viernes, 8 de junio de 2012

Youth: A Delicate Matter of Public Policy by Ronald Obaldia, IVLP- 2001

Youth: A Delicate Matter of Public Policy by Ronald Obaldia, IVLP- 2001

I do not know who had the unfortunate idea of ​​shutting down the Movimiento Nacional para la Juventud – National Youth Movement (MNJ) in Costa Rica, an institution serving the youth, which conducted an outstanding job for nearly four decades. Citizens who have been served by the institution stand today proudly in politics, in the public sector and the business sector; some serving as executive of MNJ, while others are part of the base structures.
Young writers, artists and athletes had a national entity that listened and represented their interests. The government of Israel contributed decisively, with the creation of the organization. Hence, the philosophy and principles of volunteerism and informal or complementary education became the philosophy for the youth from urban and rural areas.
Unfortunately, youth as a sector -mainly the youth with the risky social problems in the current context of high rates of murder and drug trafficking - represents an area that is in the new open public policies of the Central American nations: an omission that Costa Rica will carry by the circumstances described above, but with extenuating social and cultural elements.
We show an extreme effort to witness the increasing trend of drug addiction, the "homelessness" or gangs ("maras") in the region. However, with limited alternatives for channeling the concerns and questions of young people and the poor labors of the national and regional institutions to foster mental health and cultivate constructive and creative expressions, serious cracks surface which triggers escapist and alienating behaviors, fermenting the social pathologies.
The disintegration and intra-family violence, extra-regional migrations and the consequent return of young migrants as well as the deterioration of community relations, generate new subcultural problems; especially if poverty is present in the environment, where energy, happiness and hope lose their meaning by this lack of civic spirit and values of social belonging.
The agenda of the Central American Integration System (SICA) has not contemplated the subject of youth as an element of high priority. Its only method of showing interest about the youthful sociopathy seems to be as a matter of national and regional security, generating a widespread hatred against the youth by tagging them as "outlaws, uneducated, miserable and dangerous beings."
Under the common lack of initiatives about the creation of an institution of American youths, similar to what MNJ once meant in Costa Rica, in order to teach ethics and positive values ​​in the consciousness of young people, the implementation of socio-educational and civic values projects and training for citizens can prevent and help with topics which may escape from the hands of the formal education system. Therefore, the need for the creation of an institution of this size aimed in the direction of inserting the youth in the national system, in a constructive way, emphasizing volunteerism and education (formal, non-formal and informal), as tool of social mobility for young people arises .
Nowadays, the government and the Religious entity of El Salvador have developed hopeful programs. The initiative of organizing dialogue with "maras" in this country may leave valuable information to lay the foundation for a legitimate public policy in favor of American youth, a challenge that has become urgent.



Spanish version:
Juventud:  una delicada cuestión de política pública.  
Ignoro quién tuvo la desafortunada idea de clausurar el Movimiento Nacional de Juventudes (MNJ) en Costa Rica, una institución al servicio de los jóvenes, la cual llevó a cabo una labor sobresaliente por casi cuatro décadas. Por la institución pasaron ciudadanos que  destacan hoy en la política, en el sector público y en el sector empresarial.   Algunos se desempeñaron como ejecutivos del MNJ,  mientras que otros  formaron parte de las estructuras de base.
Jóvenes escritores, artistas y deportistas  poseían una entidad estatal que los escuchaba y que a la vez representaba sus intereses.  El gobierno del Estado de Israel contribuyó, de manera decidida, con la creación de dicha organización.  De ahí, que la filosofía y los principios del voluntariado y de la educación informal o complementaria, llegaron a constituirse en un credo en los jóvenes de las zonas urbanas y rurales.
Lamentablemente, la juventud como sector, principalmente los jóvenes en riesgo social, en el actual contexto de elevados índices de homicidio y narcotráfico,  representa un sector que se encuentra a la intemperie  de las políticas públicas de las naciones centroamericanas, una omisión que Costa Rica arrastra también, por la circunstancia antes descrita, aunque con atenuantes sociales y culturales.
Nos rasgamos las vestiduras al ser testigos del creciente aumento de la drogadicción,  “el callejerismo” o de las pandillas (“las maras”)  en la región.  Sin embargo, las reducidas  alternativas  para canalizar las preocupaciones y cuestionamientos de los jóvenes, asimismo,  la precaria institucionalidad nacional y regional, en cuanto a fomentar la salud mental y  cultivar las expresiones constructivas y creativas,  se transforman en serias grietas;  luego  en detonantes de los comportamientos  escapistas y alienantes, fermento de las patologías sociales.
La desintegración y la violencia intra-familiar, las emigraciones extrarregionales y los consecuentes retornos de los jóvenes migrantes,  así como el deterioro  de las relaciones de convivencia comunitaria abren o profundizan tales  grietas subculturales,  sobre todo, si hay de por medio un contexto de pobreza,  donde se  frenan las energías y huye  la felicidad y la esperanza, por esa carencia de espíritu cívico y de valores de solidaridad de pertenencia social.
La agenda operativa del sistema de la integración centroamericana ni siquiera tiene contemplada la asignatura de la juventud, como una complicación de alta prioridad. Solamente despierta interés, al subrayarse la  sociopatía juvenil, como materia adjunta a la seguridad nacional y regional, todo  lo cual trae consigo el odio generalizado “hacia estos forajidos incultos, miserables y peligrosos”.
 Estamos convencidos en que jamás se ha pensado en crear una institución de la juventud centroamericana, algo similar a lo que significó otrora el MNJ costarricense, a efecto de  inculcar ética y valores positivos en las consciencias de los jóvenes.  A la vez, para que se puedan  ejecutar a través de ella los proyectos socio-educativos, se programen seminarios de capacitación y  formación cívica y ciudadana;  eventos que tal vez se escapan de las manos del sistema educativo  formal.  Por eso, la necesidad de la creación de una institución de dicha envergadura, encaminada en la dirección de insertar  la juventud en el tejido nacional, de manera constructiva, enfatizando en el voluntariado,  la educación (formal, no formal, e informal),  como herramienta de movilidad social para los jóvenes.
Hay gestos y pasos del Gobierno y de la Iglesia de El Salvador que llenan de esperanza.  Del diálogo organizado en ese país con “las pandillas” puede salir una valiosa materia prima, para sentar las bases de una legítima política pública a favor de la juventud centroamericana, un reto que se torna impostergable.

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