jueves, 24 de mayo de 2012

SERGIO F. ARAYA ALVARADO (POLITÓLOGO) ESCRIBE SOBRE LOS GOBIERNOS ESTUDIANTILES EN EL SISTEMA EDUCATIVO DE COSTA RICA.

SERGIO F. ARAYA ALVARADO (POLITÓLOGO) ESCRIBE SOBRE LOS GOBIERNOS ESTUDIANTILES EN EL SISTEMA EDUCATIVO DE COSTA RICA.


Los Gobiernos Estudiantiles como instrumentos de fortalecimiento de la Democracia
A propósito de la sana práctica de promover en las escuelas y colegios del país, la instauración de un Gobierno Estudiantil que surja de un proceso electoral desarrollado en cada centro educativo y que conduzca la política estudiantil de la respectiva institución durante un año calendario es necesario reflexionar sobre el papel que este ejercicio democrático desempeña en la formación integral de las y los estudiantes, futuros ciudadanos del país.
 
Si bien la organización, administración y efectiva designación de autoridades estudiantiles es, como se indica atrás, una práctica correcta que reafirma el espíritu democrático en el imaginario social desde las más tiernas edades de las y los miembros del cuerpo social, también es cierto que el énfasis puesto en el tema estrictamente electoral, fortalece como acción refleja, la convicción de que la ciudadanía política se circunscribe y agota en el ámbito político-electoral exclusivamente.
 
Es necesario que, aparejado a la inducción e interiorización de los valores y procedimientos del sistema democrático-electoral que este proceso supone, sirva de espacio para cultivar en las y los niños y jóvenes participantes, otros principios democráticos de igual valía que hoy son prácticamente invisibilizados en estos esfuerzos y están en desuso en las relaciones sociales reproducidas por las personas adultas.
 
Principios como la responsabilidad personal y social en la construcción del destino común; la capacidad de diálogo real en el que prime la tolerancia a la crítica constructiva y la disposición a concretar acuerdos efectivos; la honestidad, transparencia y coherencia entre el pensamiento, el discurso y, sobretodo, la acción, son parte de los valores democráticos que fortalecen y hacen sostenible una efectiva convivencia social en democracia que además contribuya al desarrollo humano inclusivo y justo.
 
Es por lo anterior que estos ejercicios democráticos deberían servir también como escenarios adecuados para procurar un acercamiento y apropiación de estos principios en el imaginario de la niñez y juventud, coadyuvando de esta forma a la gestación de una ciudadanía democrática, activa, crítica, propositiva y responsable.
 
Poseyendo estos valores, la sociedad exigirá de quienes aspiran a representarla en los órganos de poder públicos, más y mejores cualidades, habilidades, destrezas y, especialmente, valores democráticos, lo que redundará en un mejoramiento del funcionamiento del sistema político en su conjunto.
 
A la tradicional elección estudiantil debe agregársele, mediante las estrategias de mediación pedagógicas adecuadas, espacios para el fomento del debate, reflexión y análisis de alternativas de forma que se contribuya a hacer del voto un ejercicio racional, reflexivo y maduro. Es hora de que las personas entiendan y asuman plenamente la grave responsabilidad que comporta la decisión del voto.
 
Apoyar una candidatura, sea personal o colectiva, debe estar motivada en algo más importante y trascendente que la imagen, los signos externos o las regalías ofrecidas a cambio de ese apoyo, sean realmente dadas o simplemente prometidas y nunca materializadas.
 
Es por esto que, sin abandonar la característica algarabía que ha acompañado los procesos electorales en Costa Rica, elemento que nos distingue en el resto de las naciones, es imprescindible para la salud del mismo sistema democrático que la cobija, mejorar el desempeño ciudadano en democracia. Tanto al votar, como en el actuar cotidiano, la ciudadanía debe reflejar los valores democráticos antes indicados.
 
Y es la edad escolar donde esta semilla encontrará el terreno fértil más apropiado para germinar mejores y más comprometidas  generaciones de ciudadanas y ciudadanos con la democracia costarricense,
 
Sergio Fernando Araya Alvarado
Licenciado en Ciencias Políticas
Cédula: 1-774-811

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