viernes, 1 de enero de 2016

JUAN LUIS CHAVARRÍA, IN MEMORIAM. ARTÍCULO ESCRITO POR JOSÉ JOAQUÍN ARGUEDAS HERRERA.

Ronald Obaldía González compartió la publicación de José Joaquín Arguedas Herrera. JUAN LUIS CHAVARRÍA, IN MEMORIAM "Somos polvo de estrellas, donde la vida es un vistazo momentáneo a las maravillas del asombroso universo". Carl Sagan Recuerdo una tarde -intuyo que era viernes- de finales de febrero del ya lejano 1981, en que me apersoné a las antiguas oficinas de la Dirección General Servicio Civil, para participar en un proceso selectivo. El recepcionista me refirió con el Subjefe de R&S de entonces. Un hombre todavía joven, de aspecto serio y formal, de movimientos enérgicos. Así, Juan Luis Chavarría inició lo que sería una entrevista para una posición en esa oficina. Fui escogido. Toda mi vida posterior ha estado ligada a este acontecimiento. Inicialmente, Técnico en Artes Gráficas del COVAO, Filólogo de formación, Funcionario y Profesor por vocación, Juan Luis desarrolló una brillante carrera por más de dos décadas en al DGSC, tanto técnica como gerencial, dejando estampas imborrables en todos los lugares, incluso organismos internacionales como ILANUD, donde su trabajo tesonero dejó huella. Se retiró de la DGSC a principio de los años 90s, ocupando entonces el cargo de Director de Depto. de Reclutamiento y Selección, dándose la curiosa coincidencia de que me correspondió sucederlo en el cargo. Con fecha 06 de setiembre de 1991, a manera de despedida, escribió lo siguiente: “Al retirarme de la Institución, a partir del 01 de octubre, he querido dirigirme a todos mis compañeros para saludarlos cordialmente y compartir algunos pensamientos que surgen en este importante momento de mi carrera y de mi vida…Del mismo modo, expreso mi gran satisfacción por haberme tocado la suerte de trabajar a su lado y en una Institución de gran relevancia en la función pública… Siempre guardaré un espacio en mi corazón y en mi mente para esta institución querida y para las personas con las he compartido todos estos años de labor…Cordialmente…” Volvió a su viejo amor, la enseñanza del idioma español, donde cumplió una importante misión por al menos tres lustros más. Sin embargo, lo que hoy quiero rescatar es mi fraterno agradecimiento, no solo al Jefe que me dio lo que hoy visualizo como la oportunidad de mi vida, donde crecí personal y académicamente, inicie mi familia, sino que también por la dicha de que, por azares del destino, terminamos emparentados y así pude disfrutar por largos momentos de su sabia conversación. Fue usual que habláramos de literatura, pasión mutua, obviamente era la plática de un aprendiz con el maestro. Juan Luis vivió, como alguna vez Goethe dejo en labios de uno de sus más emblemáticos personajes: “...no son dignos de la vida y la libertad, sino aquellos que saben ganarla cada día”. Juan Luis fue uno de ellos: por su tesón, por su disciplina, por el amor a su familia. Como su apreciado Don Quijote, marchó por campos diversos con hidalguía y férrea voluntad. Fue alguien frontal, no guardó nunca neutralidad, en momentos de crisis moral, como alguna vez poetizó condenatoriamente Dante Alighieri, y como Faulkner, creyó y vivió resistiendo y prevaleciendo, a sabiendas de que “entre todas las criaturas –el ser humano- es el único que tiene una voz inagotable, y posee una alma, un espíritu capaz de compasión, sacrificio y entereza”. De mi parte un saludo fraterno. Su ejemplo y su hidalguía, vivirá con nosotros. José Joaquín Arguedas

1 comentario:

  1. Ronald Obaldía González escribió:

    Nos cuesta aceptar la dolorosa noticia del fallecimiento de Juan Luis Chavarría, hombre culto e intenso, comprometido y entregado al servicio público. No tuve la cercanía que mantuvo don José Joaquín Arguedas con Juan Luis. Sin embargo, sí fui testigo de uno de sus múltiples e inteligentes documentos de trabajo, puestos en práctica por la Dirección de Servicio Civil en casi toda la Administración Pública. Me refiero al instrumento del Manual Descriptivo de Clases, innovador y normativo, salido a la luz en la Administración del Presidente Luis Alberto Monge Álvarez. La pasión suya por hacer realidad dicho Manual, sobre todo, que fuera de uso generalizado, llegó a colocar al Régimen de Servicio Civil en uno de sus periodos de mayor brillo y producción intelectual, todo lo cual, en aquel entonces, hubo de fortalecer a la vez la autoridad de su Dirección General dentro del sistema de administración de personal del Poder Ejecutivo. Con el prestigioso Manual, unido a otros instrumentos, el Servicio Civil logró influir (transitoriamente) en los diferentes sistemas salariales del Estado costarricense, un hecho político y administrativo, que hizo posible la mente lúcida, las agallas y la tenacidad de Juan Luis. Verdaderamente, me golpea su partida.

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