REAPARECIÓ UN ALIADO
Quién dice que Venezuela es innecesaria para Costa Rica? Por supuesto que no. Particularmente, la “boligarquía” chavista ha prestado un
enorme beneficio a los ticos, en tanto que sus petrodólares hicieron el milagro
de reducir (o estabilizar) los flujos de la migración nicaragüense a Costa
Rica. Déjenme demostrarlo.
La munificencia o
dádivas venezolanas equivalentes a casi $4.000 millones, han mantenido sosegado al gobierno (rapiña) de Daniel Ortega; en los últimos tiempos sosegado
en sus ataques contra el sector privado de su país, quien funciona, por el
momento, sin el asedio al que lo sometió
el gobierno de Ortega (l) en la década de 1980.
Los copiosos recursos en manos “del pueblo presidente”,
provenientes del chavismo, la piñata del
Siglo XXl, ponen en posición creciente los
prósperos negocios, en los cuales está envuelta toda la elite pseudosandinista, “la Chamuca” incluida; principalmente, que son recursos administrados al margen de la ley del presupuesto de
Nicaragua.
Mientras haya acumulación en los bolsillos del
gobernante empresario, el sector privado
puede seguir trabajando en paz. Multiplicarán sus rentas los inversionistas
foráneos, porque Ortega se siente “realizado”, administrando el poder - su adicción
predilecta - con la ayuda de una oposición complaciente, y capitalizando sus conocidos vínculos con el régimen excéntrico de Venezuela.
Los mejores índices de crecimiento de las empresas han
logrado favorecer el empleo en la nación del norte. Por todo esto, los
tradicionales éxodos de nicaragüenses
han disminuido parcialmente, sobre todo, hacia Costa Rica, asimismo, hacia el otro destino atractivo de esa sufrida gente: los Estados Unidos de América.
Una de las autoridades económicas del gobierno acaba de expresar su confianza en que Venezuela mantenga la
ayuda a Nicaragua – en buena hora - , a la vez reiteró que en lo particular “no hay que esperar ningún
cambio”, pese al fallecimiento de Hugo Chávez; comentó que el nuevo embajador de Venezuela en Nicaragua,
José Arrúe, así lo hizo ver.
La pésima noticia es que puede continuar el dragado en el edénico río San
Juan y, en consecuencia, se repetirán las invasiones a la isla Calero, perteneciente
al territorio costarricense. Y tan
conformes que hemos estado por los descensos en la inmigración. “Una de cal, otra de arena”, decían nuestros
abuelos.
A menos que la Providencia y el chavismo puedan llamar la atención a Ortega por malograr y
desviar los petrodólares transferidos,
para los descarados proyectos de don Pastora, así, tal vez, podríamos librarnos de las
provocaciones constantes del “régimen enemigo”, el cual, entre otras cosas, arrastra desde
hace 25 años una deuda de $600 millones, de la cual se ha abstenido de honrar a
Costa Rica.
Con todo, hay que reconocer el valor de las dádivas del régimen chavista hacia de uno
de sus aliados preferidos: por lo
anotado con el descenso de la inmigración, ya un favor que nos han prestado, transitoriamente.
Lo último es el único lado positivo que reconozco en los
chavistas venezolanos, habida cuenta que nos ha aliviado un tanto de la pesada
carga, que representa el alto costo de dotar a mayor cantidad de inmigrantes de servicios públicos (casi gratuitos y de
alta calidad).
Pues, siendo así, compartirán ustedes mi criterio en que el gobierno chavista venezolano, entonces de algo
nos sirve. Qué hacemos si logra conquistar el poder la pálida y limitada oposición de
Henrique Capriles, teniendo presente que de inmediato eliminaría las dádivas al gobierno “chulo”
de los pseudosandinistas.
Sin la cooperación de don Nicolás Maduro y sin piñatas,
sería traumático para Centroamérica retornar a turbulencias militares y amargas
experiencias, cuando Daniel Ortega y su camarilla, “al verse proletarios”, asfixiaron al sector privado, ya sea a través
de la aplicación de impuestos antojadizos e irracionales, así también presenciar
las expropiaciones de capitales y los ardides maliciosos de distraer la atención de las complicaciones
domésticas, mediante la manipulación propagandística de recrear enemigos
externos, así, al mejor estilo del clon somocista.
No me van a creer, pero he optado por que el nuevo
mandatario venezolano le haga honor a su nombre y por la continuación en el poder de los chavistas en Venezuela; con
ello los ticos nos ahorramos mayores dificultades con flujos adicionales de inmigrantes, así como de
ciertas posturas filantrópicas, adoptadas por una funcionaria de migración de
nuestro país que días atrás escribió un
artículo, que, dentro de mi ofuscado
juicio, supongo que buscará colocar
“una alfombra roja” en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, a fin de dar altruista bienvenida a todos los
nicaragüenses, socialmente excluidos por gobernantes, carentes de alto espíritu
para extender los beneficios de las piñatas. “Por dónde doblan las campanas”.
Ronald Obaldía González
(Opinión personal)
Cecilia Martén Madrigal escribió:
ResponderEliminarBuenos días!
Como siempre: mi admiración y respeto por su persona. Este comentario me pareció un análisis super interesante.
Cada ensayo, análisis o comentario suyo me hace sentirme orgullosa y feliz de haberte conocido.
Bendiciones Ronald.
ResponderEliminarMiguel Díaz escribe:
Recibido, gracias.
Costa Rica, al abrir espacios para el trabajo de muchos hermanos nicaragüenses, que envían religiosamente sus remesas, contribuyen como nadie a la paz social de Nicaragua.
md
Daniel Leon escribió:
ResponderEliminarRonald. Te felicito por tus muy buenos artículos.