domingo, 23 de septiembre de 2012

A DEFENDER LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

A DEFENDER LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

Hace lo correcto la organización estadounidense American Freedom Defense Initiative, AFDI, (en español: Iniciativa para la defensa de la libertad de los americanos) de lanzar en estos días una campaña en la que califica de “salvajes” a los islamistas radicales.

Justamente, la campaña se efectúa en respuesta a las agresivas protestas del mundo musulmán, a consecuencia del video “La defensa de los musulmanes” – “ofensivo a la religión del Islam” -  las cuales dieron como resultado el cobarde asesinato del Embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens, y de otros tres ciudadanos de ese país, tras el ataque de milicias terroristas contra el consulado estadounidense en Bengasi, una de las principales ciudades de Libia.

Dicho sea verdad, la civilización occidental posee sus propios blindajes y trincheras para no dejarse intimidar por esos  “salvajes”, los cuales sobreviven todavía en medio del oscurantismo más antiguo y tóxico. Si había ligeras esperanzas de renovación con el torrente inicial de la primavera árabe, lo apuntado por la prensa internacional en estos días llega a poner al desnudo la tragedia de lo incivilizable; así de sencillo, habida consideración de las limitaciones irreversibles de las fuerzas sociales progresistas, excluidas por “la hermandad musulmana” de Tunez y Egipto.

La libertad de expresión es de los principios de la libertad universal que nos dignifican como seres humanos, es de los principios supremos que deben predominar en los múltiples ámbitos de la vida social. Porque a partir de ella, pensamos, creamos, actuamos y “podemos distinguir entre diferentes caminos y opciones”, entendiendo de que en su libre albedrío el hombre “no está hecho, sino que se hace”.  Por eso, el video en mención y cualquier otra forma de expresión concuerda con esta ley natural.   
  
A diferencia de la barbarie, valga hacer esta reflexión para citar lo publicado en esta semana por la Universidad de Harvard, a raíz del hallazgo de un papiro de hace 2000 años, de cuyo examen y contenido, la prestigiosa universidad infiere  que Jesucristo tuvo esposa. La cuestión es que la  universidad persiste en el reconocimiento de la antigüedad y validez del papiro.

Corresponderá a la sabiduría y a la ciencia refutar las investigaciones resultantes acerca del judío, el fundador del cristianismo. En este ejercicio puede tener competencia la Iglesia Católica, al igual que a los amigos de la libertad y la tolerancia, salvaguardadas por la civilización occidental, a pesar de la aparición en su momento de enemigos internos, el fascismo y el estalinismo totalitario, vencidos hoy por el poder de la  razón  y la ética de los derechos humanos.
Esta concepción y forma de convivir, desafortunadamente,  dista de tener asidero en la yihad y la sharia de los musulmanes, así como en las tiranías del Medio Oriente, con las cuales simpatizó el pasado Gobierno de Costa Rica (2006 – 2010);  al cabo que supuestamente respaldó en la Organización de las Naciones Unidas  el escandaloso nombramiento de Irán a la Comisión sobre el Estatus de la Mujer (abril de 2010)… ¡vaya, vaya! … paradójicamente,  este domingo la mayoría de los periódicos del mundo informan que los ayatolas iraníes aumentaron las restricciones a las mujeres para acceder a la universidad. 
Asimismo, la barbarie y los desencantos alcanzan África, también. Escasa difusión y obligada atención se le ha dado en Occidente a los hechos sangrientos protagonizados por la policía sudafricana,  al disparar en agosto pasado  contra mineros en huelga en la mina de platino Marikana de la empresa británica Lonmin, matando, a mansalva,   más  de treinta hombres en escenas “que motivaron comparaciones con la brutalidad vivida durante la era del apartheid”. Fatídico episodio con resabios todavía, parafraseando así la expresión  de una de las obras de Alejo Carpentier al registrar la independencia de Haití en 1804:    ahora en Sudáfrica “hermanos matan hermanos”. 

Ronald Obaldía González. (Opinión personal).

1 comentario:








  1. Carlos Cordero Madrigal escribió:

    Ronald, no fue también una salvajada lo que ocurrió en los campos de refugiados de Sabra y Shatila? Y más recientemente, no es una salvajada cubrir el Líbano de Municiones de Racimo, arma condenada internacionalmente, sabiendo que sus principales víctimas son los niños? Cuando en un conflicto tan complejo como este un analista se casa con una de las partes, pierde toda objetividad, y sus análisis se convierten en propaganda gratuita.

    Saludos cordiales,

    CC

    Carlos, mi querido amigo, no fue una salvajada la matanza de atletas judíos en las Olimpiadas de Munich; el lanzamiento continuo de bombas por parte de hezbolah y hamas contra ciudades israelies donde vive gente inocente. Qué me dice de los escudos humanos de los cobardes de hezbolah en sus enfrentamientos con el ejército de Israel. Hábleme del setiembre negro en Jordania así como de las Intifadas, organizadas por los "angelitos" palestinos; de la persecusión contra los cristianos y kurdos por todo el Medio Oriente y hasta del odio entre salvajes, llámese chiitas y sunitas, que se traducido en baños de sangre. Es decir, estamos hablando de una lepra. Le reitero mi gran cariño. Ronald.

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