martes, 10 de agosto de 2021

ACERCAMIENTOS FECUNDOS Y BÚSQUEDA DE SOLUCIONES CON LA ADMINISTRACIÓN DE JOE BIDEN, POR LA VÍA DEL MULTILATERALISMO. Autor: Ronald Obaldía González

ACERCAMIENTOS FECUNDOS Y BÚSQUEDA DE SOLUCIONES CON LA ADMINISTRACIÓN DE JOE BIDEN, POR LA VÍA DEL MULTILATERALISMO. Autor: Ronald Obaldía GonzálezFrecuentemente, los líderes de los poderosos Estados nacionales intentan influir, a través de elevadas fortalezas y capacidades diplomáticas, militares y recursos económicos sobre el comportamiento de otros, empleando métodos "de manipulación consciente", los que en materia de política internacional son identificados comúnmente "de zanahoria y garrote". Esa conducta como tal llegó a evolucionar, dando lugar al enfoque estratégico de la “disuasión”, por decirlo de manera refinada, como también en los posteriores presupuestos de Washington “del perfil poco visible” y la de “los conflictos de baja intensidad” , ensayados en las guerras civiles centroamericanas. “Al cowboy” Presidente estadounidense Theodore Roosevelt (1901-1909) en su famosa “admonición” o cerrazón “supremacista”: “camine suavemente, pero cargue un gran garrote”, se le endosa esa clase de diplomacia del ejercicio del superpoder con sus correspondientes “Corolarios”, procedentes de la imperialista Doctrina Monroe – América debe ser para los americanos, tal que cualquier potencia extracontinental había estado “cohibida” de interferir en los asuntos soberanos de cualesquiera de las naciones del Hemisferio Occidental - . Resulta obvio que en América Latina hay funestos expedientes, relacionados con las prácticas de las intervenciones e injerencias políticas, producto de la vetusta admonición del “garrote”, sobre todo. Dichosamente en vías de ser contrarrestadas gradualmente, a causa de la implementación de políticas hemisféricas y globales, paulatinamente ecuánimes y apropiadas, ocupadas de borrar las acciones unilaterales y arbitrarias de una historia de subordinación. Más aún que los cambios demográficos al interior de la superpotencia presionan a favor de “las políticas blandas”, originadas desde las instancias de decisión, tanto en la Casa Blanca como en el Congreso de la Unión, a diferencia de la común agenda negativa, elementos vinculados con los flujos migratorios, la narcoactividad, además de los señalamientos frente a la irrefrenables casos de corrupción e impunidad. Las salidas de las fuerzas militares estadounidenses de Afganistán, en cuenta “las misiones de combate” en Irak, excepto las operaciones antiterroristas, “jalonan un devenir” tranquilizador, así como la previsible incorporación del Gobierno de Joe Biden alrededor de los acuerdos antinucleares con Irán, conocidos como el Plan de Acción Conjunto y Completo (JCPOA, por sus siglas en inglés. Los tratadistas Frederic S. Pearson y J. Martin Rochester ponen los ejemplos de los enzarzados de la pasada Guerra Fría, la cual tuvo como principales operadores a los Estados Unidos de America y la (extinta) Unión Soviética en el fenómeno de la bipolaridad generalizada, quienes entraron entre sí en ascendente competencia, discordias ideológicas (capitalismo versus comunismo) y el reforzamiento de la influencia geopolítica, tanto en África, Asia como en otros confines, todo ello en aras de la hegemonía global, deviniendo en carreras armamentista, militar, nuclear y espacial, incluidas, por supuesto, las alianzas económicas y comerciales. A PRUEBA EN UN DESARROLLO SUPERIOR. Para Pearson y Rochester el uso del enfoque de “la zanahoria y el garrote” dependió “de cuatro tácticas de negociación”. El garrote se componía (o compone) de amenazas y castigos, mientras que la zanahoria se basa en promesas y recompensas, o llámase también compromisos. Señalan que ambos pueden ser efectivos “dependiendo del entorno político, como también de la naturaleza y los factores neurálgicos, influyentes en los eventos políticos.Nos atrevemos a poner como evidencia la riesgosa experiencia de la crisis de los misiles en 1962, la estrategia disuasiva utilizada por el Presidente John F. Kennedy, la cual consistió en haber “amenazado” al mandatario soviético Nikita Krushchev con guerra en caso de negarse a retirar los misiles nucleares instalados en Cuba. Pero, al mismo tiempo “prometió” abstenerse de invadir la isla en el futuro, si Moscú renunciaba a los misiles (Pearson y Rochester). Por eso, ni Donald Trump en su momento, ahora la actual administración estadounidense refleja inacción, en cuanto a invertir en aventuras belicistas, semejantes a la fallida invasión de Bahía Cochinos en 1961. Lo antes dicho puso en evidencia la combinación de las “amenazas y las promesas” en el acertadamente racional desenlace de los misiles, por cuanto una de las contrapartes proporcionó a la otra “una forma de salida, diferente a la confrontación”, acogida con satisfacción. UNA RUTA TRANSFORMADORA. En el fondo tal “combinación” contribuyó a dar forma a “la disuasión”, estrategia por la cual se intenta todavía, con “autoridad y credibilidad”; desanimar (o desistir de un propósito) al adversario o al enemigo a modificar una política o conducta indeseada (ídem), a pesar que el enfoque disuasivo, tiempo después, fuera infructuoso en la guerra de Vietnam, guerra en la cual hubo cientos de miles de pérdidas humanas entre los antagonistas, por lo que a consecuencia del curso de aquellas pésimas interpretaciones y demás cálculos geoestratégicos se barajó dentro de las operaciones militares la alternativa del holocausto nuclear. Nos mueve el optimismo extendido hacia la variación, superación y la renovada versión del enfoque disuasivo, como oportunidad “para dar un salto a los beneficios de la solidaridad y la cooperación” interamericana, retomando las bases y los precedentes de “la Política del Buen Vecino” del Presidente Franklin Roosevelt (1933-1945), así como “la Alianza para el Progreso” del Presidente John F. Kennedy (1961-1963), una cercanía que posibilitaría a la Administración del Presidente Joe Biden a remodelar los vínculos con América Latina y el Caribe, esta, una región tan social y económicamente desigual como cargada de diversidad.En efecto, la cooperación solidaria llega a ser la tarea tan imprescindible frente a la astuta y codiciosa ofensiva diplomática de la China, quien ha venido ganando terreno en las relaciones económicas e inserción de inversiones, con tal de patrocinar aquí la autoeficacia de su sistema productivo, el cual desprecia los valores de la democracia liberal. A DESPERTAR. En medio de las recurrentes tensiones chino-estadounidenses, las cuales inestabilizan el comercio internacional y agrían el panomara de la inversión a la tecnología 5G, entre otra variedad de diferendos, cabe subrayar que América Latina tampoco podrá “aislarse totalmente de sus repercusiones. Antes con una presencia “periférica” en América Latina y el Caribe, China se ha tornado uno de los socios relevantes de la región. El comercio bilateral creció de $12.000 millones en el 2000 a unos $300.000 millones en el 2020, de modo que la llegada de China en el comercio internacional de la región pasó del 1,7 % al 14,4 %. La potencia asiática es una fuente cada vez más significativa de inversión extranjera directa en América Latina; casi un 10% de la que ingresó en los últimos años provino de ella (Felipe Larraín y Pepe Zhang)Estados Unidos de América con el mandatario Donald Trump se había mostrado reticente a involucrarse profundamente en la resolución de los problemas del subcontinente, pero quizás eso se modifique. Para empezar, aquí se requiere de forma urgente una ayuda masiva de vacunas, con tal de volver a ponerse de pie en términos de la recuperación económica (Kenneth Rogoff). Un hecho del que habrá de ocuparse la Administración Biden, al lado de la Unión Europea, mediante la organización de misiones cooperativas, equiparables a “la diplomacia de las vacunas”. EL ASCENSO AUTORITARIO. El régimen de Pekín, quien califica de fallido el capitalismo liberal, se obsesionó con exportar su modelo de capitalismo de Estado totalitario en todas las latitudes, un camino realmente peligroso. China y su aliado Rusia tienen “una cabecera” en Cuba, Nicaragua, Venezuela, y Perú es un espectro (Rogoff, idem), aparte de aprovechar el desencanto y el retroceso democrático, prevaleciente en otras naciones del hemisferio (Ana Palacio). La elevada calidad humana del gobernante Joe Biden puede que se imponga en el constructivo enfoque hacia nuestra región, esta vez amenazada a consecuencia del peligroso ascenso de los regímenes “iliberales” o híbridos (autocráticos), que tanto Rusia como China respaldan, procesos que aunque funcionan dentro de la institucionalidad, proveniente del sistema liberal, llegan a ejercer el poder (directo), bajo arbitrarias prácticas políticas, excluyentes de los mecanismos de pesos y contrapesos, los que distan de los convencionales postulados democrático-liberales (Alberto Mora, director del Estado de la Región). Asimismo, un agravamiento mayor se cierne debido a la reincidencia en algunas naciones de sistemas típicamente dictatoriales. Tales corrientes atentan contra todas las sociedades abiertas, contra la vigencia internacional de los derechos humanos y frente a la propia democracia (Anne-Marie Slaughter y Kazumi Hoshino Macdonald). VOCACIÓN POR EL MULTILATERALISMO VITAL Y DE LOGROS. Al contrario de su predecesor, el Presidente Joe Biden da señales prometedoras, una de ellas se dirige al mantenimiento de sistemas comerciales abiertos, aprovechándose las oportunidades creadas por la cuarta revolución industrial” y “eliminando medidas proteccionistas que datan de la era Trump”. Su discurso incursiona en la gobernanza tecnológica y el Estado de derecho (Anne-Marie Slaughter y Kazumi Hoshino Macdonald). Washington podría concentrarse en cooperar en “el alto al fuego mundial” (António Guterres), la integridad territorial de los países, en especial en el Asia Oriental, en donde China igualmente insiste en ejercer un abusivo predominio militar en el Pacífico Asiático, consustancial a su anhelo de covertirse a largo plazo en un poder hegemónico. Una tarea prioritaria, que a nivel de pronta iniciativa puede asumir la Administración estadounidense consistiría en repensar en el robustecimiento de un sólido sistema de salud pública universal, a fin de enfrentar las enfermedades infectocontagiosas y “las conmociones futuras”, sacando ventajas de la experiencia de la covid – 19, y dicho sea de paso que las vacunas sean declaradas un bien universal. En tal sentido, se puede prevenir la catástrofe moral del “apartheid de las vacunas”, según lo reprocha Juan Manuel Santos, el ilustre expresidente colombiano. Hay enormes brechas en la distribución de vacunas contra la covid-19. Mientras las latitudes más pobres reciben pocas dosis, los países ricos implementan programas de inoculación nacional a gran escala (AFP). Con escasa decisión y sentido de urgencia se plantea la innovación de los foros democráticos, tal que en ellos pueda estar representado todo el mundo democrático (incluido el conjunto de la sociedad civil), principalmente los Estados pequeños - estos los de mayor exposición al riesgo -. Sea que lleguen a ser foros complementarios al multilateralismo tradicional, pero eso sí novedosos, operativos, cuyas agendas tiendan a reivindicar los valores, la visión y misión efectiva de cooperación democrática global, cimentada en la sociedad abierta, el Estado de derecho, el sistema de gobierno representativo, justificado en elecciones transparentes, la libertad de expresión, etcétera. Lo cierto es que también hay foros diplomáticos y de política multilateral irrelevantes, lo cual valdría, a favor del ahorro de recursos, la supresión inmediata. Eso “se acentúa porque sus líderes incumplen las promesas y compromisos. Les gusta formular declaraciones simbólicas”, antes que resolver las complejidades globales (Jeffrey Sachs). Bajo los términos de un solidario y positivo programa e iniciativas de trabajo, de enorme impacto y “proyección pública”, concordantes con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidos (ODS), los foros ya innovados pueden orientarse al fomento de la equidad, sustentada en el consentimiento de renovados “contratos sociales”, destinados a la superación de la ignorancia y el analfabetismo (en cuenta el digital). Se decantarían a favor del desarrollo humano sostenible, específicamente en la reducción de la pobreza extrema y de la inseguridad alimentaria, la atención humanitaria a los migrantes y los refugiados, como también en la estandarización de políticas económicas de redistribución de ingresos. Cercano a lo apuntado anteriormente, valga resaltar en estos tiempos del covid-19, que la Administración Biden, al lado de otras potencias económicas europeas y asiáticas, asi también algunas organizaciones multilaterales, vienen favoreciendo un conjunto de legislación y normativa internacional, con tal de que varias poderosas compañías empresariales sean obligadas a pagar impuestos, porque hasta ahora hay una perniciosa competencia de exenciones fiscales entre las naciones, ocupadas de atraerlas. Se haría bien que dichas potencias y esas mismas organizaciones proporcionen mayor financiamiento a los países en vías de desarrollo que precisan flexibilidad en el acceso a recursos financieros de largo vencimiento e intereses blandos (Javier Solana; Enrique V. Iglesias). Esta vez, la reactivación (postcovid - 19) de la economía mundial además de otorgar prioridad a la agenda fundamentada en los principios de la economía del bienestar humano, ha de coexistir con el llamado a los Estados nacionales, responsables de lanzar mayores emanaciones de carbono, a que se decidan a cumplir con el compromiso de la descarbonización, “de mantener el calentamiento global por debajo a 2 grados centígrados, en relación con los niveles preindustriales”. Aumenta el interés de enfrentar la desinformación (idem) y los ciberataques - la actividad cibernética “maliciosa” - los cuales tienden a desacreditar los sistemas democráticos. Ellos constituyen una gran amenaza a la seguridad económica y nacional de los Estados, convertidos en objetivo; así como infringen severos daños al correcto funcionamiento de los operadores empresariales, financieros, de la seguridad nacional, entre otras actividades sustanciales “El robo de propiedad intelectual y el espionaje” también va de la mano con tales complicados delitos. En otro orden, sería pertinente levantar un código de conducta sobre “prácticas democráticas”, revestido de fuerza jurídica, aplicable en contextos convulsivos o efervecentes, los de Haití, Nicaragua, Venezuela, Colombia, el Triángulo Norte centroamericano (El Salvador, Honduras y Guatemala), Cuba – esta vez amenazada por el disenso doméstico - . Un código de tal envergadura significa que pueda actuarse bajo métodos y roles constructivos y activas líneas de coordinación y comunicación, a diferencia del pasado, cuando lo usual era “la doctrina del garrote y la zanahoria”, supuesta “doctrina que acarreó mayor incertidumbre a causa de la errónea injerencia e irrespeto a la soberanía de los Estados. La que otrora se había empeñado en extremar o empeorar las situaciones de ingobernabilidad, la corrupción generalizada y la ausencia de democracia, adjuntos al desarrollo tardío en distintos confines, incluida América Latina y el Caribe. A la vez hay que tener en perspectiva la vigorización de la justicia universal (Carlos A. Montaner), a fin de borrar la impunidad en los casos de crímenes de lesa humanidad, posiblemente esto último angustie sobremanera a Daniel Ortega y Rosario Murillo, los tiranos de Nicaragua.

4 comentarios:


  1. Alexander Peñaranda Zárate escribió:

    Cordial saludo don Ronald

    Los mejores deseos,

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  2. El mié, 11 ago 2021 a las 14:52, Jose Rafael Zamora () escribió:

    Saludos Ronald

    Muy interesante tu ponencia. He creido que la Administración Biden podría poner los ojos en Amércia Latina con otros ojos pero siempre con el principio hegemónico y la creencia que A.L. es el patio trasero de USA y hay que cuidarlo. Ya no hay amenaza del comunismo como en los 70´s , el Poder Global está más repartido, China juega un gran papel en la economía mundial y no representa tanto peligro ideológico en nuestros países, sin embarego no le pierde el ojo. Pero, porqué sigue permitiendo que aparezcan más paísies como Venezuela y Cuba es aparte, pero ante la vista y paciencia internacional, Nicaragua continúa masacrando las instituciones democráticas y sus formas de acceder al Poder para lograr una justicia más democrática. Será que que como vos decís, no representan conflictos de la magnitud que merezca invertir o hacer derogaciones militares. Yo no creo que esté permitiendo el libre desenvolvimiento de las situaciones políticas internas a cada país, o ¿ me equivoco? La globalización ha cambiado al mundo, lo hizo más pequeño, y ahora cuesta"esconderse" sin ser descubierto. ¿Será que el tema energético es tan prioritario en Medio Oriente, que merece la pena de luchar y procurar "garrotear" para sus intereses y de sus aliados no se vean afectados, dejando a la América Latina como una reserva que puede esperar coin sus pequeñas revueltas y casos de corrupción.

    Un abrazo.

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  3. Martin Vargas escribió:
    mar, 10 ago 17:48 (hace 22 horas)
    para Alonso, mí

    Hola. Confirmado excelente como siempre. Mil gracias. Sale en este Mes.

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  4. rodrigo diaz escribió:

    ¡Waooo qué análisis! Excelente.

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