domingo, 4 de marzo de 2012

“El Artista” en la geopolítica moderna. Autor: Adolfo Constenla Arguedas.

“El Artista” en la geopolítica moderna


Autor:   Adolfo Constenla Arguedas, diplomático y abogado.


Estamos en temporada de hechos relevantes dentro de la óptica de las relaciones internacionales: crisis económica en Europa debida a sus planteamientos económicos, futuras elecciones en los Estados Unidos de América, secuelas y continuación de la Primavera Árabe, en particular en la República Árabe Siria o la paulatina consolidación de la República Popular China como potencia económica, política y militar. Todos estos eventos, dignos de ser analizados, una y otra vez, en las primeras planas de los periódicos del mundo o, inclusive, en el cine.

Recientemente, también, ha sido la entrega de los premios que, la Academia de Cine de los Estados Unidos de América, otorga a las mejores obras cinematográficas producidas anualmente. Este tema, también, ha sido reflejado en múltiples foros de comunicación colectiva en las últimas semanas.

Si bien es cierto, se tratan, a primera vista, de temas totalmente ajenos, considero, personalmente, que existen aspectos comunes que pueden ser analizados en ambos casos.

Las crisis que está pasando, en los últimos tiempos, uno de los principales focos de poder en el mundo Occidental: los Estados Unidos de América, ha repercutido en sus producciones cinematográficas. Ejemplo de esto lo constituye el hecho de que, en los últimos dos años, han sido filmes extranjeros, (uno británico, el año pasado (El Discurso del Rey), y otro francés, este año (El Artista), los que han merecido obtener el galardón a mejor película del año, siendo los merecedores del Óscar por esa categoría.

Recién habiendo observado el filme “El Artista”, se puede intuir una sensación de recordar los buenos tiempos pasados, en ese caso los del inicio del cine. El filme, al tratar la época del cine mudo, de los años de primeras bonanzas de la industria cinematográfica en esa potencia americana o el paso al cine hablado, refleja un ideal de retomar recuerdos de épocas pasadas. Lo mismo está ocurriendo en la geopolítica en la actualidad.  La crisis que afecta, tanto a Europa, como a los Estados Unidos de América, especialmente en el campo económico, han hecho mella en su realidad, tal y como le sucede al actor principal del filme, que obtuvo el Oscar a mejor actor este año, el francés Jean Dujardin.

La existencia de un nuevo reto (en el filme “El Artista”, el paso del cine mudo al cine hablado y en la realidad geopolítica actual, la pérdida de predominio de esos actores internacionales mencionados), conduce a los involucrados a un estado de inconformidad, que los lleva a ver disminuida su confianza en el futuro.

En este sentido, otras adversidades (la crisis económica de 1929, en el filme,  y la crisis económica actual que viven el Viejo Continente y la principal potencia americana, en la realidad geopolítica, la idea de dar paso “a los jóvenes actores” (la joven actriz que empieza a desbancar al actor principal, de su “Belle Epoque” en el filme y el correlativo surgimiento de “potencias emergentes” en la geopolítica actual (los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica), que, igualmente, le están robando protagonismo a las “viejas potencias”, conducen a que se puedan dar similitudes entre situaciones de la ficción y la realidad en la que vivimos en este momento.

No obstante esos enfrentamientos, la única forma de superar los retos, que se presentan en la ficción y la realidad, es sobreponiéndose a los hechos (la pérdida de confianza en sí mismo, la aparición de nuevos sujetos que compiten contra los poderes ya establecidos, la crisis económica), recurriendo a formas clásicas de apoyos como recurrir a los viejos amigos ( en el filme la relación entre el actor principal y su mascota y la relación entre “El Artista” y su fiel mayordomo y en la realidad geopolítica actual, los vínculos históricos, culturales, sociales y políticos que caracterizan a Europa y a América, para salir adelante, juntos, de ese bache que los afecta en este momento). Igualmente, el aceptar, no como obstáculos, sino como oportunidades, la necesidad de modificar las formas de pensamiento. Vemos, en cuanto a este aspecto, en la película, que “El Artista” decide, finalmente, incursionar en el cine sonoro, aplicando sus “ventajas comparativas (galantería, experiencia, conocimiento) para superar los difíciles momentos que tuvo que soportar, por causa de una momentánea arrogancia y depresión.

Precisamente, creo, firmemente, que Europa y Estados Unidos de América podrán sopesar la situación de inestabilidad económica, que están padeciendo actualmente, si retoman sus “ventajas comparativas”, particularmente, su experiencia y conocimiento, sabiendo ajustarse a los nuevos paradigmas que presenta un mundo en el cual la existencia de retos y actores nuevos ya no es un “filme de ciencia ficción” sino una realidad presente.

Para Occidente este es un paso necesario y fundamental y, de lograr concretarse, estoy seguro que todos seremos testigos de una realidad, que, nuevamente, nos recuerde esa “Belle Epoque” como la que nos presenta el Artista en su filme.

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