lunes, 5 de febrero de 2018

DR. RODRIGO DÍAZ BERMÚDEZ, TEÓLOGO COSTARRICENSE COMENTA EL PROCESO ELECTORAL (FEBRERO DEL 2018) DE COSTA RICA DESDE LA PERSPECTIVA DEL SABER DE LA RELIGIÓN.

DR. RODRIGO DÍAZ BERMÚDEZ, TEÓLOGO COSTARRICENSE COMENTA EL PROCESO ELECTORAL (FEBRERO DEL 2018) DE COSTA RICA DESDE LA PERSPECTIVA DEL SABER DE LA RELIGIÓN. Sin emoción no hay decisión. No hay pensamiento ni acción sin el fuego emocional que lo calienta. Anteriormente, las emociones por Calderón Guardia y Pepe Figueres, eran los códigos de definición. La izquierda también tenía su motor emotivo para algunos grupos, como lo fue y es el humanismo para sectores muy pensantes de la sociedad. Pero ya esos paradigmas no definen la emoción votante. En este momento la ideación de la supervivencia, la forma de metáfora y meta-metáfora no es la razón utilitarista, la razón tiene un significado emocional de bueno y malo. El pueblo decide por lo emotivamente bueno. Los americanos blancos trabajadores pensaron en el símbolo Trump, a quien le dieron significado ético emotivo de su sobrevivencia. Los peligros de la sociedad costarricense, quizáS no serán los reales pero sí los sentidos por el corazón del pueblo, temor a la locura, temor a la homosexualidad, temor a la muerte. Tres temas que la estrategia política de la asesoría ideológica le dio al partido cristiano tico. Los evangélicos dejaron de ser la clase estúpida, son hoy fundamentalistas no del pasado calvinismo, sino neoconservadores neoliberales, que ven la vida como proyecto de emprendeduría. Por eso la nueva religión definirá junto a la derecha el futuro de muchas sociedades. No obstante, el buen gobierno del señor Solís Rivera, pese a sus desaciertos económicos en el fisco, su transfondo moral de gestión le permite al partido en el poder ser todavía viable, aunque desconfiable para los sujetos de mayor temor, es decir la base de votantes de origen conservador que no quieren que "el closet" se abra, no es que ignoren la homosexualidad por ejemplo, todos saben que existe y que en cada casa hay medio o uno completo, pero siempre y cuando se respete el tabú. Ese es otro tema en que los evangélicos han sido asesorados por gente muy inteligente. La campaña evangélica hasta el mes de noviembre quedó en la estrategia nacional estacionada en un punto; "tenemos que esperar con la paciencia de Job, el momento o kairos de Dios, o sea la oportunidad u opertunismo del tema generador coyuntural que se puede producir en cualquier momento y apareció el Angel de Jehová, es decir el tribunal internacional de derechos humanos consultado sobre el matrimonio gay. La ingenuidad de la consulta, fue el dispositivo, el "click" para que se realizara una convocatoria estratégica en Desamparados, por cierto, y surge la fortaleza, el caballo de batalla, la lucha contra el matrimonio gay y de trasfondo, la lucha por la vida, no al aborto, sí a la tradición tica, y de paso no a los impuestos, si al nacionalismo patriótico en una nueva y poderosa alianza entre creyentes, superando la vieja rencilla entre católicos y no católicos. Cuál es la otra religión en competencia ya que es una lucha de religiones. La lucha se establece entre la religión del humanismo, ya que éste es una religión como bien lo analiza Yuval Harari, y el evangelicalismo neoecuménico, representado en el partido del primer Alvarado. Cuál será el presidente, así será la religión de la casa de Zapote. Pero la pregunta es, cuál es la religión del pueblo. Esta está directamente ausente, pero indirectamente representada. Las minorías liberales se irán en un solo bloque con el Alvarado 2, y las otras, llámese minorías o mayorías correrán hacia el profeta de Dios. Uno es el "Homodeuspoliticon", y el otro es el "Teodeuspoliticon". Ambos, los dos dioses del actual mundo. Pienso que el evangélico podría ganar. Todo depende de si la fobia la "evangelicofobia" del pasado es más fuerte que la homofobia del presente. Así es la política. No es cuestión de lo que uno piense, o quiera romántica o ideológicamente, es de lo que realmente quiera, consciente o manipuladamente sientan los que tienen el poder. El poder de manipular y el poder del voto. Son las historias creíbles las que definen el corazón. Son los intereses de los grupos económicos los que invierten en la historia que les convenga. Es una lucha de cuentos de metafísicas, de teologías políticas. Los más poderosos intereses, no necesariamente los de la oligarquía o aristocracia, sino de los nuevos grupos de redes infinitas del flujo económico los que tendrán una palabra anómina, sin campaña que generar de aquí a abril. Serán los púlpitos con lenguajes de códigos los que darán dirección a las gentes que todavía corren a las mesas electorales en pos de una esperanza real o creada. Se ha producido una polarización, y cuando esto ocurre muchas de las viejas contradicciones se diluyen y se convierten en lo que los viejos marxólogos llamaban bloques de historia o de ideología. En las polarizaciones, contrariamente a lo que se cree, la solución no es tan fácil, ya no se trata de qué Alvarado sea el presidente, sino del estado real de la sociedad tica conservadora y liberal por esencia, un equilibrado combo de tradición. Conservadora en su moral religiosa de apariencia y liberal en su ética humanista de apariencia. Quien no maneje esta psicología política de la sociedad tica, no llega a ningún lado, por eso Castro terminó mal y el Partido Liberación Nacional (PLN), fracturado en lo más profundo. No resucitará, ya murió. Pero no el figuerismo histórico. Esa fuerza para dónde cogerá. La otra interna tendencia perdedora del partido verde y blanco, rica y desprestigiada hacia dónde cogerá. Los conservadores que siguieron a Piza hacia adónde se irán. Eso lo definen "algoritmos", que no conozco, pero que operarán y nos dirán, no tanto quién será el presidente, sino qué realmente desea o se quiere que deseen las gentes ticas. Las gentes, es decir el pueblo y la tendencia del mercado La religión es una vieja que sabe muchas mañas y que las izquierdas de centro y no centro, no han sabido entender. La religión sabe ubicarse como mercancía posible. Y eso lo demostró ahora, acá en Costa Rica, y el las anteriores elecciones del Imperio. Tiene también sus formas orientales, pregúntele a China. y a los Coreanos buenos "buenos". Si gana el evangélico no es lo mejor que le sucederá al país desde el punto de vista social y económico, es solamente una señal de lo que no quiere y de lo que teme. Si gana el centro izquierdismo no es lo mejor que le sucederá al país desde el punto de vista de la economía, es solamente una señal de cuál es la agenda que prevalecerá a futuro. Con Obama en el Imperio sería mucho mejor para este proyecto. Para el primero, Trump, no él directamente, porque para Trump un presidente tico no deja de ser cualquier porquería, sino el antro político de las derechas neofundamentalistas, para éste gobierno del evangélico le caerá como anillo al dedo. Como creyente, tengo mis aprehensiones sobre un religioso en el poder. No me termina de gustar del todo. Por un lado me alegra el ecumenismo que se tiene que generar. Pero, pienso que un religioso en el poder tiene sus peligros mayores. No obstante, no depende de mí, sino de las fuerzas aleatorias por una parte, y de los algoritmos definitorios, generados en los largos procesos de la democracia tica. La dialéctica sigue siendo un instrumento para entender, y una herramienta para gobernar. El comunismo no entendió eso. Ahora deberíamos asumirlo no solo para entender, sino para construir el futuro de esta gran nación costarricense. Hoy tan evangélica. Recuerdo que en la década de 1970, yo creía que el comunismo se extendería en Costa Rica, y que los evangélicos desaparecerían. Hoy me asombro de todo lo contrario. La religión es una señora muy mañosa que hay que saber respetar y amar. Es como nuestras viejas madres. Dr. Rodrigo Díaz Bermúdez. Teólogo y Evangelista.

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