pusieran a seleccionar un  edén latinoamericano  de la corrupción,  de forma inmediata mencionaría al Paraguay.  Con ligeras diferencias, Nicaragua tampoco se queda atrás, en especial,  por el quiste  pseudo  sandinista,  en la determinante función de prolongar ahí las patologías crónicas.     
Volvamos a nuestro tema original.  Paraguay es un país suramericano sin costas, ubicado en el cono sur, cuyo principal sector productivo viene a ser la agricultura, siendo la soja el principal producto de exportación. Su población es mestiza (90%), descendiente de españoles e indígenas de la etnia guaraní.   Desde tiempos de la colonización española debió enfrentar también los apetitos imperialistas de Portugal, Francia e Inglaterra. 
Tras su independencia en 1811, el pueblo paraguayo era objeto de las ambiciones de las potencias regionales, específicamente, de Buenos Aires  y el Brasil, quienes pusieron al desnudo  el interés de apropiarse de los territorios de la nación  guaraní. 
El gobernante y dictador vitalicio Gaspar Rodríguez de Francia impulsó prometedoras  políticas liberales y de corte social, entre las que destacaba, la estatización del territorio nacional, la secularización de las instituciones,  el reparto equitativo de las riquezas y “la consolidación de una economía sana”.  Sin embargo, el asediado Rodríguez de Francia tuvo que escoger  el camino del aislamiento  - la táctica  copiada  más de un siglo después  por el dictador Alfredo Stroessner  -  con tal de contener,  con base en la formación de un ejército nacional  respaldado por los Estados Unidos de América,  los propósitos expansionistas de los argentinos y los brasileños. 
Finalmente,  las ambiciones de ambas potencias del cono sur, apoyadas por una fracción política del Uruguay,   se materializaron  en la Guerra de la Triple Alianza (1865), la guerra de exterminio contra el Paraguay, en la que dicha nación  perdió dos tercios de su población (casi 400.000 muertos).  Al mismo tiempo, se produjo  la destrucción de las instituciones;  la apropiación de partes significativas de su territorio, seguido de seis años de ocupación brasileña.  Luego sucedieron los cobros indiscriminados de indemnizaciones de guerra, así como la desintegración de la cultura guaraní,  fraguada con acentos racistas por parte del presidente argentino Faustino Sarmiento, quien instaló su poder en el Paraguay desde 1874 hasta 1884.    
Concluida la Guerra de la Triple Alianza comenzaron las desgracias y complicaciones endémicas paraguayas,   sobre todo, frente a la exposición y dependencia a intereses y poderes extranjeros, adjuntos a la profunda inestabilidad política. Todo ello vino a  repuntar, con mayor fuerza, tiempo después, al irrumpir el conflicto limítrofe  de la Guerra del  Chaco (1932  - 1935), cuando esa nación  se enfrentó a Bolivia,  la  cual cobró la vida de 50.000 paraguayos. 
Esa vez, la guerra fue instigada  por las compañías transnacionales Standard Oil y Shell,  además de otros intereses británicos y estadounidenses en juego, quienes, en medio de la finalización del estallido de la guerra limítrofe,  permitieron a los paraguayos apropiarse  de dos tercios de la zona chaqueña de origen boliviano, donde se estimaba la existencia de yacimientos de petróleo.     
Al igual que sus vecinos, la elevada concentración de la tierra es una cuestión sumamente crítica en el país suramericano, así como la extrema pobreza  (más del 50%) que  lo sigue castigando,    la cultura de la corrupción, la insuperable desigualdad social, patrocinadas  tanto por los centenarios  partidos, ya sea el Colorado,  - del cual se apropió luego Stroessner,  apegado al  poder desde 1954 hasta 1989 – como  el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
Ambos subimperios suramericanos, Argentina y el Brasil, no  han dejado de influir todavía en “el patito feo”, a través del MERCOSUR;  en particular, el gobierno brasileño al obtener desde el pasado siglo  ventajas superiores en las ganancias y la administración binacional de la represa hidráulica de Itaipú,  construida en 1984 por Stroessner  en  compañía del  capital carioca.  
Admítanme un hecho más,  no solo como digresión, sino en demostrar la subordinación y posición desventajosa del Paraguay en términos políticos,   el subrayar  el rol delincuencial de la fronteriza  Ciudad del Este,  en la que allí convergen también los territorios del Brasil  y Argentina.  En su condición de zona libre de impuestos,  se transformó de manera vertiginosa en una fuente ilimitada del narcotráfico, el sicariato, el blanqueo de millones de dólares, el paso de contrabando,  el robo de vehículos, el escondite de criminales de guerra,  el tráfico de personas, especialmente para la explotación de niños. 
A modo de “una región basura”,  dirigida por el crimen organizado;    de  la Ciudad del Este  sacan también  provecho  tanto los argentinos como los brasileños,  pero el peso del desprestigio internacional  lo acarrea  el Paraguay,  al extremo que los Estados Unidos de América la han catalogado como “zona de actividad terrorista, donde operan las organizaciones árabes  Hamas y Hezbollah.”           
 La legión y el desfile de politicastros, gobernantes descarados y militares golpistas, una buena mayoría  en contubernio con el narcotráfico y el contrabando de la Ciudad del Este,  han sido los gestores del ciclo contextual de declinación y erosión  (Raúl Arias Sánchez, 2012), cuyos orígenes se remontan a los primeros años de la independencia nacional.  Quizás de ello  hubieron de exceptuarse, ya fuera Caballero y Yegros, así como  el liberal Rodríguez de Francia, organizadores de aquel nuevo Estado.
En los dos siglos de independencia, el más conspicuo de todos  llegó a ser Alfredo  Stroessner,  quien   se adueñó de la nación  a través del Partido Colorado y del respaldo incondicional de las fuerzas armadas. Habiendo controlado el gobierno con la ayuda del títere  Partido Liberal Radical Auténtico, el dictador se aferró a los dictados de “la doctrina de seguridad nacional”, a fin de violar, sin ninguna contemplación,  los derechos humanos.
Durante el período de  Stroessner se fomentó el  aislamiento del Paraguay,  solo alterado en la década de 1970,  al plegarse a los objetivos de la Operación Cóndor:  la estrategia unificada de las dictaduras militares suramericanas que arrasaba  contra la oposición y los movimientos guerrilleros.  Asimismo, se institucionalizó  la corrupción sobre la cual el dictador montó la estructura clientelista que sigue vigente, pese a las traiciones de su consuegro el general Andrés Rodríguez, quien le dio golpe de Estado en 1989, junto con el tenebroso  general Lino Oviedo, uno de los actores intelectuales del magnicidio del vicepresidente Luis María Argaña, como también  del actual golpe de Estado contra Lugo.  Con todo,  Oviedo cuenta con cierto arrastre popular, goza de “un carisma”,  casi similar al de Efraín Ríos Montt en Guatemala.    
En  el caso particular del Paraguay, llegó a  sobrevivir un grupo insurgente relativamente débil,  ligado hoy al comercio de drogas, el cual está detrás de las invasiones campesinas en los extensísimos latifundios.  Justamente, la última de ellas, causante  del golpe de Estado legislativo contra “el reformista” presidente  Fernando Lugo (ex – obispo católico), pues murieron 17 personas, entre campesinos y policías, merced a la supuesta complicidad del mandatario (o impericia de él en prevenirla), al simpatizar solapadamente con los invasores de latifundios. Estas tierras en poder de antiguos adeptos del desaparecido  Stroessner, a quienes les resulta impensable una mínima reforma agraria.               
Alcanzando el máximo cargo del Poder Ejecutivo, mediante una alianza entre diversos sectores y a contrapelo de la vigorosa oposición de la Iglesia Católica, la cual desautorizó su carrera y aspiraciones políticas;  el Presidente Lugo rompió con los 61 años de continuismo del Partido Colorado, la agrupación que tiene en su haber el comienzo de la frágil apertura democrática, tras el derrocamiento del régimen de Stroessner;  que  dicho sea verdad, fue  maquillado,  en tanto que los factores de tensión, sean políticos, económicos  y sociales  continúan expresándose en el Estado paraguayo.
La imagen del presidente se deterioró sobremanera, al revelarse sus “aventuras amorosas” con mujeres humildes, a quienes dejó embarazadas, en la época de su sacerdocio y obispado.  Sus constantes e infructuosos ochenta  viajes presidenciales al extranjero, juntos sumaban “400 días perdidos”,  transmitían desde el seño del gobierno una seria desatención de los problemas domésticos e ineficacia institucional,  argumentos que fueron bien utilizados por sus innumerables adversarios.
A la vez, se movía la sombra activa y persecutora del Vicepresidente Federico Franco, defensor de las leyes protectoras de los terratenientes, y  receloso desde un principio del acercamiento o alineamiento de Lugo a favor del ALBA del presidente venezolano Hugo Chávez, a quien el Congreso paraguayo, dominado por el propio Partido Colorado, le torpedea su ingreso al MERCOSUR.  
Paraguay tiene amplia experiencia respecto a estar aislado,  difícilmente le hará mella una sanción de ese tipo, que pueda aprobar la Organización de los Estados Americanos (OEA), a menos que vaya acompañada del bloqueo económico, lo cual se ha descartado.  Como sea, las clases tradicionales de la nación guaraní, además de sagaces y mejor adiestradas en tales lides, a diferencia del caso de Honduras,  manifiestan tener demasiadas conexiones y negocios comunes con sus pares suramericanas, al cabo de que también estas últimas sugerían la caída del presidente Fernando Lugo, el cual  apenas estaba sostenido con alfileres, para desdicha del avance de la democracia latinoamericana.
Ronald Obaldía González (opinión personal)
     

viernes, 22 de junio de 2012

A PREOCUPARSE POR HONDURAS


A preocuparse por Honduras.
Al país de los furiosos indígenas, que guiados por Lempira, habían resistido la conquista final, llevada a cabo por Pedro de Alvarado, se le atribuye todavía el molde “de república bananera”, cuyo diseño obedece a los mandatos de 230 terratenientes criollos y ultraconservadores, dueños históricos del 75% de las tierras de una de las naciones más rezagadas de América.
 Desde la independencia nacional, esa clase social ya iba haciendo yunta con las privilegiadas Fuerzas Armadas, que le son incondicionales en la estrategia de salvaguardar el estatus quo, excluyente de casi el 80% de la población, situada dentro de los límites de la pobreza.     
Propietaria a la vez de  grandes extensiones de tierras, ferrocarriles, barcos y hasta del presidente de la nación,  tampoco podía faltar en el prototipo de república bananera,  la poderosa United Fruit Co.  La cual entró a escena a fines del Siglo XlX, dominando casi totalmente la economía  hasta mediados del Siglo XX.    
Asimismo, ha sido un hecho preocupante el hostigamiento contra la oposición,  los activistas y defensores de los derechos humanos.  Éstos, “agitadores y terroristas”, denominados así por leyes especiales, desde siempre perseguidos: fuera por gobiernos civiles, entre ellos el Roberto Suazo Córdoba en la década de 1980, o por los gobiernos militares de Tiburcio Carías Andino (1933 – 1949);  más tarde por el del General (semi - analfabeta) Policarpo Paz García a finales de la década de 1970, todos ellos cercanos a la extinta dictadura de la familia de Somoza en Nicaragua.   
Recuperándose apenas de los efectos de la tragedia del huracán Mitch (octubre de 1998), que se aprovechó de la degradación de los suelos;  la escalada de violencia en Honduras, ha venido intensificándose, subsidiada esta vez  por un sector de la élite dirigente y no pocos multimillonarios, quienes se sienten amenazados por las invasiones de tierras, por parte de los campesinos, ampliamente marginados de los beneficios de la agricultura y de la actividad minera.    
El sector dominante, junto con la reducida clase media, habían patrocinado el golpe de Estado de junio del 2009,  ejecutado por el influyente Ejército, el que derrocó al estrafalario Presidente Manuel (Mel) Zelaya, que, apenas con sus atuendos de dormir, debió abandonar un país, que se sumaba al redil bolivariano del Presidente Hugo Chávez.  ¡Tras cuernos, palos!
"Honduras cayó bastante hondo”.  La llevó a tales niveles la condena internacional´, de la que fue objeto el golpe de Estado de los militares, lo cual comportó un breve, pero dañino, aislamiento diplomático.   
Así de sencillo, en el país apetecido por el venezolano Hugo Chávez resaltan las serias evidencias de la sociedad polarizada, erosionada,  en tránsito al Estado fallido (“Rogue state no more”),   a causa de la profunda desigualdad, las violaciones a los derechos humanos,  así como la corrupción y  la criminalidad incontenibles, que la castigan severamente, por eso las tantas nebulosas que arrojó meses atrás la muerte de más de 350 privados de libertad en una penitenciaría.  
Desde el 2010 hasta ahora se reportan aproximadamente 25 periodistas y  varios líderes de la sociedad civil asesinados por bandas de sicarios y secuestradores. El panorama de criminalidad de  Honduras se ve recrudecido con la irrupción de las pandillas (o maras), lo cual  la coloca en la lista de las naciones más inseguras del planeta.  
La inseguridad alcanza hasta al Presidente hondureño  Porfirio Lobo, sometido a amenazas, ya sabemos por quienes,  cuando hace alardes de populismo.  Esa misma carta de presentación política  acompañará a la próxima candidata presidencial “chavista”, la reaparecida  esposa de Don Manuel (Mel) Zelaya, el derrocado presidente, hoy hechizado  con la corriente latinoamericana de proveer  “familias gobernantes”, una de ellas, que de seguro, se prolongará por una larga temporada  en “la Nicaragua, Nicaragüita”.   
Ronald Obaldía González (Opinión personal)

jueves, 14 de junio de 2012

HAY ARGUMENTOS OPTIMISTAS EN LA SOCIEDAD MUNDIAL

Hay argumentos optimistas en la sociedad mundial.
 En cuanto a incertidumbres y complicaciones superiores, resulta impensable equiparar las amenazas que trajo consigo la Guerra Fría, con las inestabilidades económicas que algunos vaticinan en este siglo a nivel global. 
Acerca de este último fenómeno, es decir,  las recesiones, hay todavía un enorme potencial de creatividad (Dominique Moisi)  política e innovación científica para evitar su aceleración. Por supuesto, que es demasiado remota la posibilidad de  hallar  una fase recesiva, la cual  comporte el colapso de la civilización occidental, específicamente el modo capitalista de producción y la democracia liberal.     Admítanme entonces exponer un argumento  optimista para comprobar esta tesis.
Precedida por las contradicciones ideológicas entre el capitalismo y el comunismo,  la Guerra Fría implicó el riesgo gradual de la confrontación nuclear y total, la cual colocaba a los Estados Unidos de América y la Unión Soviética (URSS), como los rivales (o enemigos) indiscutibles.
 Eran  superpotencias, que encabezaban dos poderosos bloques, quienes a la vez se disputaron la hegemonía del planeta, al compás del predominio de zonas geográficas de influencia.  La carrera espacial, además de la armamentista, formaba parte de las  amenazas y los riesgos intrínsecos. Las regiones en  conflicto, en su mayoría, respondían a tal división bloquista del mundo, a esto tampoco se escapó el conflicto árabe - israelí en el Medio Oriente, sobre todo, al cobrar mayor intensidad con la creación del Estado judío.
La humanidad estaba a la intemperie, pues ello suponía que en cualquier momento la Casa Blanca y el Kremlin se enfrascarían en una guerra total. Un punto culminante lo significó la crisis de los misiles de Cuba a inicios de la década de 1960 en tiempos del Presidente John F. Kennedy, cuando las dos superpotencias estuvieron bastante cerca de desatar la Tercera Guerra Mundial.
Al final imperó la sensatez:  se pactó la sobrevivencia de Cuba y su alineamiento especial con el bloque comunista. Todo  esto acontecía nada menos que en el traspatio estadounidense, aunque fue la manera de disipar el temor de la guerra absoluta, puesto que los misiles fueron retirados de la isla.    Los Estados Unidos de América y la Unión Soviética negociaron la cuestión cubana, a cambio de disipar el temor de llegar a una guerra total, lo que implicaría, como se repitió,  la desaparición de la especie humana. 
Años después irrumpió la guerra de Vietnam, que acumulaba  los elementos precursores de la Guerra Fría, al tiempo que se empleó material de guerra sofisticado, proveído por las superpotencias.  Me hago la pregunta sobre las implicaciones que hubiera tenido la concreción de los planes de Washington de arrojar la bomba atómica en el territorio vietnamita, en particular, las reacciones de la URSS y de la propia China comunista, a pesar del distanciamiento y la enemistad, que comenzó a florecer en ese entonces entre estas dos potencias comunistas.
Dichosamente,  el Presidente Richard Nixon y Henry Kissinger decidieron apaciguar y destensar  las comunicaciones  con los soviéticos, así como la China Comunista de Mao Zedong, mediante la normalización completa de las relaciones diplomáticas, especialmente con los chinos.
Sin embargo, a esta última le irritó sobremanera la estrategia expansionista y el poderío militar del imperialismo soviético, quien ganaba influencia en las naciones fronterizas  tales como Vietnam, Laos, Camboya, Corea, y relativamente en la India.  Las fricciones ideológicas y políticas entre comunistas agregaban  nuevos factores de riesgo y tensión  a la Guerra Fría.
Tras su histórica visita a Pekín en 1972, el Presidente Nixon viajó luego a Moscú para negociar el primer paso de un acuerdo sobre limitación de armas estratégicas (SALT).  De este modo,  se iniciaba la era de la distensión, caracterizada por la búsqueda de un acuerdo por reducir el peligro inminente de una guerra nuclear.
En casi todas las latitudes del planeta subyacía la  hipótesis de conflicto, a causa de las divisiones ideológicas, acentuadas en la Guerra Fría.  Asimismo,  América Latina fue alcanzada por tales hostilidades.  En medio de aquel contexto estratégico,  las organizaciones guerrilleras de la región y las dictaduras militares en su rol contrainsurgente, obtenían  réditos de una situación de pre – guerra global.
 Armas y dinero corrían de Moscú y Washington hacia la región latinoamericana. Los servicios de inteligencia y de contrainteligencia actuaban con excepcional precisión, mientras que miles de personas perdieron la vida como consecuencia de la guerra de guerrillas y los golpes de Estado, éstos inspirados en "la doctrina de seguridad nacional"  con tal de repeler  los dictados “del internacionalismo proletario”.
Retornando al tema del contexto de la volatilidad financiera, la inestabilidad de los mercados y la recesión económica, aunque se transforman hoy "en riesgos de fracasos", hay que considerar también su reconciliación  con un mundo relativamente más pacífico y menos sometido a amenazas mayúsculas y profundamente destructivas, fueran las de la Guerra Fría.  
Téngase presente que el terrorismo islámico, que suponía una creciente amenaza, ha quedado minimizado, a raíz de los efectivos golpes asestados a al Qaeda, incluida la reducción del poder de fuego de los talibanes en Afganistán y en Pakistán.  Por su lado, la criminalidad transnacional tampoco se ha escapado de los límites de la contención y el  control internacional. La cooperación global contra  las actividades del narcotráfico, ante todo,  han sembrado una consciencia generalizada para atacar de raíz los factores políticos y sociales que lo fermentan.
Continúan perdiendo  peso los desacertados postulados de la austeridad y los fuertes ajustes estructurales,  extendidos en el Tercer Mundo por el  Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, los cuales representaron una fuente de tensión, pues arrastraron desigualdad social y pobreza.
Las concepciones actuales de esos organismos supervisores de la economía mundial   difieren, sustancialmente,  de lo implantado en la década de 1980, porque  es un hecho cierto el reconocimiento de su  ineficacia, en lo tocante a sanear las economías nacionales o moldear sistemas que desacreditan el gasto público, especialmente aquel gasto destinado a  los rubros sociales.

Eso sí, las tormentas económicas y financieras que experimenta la sociedad internacional abren la oportunidad de repensar en la ética y los valores de la cultura occidental y en particular del sistema capitalista, un compromiso hasta ahora postergado.
A pesar de sus imperfecciones, este sistema de producción, sustentado en la libertad de empresa, en la competencia, el mercado y la propiedad privada, consiguió  imponerse sobre las estructuras feudales agrarias, el fascismo y el esquema de economía dirigida y planificada de la Unión Soviética.   Y sobre la base del capitalismo avanzado y los principios de la democracia liberal, la humanidad goza en estos tiempos de mayor prosperidad y bienestar.    
 Lo citado por Dominique Moisi hace unas semanas, en cuanto a la necesidad de “inyectar esperanza” alrededor de la crisis del euro y del bloque comunitario, entre otras inestabilidades de carácter comercial y monetario,   es un consejo que resulta útil para todo el sistema económico internacional. 
Alejada la humanidad  de los asomos del  peligro de la guerra nuclear,  y teniendo  pendiente el obligado cumplimiento de la revaloración ética del capitalismo,  corresponde ahora a hacer un alto en el camino, favorecedor de una reflexión profunda sobre los errores cometidos, capaces  de  enderezarse  con la sabiduría de la civilización occidental.   
Ronald Obaldía González  (opinión personal)

viernes, 8 de junio de 2012

Youth: A Delicate Matter of Public Policy by Ronald Obaldia, IVLP- 2001

Youth: A Delicate Matter of Public Policy by Ronald Obaldia, IVLP- 2001

I do not know who had the unfortunate idea of ​​shutting down the Movimiento Nacional para la Juventud – National Youth Movement (MNJ) in Costa Rica, an institution serving the youth, which conducted an outstanding job for nearly four decades. Citizens who have been served by the institution stand today proudly in politics, in the public sector and the business sector; some serving as executive of MNJ, while others are part of the base structures.
Young writers, artists and athletes had a national entity that listened and represented their interests. The government of Israel contributed decisively, with the creation of the organization. Hence, the philosophy and principles of volunteerism and informal or complementary education became the philosophy for the youth from urban and rural areas.
Unfortunately, youth as a sector -mainly the youth with the risky social problems in the current context of high rates of murder and drug trafficking - represents an area that is in the new open public policies of the Central American nations: an omission that Costa Rica will carry by the circumstances described above, but with extenuating social and cultural elements.
We show an extreme effort to witness the increasing trend of drug addiction, the "homelessness" or gangs ("maras") in the region. However, with limited alternatives for channeling the concerns and questions of young people and the poor labors of the national and regional institutions to foster mental health and cultivate constructive and creative expressions, serious cracks surface which triggers escapist and alienating behaviors, fermenting the social pathologies.
The disintegration and intra-family violence, extra-regional migrations and the consequent return of young migrants as well as the deterioration of community relations, generate new subcultural problems; especially if poverty is present in the environment, where energy, happiness and hope lose their meaning by this lack of civic spirit and values of social belonging.
The agenda of the Central American Integration System (SICA) has not contemplated the subject of youth as an element of high priority. Its only method of showing interest about the youthful sociopathy seems to be as a matter of national and regional security, generating a widespread hatred against the youth by tagging them as "outlaws, uneducated, miserable and dangerous beings."
Under the common lack of initiatives about the creation of an institution of American youths, similar to what MNJ once meant in Costa Rica, in order to teach ethics and positive values ​​in the consciousness of young people, the implementation of socio-educational and civic values projects and training for citizens can prevent and help with topics which may escape from the hands of the formal education system. Therefore, the need for the creation of an institution of this size aimed in the direction of inserting the youth in the national system, in a constructive way, emphasizing volunteerism and education (formal, non-formal and informal), as tool of social mobility for young people arises .
Nowadays, the government and the Religious entity of El Salvador have developed hopeful programs. The initiative of organizing dialogue with "maras" in this country may leave valuable information to lay the foundation for a legitimate public policy in favor of American youth, a challenge that has become urgent.



Spanish version:
Juventud:  una delicada cuestión de política pública.  
Ignoro quién tuvo la desafortunada idea de clausurar el Movimiento Nacional de Juventudes (MNJ) en Costa Rica, una institución al servicio de los jóvenes, la cual llevó a cabo una labor sobresaliente por casi cuatro décadas. Por la institución pasaron ciudadanos que  destacan hoy en la política, en el sector público y en el sector empresarial.   Algunos se desempeñaron como ejecutivos del MNJ,  mientras que otros  formaron parte de las estructuras de base.
Jóvenes escritores, artistas y deportistas  poseían una entidad estatal que los escuchaba y que a la vez representaba sus intereses.  El gobierno del Estado de Israel contribuyó, de manera decidida, con la creación de dicha organización.  De ahí, que la filosofía y los principios del voluntariado y de la educación informal o complementaria, llegaron a constituirse en un credo en los jóvenes de las zonas urbanas y rurales.
Lamentablemente, la juventud como sector, principalmente los jóvenes en riesgo social, en el actual contexto de elevados índices de homicidio y narcotráfico,  representa un sector que se encuentra a la intemperie  de las políticas públicas de las naciones centroamericanas, una omisión que Costa Rica arrastra también, por la circunstancia antes descrita, aunque con atenuantes sociales y culturales.
Nos rasgamos las vestiduras al ser testigos del creciente aumento de la drogadicción,  “el callejerismo” o de las pandillas (“las maras”)  en la región.  Sin embargo, las reducidas  alternativas  para canalizar las preocupaciones y cuestionamientos de los jóvenes, asimismo,  la precaria institucionalidad nacional y regional, en cuanto a fomentar la salud mental y  cultivar las expresiones constructivas y creativas,  se transforman en serias grietas;  luego  en detonantes de los comportamientos  escapistas y alienantes, fermento de las patologías sociales.
La desintegración y la violencia intra-familiar, las emigraciones extrarregionales y los consecuentes retornos de los jóvenes migrantes,  así como el deterioro  de las relaciones de convivencia comunitaria abren o profundizan tales  grietas subculturales,  sobre todo, si hay de por medio un contexto de pobreza,  donde se  frenan las energías y huye  la felicidad y la esperanza, por esa carencia de espíritu cívico y de valores de solidaridad de pertenencia social.
La agenda operativa del sistema de la integración centroamericana ni siquiera tiene contemplada la asignatura de la juventud, como una complicación de alta prioridad. Solamente despierta interés, al subrayarse la  sociopatía juvenil, como materia adjunta a la seguridad nacional y regional, todo  lo cual trae consigo el odio generalizado “hacia estos forajidos incultos, miserables y peligrosos”.
 Estamos convencidos en que jamás se ha pensado en crear una institución de la juventud centroamericana, algo similar a lo que significó otrora el MNJ costarricense, a efecto de  inculcar ética y valores positivos en las consciencias de los jóvenes.  A la vez, para que se puedan  ejecutar a través de ella los proyectos socio-educativos, se programen seminarios de capacitación y  formación cívica y ciudadana;  eventos que tal vez se escapan de las manos del sistema educativo  formal.  Por eso, la necesidad de la creación de una institución de dicha envergadura, encaminada en la dirección de insertar  la juventud en el tejido nacional, de manera constructiva, enfatizando en el voluntariado,  la educación (formal, no formal, e informal),  como herramienta de movilidad social para los jóvenes.
Hay gestos y pasos del Gobierno y de la Iglesia de El Salvador que llenan de esperanza.  Del diálogo organizado en ese país con “las pandillas” puede salir una valiosa materia prima, para sentar las bases de una legítima política pública a favor de la juventud centroamericana, un reto que se torna impostergable.

domingo, 3 de junio de 2012

Difundir la historia democrática costarricense.

Difundir la historia democrática costarricense.
El recuento hecho el pasado sábado por Teletica Canal 7, a través del programa especial de dos horas, acerca de las “cápsulas de la historia nacional” de nuestro Osvaldo Valerín (+), de verdad que merece el alto reconocimiento de los costarricenses; en especial, de aquellos que dedicaron su tiempo a apreciar las valiosas producciones fílmicas, rescatadas por ese científico social, que dedicó parte de su constructiva vida a darnos lecciones, con un vocabulario llano y emotivo, alrededor de las transformaciones sociales, económicas y culturales que la joven nación iba experimentando durante el Siglo XX.
Los sentimientos a favor  de “los combates por  la historia”, parafraseando el título de un excelente libro, leído hace bastante tiempo en las universidades nacionales, se afianzaron en  mi alma al observar el extraordinario programa de televisión, conducido por el inteligente periodista Don Ignacio Santos, como homenaje póstumo a Valerín.
Recuerdo que hace unos meses el expresidente Oscar Arias Sánchez se quejaba que en vez de graduar ingenieros o ramas afines como la computación,  las universidades costarricenses desperdiciaran el tiempo graduando un exceso de profesionales en el área de las ciencias sociales o la filosofía.
En su proceso de transfiguración política suenan lógicas las expresiones de Arias, ya que la tesis de “la Costa Rica S.A”, ha llegado a dominar su pensamiento político, el cual dista, por supuesto,  de las ideas del humanismo, así como el de los auténticos valores democráticos, adoptados en sus épocas gloriosas.
Bueno. Lo interesante es que Teletica Canal 7 le demuestra a todo el país que sin las ciencias sociales, y en particular sin la historia, sería absolutamente imposible identificar las raíces y los orígenes nacionales, una responsabilidad y ejercicio académico al servicio de la ciudadanía, tan fundamental como la construcción de carreteras, puertos, aeropuertos y zonas agrícolas, industriales y comerciales.
El escudriñar el pasado, de la manera exhibida por el historiador Valerín, que puso al descubierto la astucia de una nación que debió enfrentar múltiples tempestades y complicaciones, a fin de llegar a buen puerto, le permite entonces a cualquier pueblo culto reflexionar sobre su carta de navegación,  es decir,  visualizar también  su destino y futuro.  
Todo ello,  le ayuda a comprender a los costarricenses  que en la ética y los valores de la justicia social, así como en el consenso democrático y pluralista (citemos como logro específico y trascendental la Constitución Política de 1949) descansa la formación del Estado costarricense.  
Asimismo, se les explica a los ciudadanos que no en vano fue el sacrificio y compromiso de Don Rafael Ángel Calderón Guardia con la reforma social de la década de 1940, así como su alianza con el Partido Comunista criollo y la Iglesia Católica para hacerla realidad, en medio de un contexto social y político adverso. Y que, por lo tanto, es  imprescindible defender a ultranza  la Caja Costarricense de Seguro Social, diezmada, sobre todo,  en el anterior gobierno y por ciertos sindicatos parasitarios.
Los cortos fílmicos de Valerín, transmitidos por la televisora,  le enseñan al pueblo costarricense la odisea del venerable Don Pepe Figueres en los tiempos de la Revolución de 1948, cuando expuso su vida con tal de fundar la Segunda República, sustentada en los principios democráticos irrenunciables,  en el respeto a los derechos humanos, en la profundización de las garantías sociales y la libertad de empresa, así como en la abolición del Ejército,  un aparato político de muerte por naturaleza.  
Todo lo mencionado, Teletica Canal 7 lo  expuso en la pantalla, sin egoísmo y con espíritu cívico,   como homenaje a Valerín,  reescribiendo  los  valores universales que debemos  perpetuar, los cuales a Costa Rica le otorgan autoridad para invocarlos frente a tiranías tales como la China Popular, Cuba, Nicaragua, etcétera; así como  difundirlos a los valerosos pueblos árabes que combaten hoy a gobiernos despóticos y criminales, quienes jamás debieron haber merecido la más mínima confianza y simpatía de gobierno alguno, mucho menos el de una nación de profunda tradición y arraigo democrático.      
Ronald Obaldía González (opinión personal)        

sábado, 2 de junio de 2012

RODRIGO DÍAZ BERMÚDEZ ESCRIBE: "Cada cabeza es un mundo"

sábado, 2 de junio de 2012

Cada cabeza es un mundo/Autor: Reverendo Rodrigo Díaz Bermúdez, doctor en Teología. 

Vieja frase. Verdadera, me parece, que  "cada cabeza es un mundo"

Nadie siente las cosas de igual manera, aunque los enamorados parecen ser una excepción,  conectados de tal forma que el intercambio de sentimientos en la intensidad de su febril condición les hace  tener un mismo y apasionado sentir para todo, siempre que estén juntos,  aunque sea a través de un minimensaje de su teléfono celular.

 También hay cabezas unidas en un sentimiento colectivo en las reuniones de personas fervorosas, fanatizadas por  su equipo preferido, su secta o su clan.

Pero, pasado el trance fanático y el del enamoramiento, lo que llamamos realidad se impone y hace que cada uno sea eso, un individuo, una subjetividad, una manera de pensar y de sentir donde la frase "cada cabeza es un mundo" adquiere un significado atendible.

Por qué yo escribo de estos temas y de ésta manera particular y no de otra, por qué yo sufro por lo que a otro más bien le parece placentero, , por qué este se ha hecho comunista y aquel le ha levantado un monumento al capitalismo salvaje como lo llamaba un viejo líder de la religión, por qué mi amigo Jorge  ve en Jesús a su salvador y el gozo de llevar una cruz personal  y el exégeta  Piñero,  sólo  ve en él, en el maestro galileo, a  un judío extraordinario del primer siglo de nuestra era.

Sencillamente porque "cada cabeza es un mundo".

No se trata de nivel de inteligencia, sino a que "cada cabeza es un mundo".

Mundos fríos, mundos serenos, mundos turbados, mundos triunfadores, mundos fracasados, mundos tristes, mundos espirituales, mundos carnales,  mundos alegres, mundos bipolares y si se busca con detenimiento, hasta mundos  tripolares, porque "cada cabeza es un mundo".

Tener presente esto, que "cada cabeza es un mundo" nos puede ayudar para ser más tolerantes  hacia los demás, pero al mismo tiempo más vigilantes y cuidadosos con lo que mi cabeza piense y quiera hacer, porque "cada cabeza es un mundo", y nunca se sabe si nos encontraremos en el camino a un loco dispuesto a matar aún en nombre de su dios, o  a un buen samaritano decido a amar, porque "cada cabeza es un mundo".

viernes, 1 de junio de 2012

Realizan Primera Jornada de seguimiento y evaluación de la Declaración y del Plan de Acción sobre Migración y Desarrollo en la Región de Los Santos.

Realizan Primera Jornada de seguimiento y evaluación de la Declaración y del Plan de Acción sobre Migración y Desarrollo en la Región de Los Santos.

01/06/2012 05:11 PM
El Despacho del señor Carlos Roverssi, Vicecanciller de la República organizó durante el 30 Y 31 de mayo, la primera Jornada de Seguimiento y Evaluación  de la Declaración y del Plan de Acción sobre Migración y Desarrollo en la región  de Los Santos, iniciativa que viene dirigiendo el Ministerio de Relaciones Exteriores con la participación conjunta de instituciones públicas y principalmente con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED), a efecto de lograr el ordenamiento de los flujos migratorios laborales que se manifiestan en la principal zona cafetalera del país.
 La reunión que se realizó en San Marcos de Tarrazú, contó con la participación de 35 instituciones gubernamentales, las organizaciones locales y comunales, así como de aquellas organizaciones no gubernamentales comprometidas en buscar soluciones al fenómeno migratorio transnacional que caracteriza a esa región.
 La reunión tuvo como antecedente los compromisos asumidos por las instituciones en el documento conocido como Declaración de Los Santos, adoptada en julio del 2011 y su objetivo se centró en evaluar los avances en la ejecución de los acuerdos por parte de las instituciones nacional y reflexionar y buscar soluciones sobre las realidades que afectan a la población migrante, sobre todo a las etnias Ngäbe- Bugles.
 Durante las sesiones de trabajo se conocieron los informes y planes que están desarrollando las instituciones a nivel local, destacándose de manera particular el esfuerzo que realiza la Caja Costarricense de Seguro Social para asistir a la población migrante laboral.
 Asimismo, se dieron a conocer los detalles de los nuevos reglamentos migratorios, así como  del censo que ha realizado la Dirección General de Migración, a fin de  documentar y regularizar la situación migratoria de los indígenas y nicaragüenses asentados allí, incluido el recuento de los esfuerzos, realizados por las distintas instituciones, entre ellas MIDEPLAN, la UNED, la OIM y el INA, tendientes a encontrar soluciones sostenibles, destinadas a generar   desarrollo y mayores fuentes de empleo en los tres cantones que conforman la región.
 Comunicación Institucional
(2274 Migración Los Santos)
Viernes 1 de junio de 2012.