lunes, 18 de marzo de 2013

FALLECIÓ DON RENÁN DE LEMOS RODRÍGUEZ, ALMA NOBLE, GENEROSA Y DESPRENDIDA.

Falleció Don Renán de Lemos Rodríguez, alma noble, generosa y desprendida. Don Renán, además de haber sido su Director General, fue de los funcionarios públicos pioneros del Régimen de Servicio Civil, el sistema de administración de recursos humanos del Estado costarricense, cuya creación se unió a las conquistas sociales de nuestro pueblo.
La vida de este notable costarricense estuvo entregada a la causa del mejoramiento constante del Servicio Civil, en especial por hacerlo vital en la corriente de las necesidades e intereses del servicio público, sin que se perdiera de vista la formación humanista del funcionario – pensaba don Renán - porque este se debe a todos los ciudadanos, así, es el más exigido a dar a todas las personas y a la sociedad una atención respetuosa y diligente.
“Tenemos que ser capaces de comprender el sufrimiento humano; hay que dar bondad para recibir bondad; los errores garrafales y las travesuras de los seres humano...s tienen un origen que es preciso identificar, una vez hecha esta tarea, nuestros juicios serán menos severos y rígidos, esto nos producirá sabiduría y alivio espiritual”.
Lo antes dicho llegaron a ser parte de las enseñanzas que partieron del corazón solidario y virtuoso de aquel caballero de pelo canoso, cuya realización personal consistía en atender diariamente las consultas de decenas de personas, independientemente de su condición o rango social, incluso la mayoría de ellas eran desconocidas para él.
Ya fuera una opinión acertada, una feliz solución, o el consuelo, en último caso, siempre eran los cursos usuales al término de las entrevistas de Don Renán con los ciudadanos, quienes lo preferían, dada su reconocida sensibilidad, bien apreciada, cuando acudían a la Dirección General de Servicio Civil, para lidiar con normas y procedimientos legales y administrativos, los cuales eran también cuidadosamente respetados y observados por este hombre altruista, que nació para la función pública.

3 comentarios:

  1. Tuve el honor de conocer a don Renán. Descrito muy acertadamente en esta publicación. Era un verdadero placer conversar con él, siempre salían de sus labios palabras positivas, y de gran amor al prójimo. Hombre valioso que dejó huella dondequiera que estuvo. Cuidadanos como él son que necesita este país. ¡Hasta luego don Renán!

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