SOCIEDAD Y TRASCENDENCIA
Transcurrida más de una década del Siglo XXl, el temario internacional (convencional) nos ofrece escasas novedades. Tal vez el auge del euro-escepticismo en la zona del euro ha llegado a sacudir las relaciones internacionales, poniéndolo a debutar con bríos mayúsculos.
La incredulidad frente a la plena integración europea era apenas una suposición, tras la caída del Muro de Berlín (1989) y el estrepitoso desmembramiento del bloque comunista de la Europa del Este (década de 1990).
Entonces, cobró mayor peso la seducción hacia las tesis del fortalecimiento del “techo común europeo”, cuyo fundamento jurídico reside en el Tratado de Maastricht (1992), el cual llegó a dar forma a la superestructura de la Unión Europea.
Luego la fascinación de la eurozona (o la unión monetaria de 1999) acabó convocando a menos socios europeos (17 Estados), al contrario del Tratado de Maastricht, con mayor aceptación. Porque el sacrificio de perder soberanía nacional tocó techo. Las reservas se acentuaron a cinco años de las turbulencias económicas dentro del bloque comunitario.
Así también, los estándares relacionados con la estabilidad macroeconómica, entre otras condicionalidades, echaron atrás los propósitos de varios Estados de tener acceso al euro como moneda oficial.
Simultáneamente, el comportamiento receloso de Gran Bretaña hizo perder unanimidad a la zona euro, en especial, su oposición a perder control sobre su política monetaria y el poder de sus entidades financieras, frente al amenazante superávit del ganador de la eurozona: Alemania.
Ésta última torpedeada hoy por los otros socios europeos indisciplinados y golpeados por las deudas públicas y los déficits fiscales. Todo lo cual, arrastra, igualmente, consecuencias económicas y sociales de carácter global.
Le esperan años complicados a Europa, habida cuenta del resurgimiento de partidos políticos anti – europeístas, entre los que destacan los ultranacionalistas y los neo – fascistas.
En la sucesión temática, todavía ocupa un lugar preponderante el cambio climático, su estudio y debate, estructurado por categorías de asuntos sensibles, tales como, el calentamiento, el riesgo de los pequeños Estados insulares, los energéticos, el efecto invernadero, el agotamiento del agua, la desertificación, el desarrollo sostenible, los desastres, en fin, una lista de nunca acabar.
Pero, de acuerdo con las tesis de no pocos científicos calificados, la cuestión del calentamiento del planeta constituyen “ majaderías de muchos alarmistas y burócratas” (“Global Warming – Debunked”). Los renegados escriben constantemente, siendo atendidos por algunos líderes de naciones desarrolladas y de las economías emergentes. Quizás en los siguientes años seremos testigos de intensas contradicciones alrededor del cambio climático, pues, ciertamente, hasta ahora nos hemos familiarizado con “la verdad oficial”.
Los últimos zarpazos contra el terrorismo global desacreditaron la hipótesis de la más alta amenaza mundial, signada a los jihadistas islámicos, tanto del Medio Oriente como del Asia del sur.
La desfiguración de la Primavera Árabe, de la cual nos hemos desilusionado, pone de manifiesto la cruda realidad del conflicto en Siria, encendido por la enemistad histórica entre sectas confesionales musulmanas (chiitas y sunitas), apoyadas, respectivamente, por las organizaciones terroristas Hizbullah y al Qaeda; sin dejar de mencionar los intereses en curso de las potencias regionales y las globales. De modo tal, que será más de la misma barbarie, lo deparado por el Medio Oriente en las siguientes décadas.
La llegada de un Papa latinoamericano al Vaticano, antecedida de la renuncia inusitada del Papa Benedicto XVl, ambos hechos, rodeados de sabiduría, honestidad y humildad profundas, esto sí, llegó a transformar el temario convencional de la política internacional.
El análisis del contenido del mensaje apostólico del Papa Francisco, nos abre la esperanza de concentrarnos de lleno en las profundidades del alma humana.
Aquí (en el alma) encontramos el origen de la desobediencia de la libertad (abusiva) contra la Verdad y el Bien; lo mismo que la pérdida del juicio y la prudencia - según la visión del Papa latinoamericano - la raíz de las grandes complejidades de la sociedad contemporánea, incluida la cultura de la muerte (el aborto y la violencia social), así como la pobreza material y espiritual, lo más vergonzoso de esta generación, empeñada en hacer a un lado el misterio viviente de Dios.
Ronald Obaldía González (Opinión personal).
Jimmy Bolaños Gonzalez escribe:
ResponderEliminar06:41 (hace 8 horas)
para mí
Tu temario internacional lo veo reducido a Europa, cambio climático y la primavera árabe y lo vinculas con Francisco, el que algunos llaman el nuevo Juan XXIII.
Creo que hace falta referirnos a nuestro entorno inmediato (LA y el Caribe), así como el mundo emergente de los BRICS.
En AL y el Caribe se avisaran tres bloques: el Pacífico -la Alianza del Pacífico-, el Atlántico -MERCOSUR- y el Bolivariano -ALBA-, con múltiples vasos comunicantes empezado por la CELAC, la UNASUR, el SICA, Caricom, etc. Mientras Europa padece la década pérdida -2007 a 2017-, nosotros estamos en la cresta de la ola...
Los BRICS acaban de decidir "montarse" su propio banco de desarrollo, al no permitírseles sus aportes para el FMI y el BMundial, ya que ello supondría que pierdan peso -participación accionaria- los EEUU y Europa que los dominan -tienen mayoría de acciones- desde su creación.
Un abrazo,
Jimmy
Mimi Prado
ResponderEliminar06:27 (hace 8 horas)
para mí
Excelente !!!'
Enviado desde mi iPhone
Carlos Manuel Echeverría escribe:
ResponderEliminarT estás poniendo bien serio,Ronald.
ResponderEliminarLourdes Montero Gómez escribió:
Qué hermosa reflexión, siempre de la crisis, la violencia, la pobreza y la miseria del hombre resurge la esperanza, cunado volvemos nuestros ojos a Dios y tenemos claridad de que somos sus hijos y no dejará que el mal prevalezca, allí aparece el Papa Francisco, dándonos lecciones de humildad y sabiduría, que solo viene de Dios. Los males del mundo se terminarán cuando en el corazón del hombre se llena de amor a su prójimo.
Gracias Don Ronald.