martes, 4 de septiembre de 2012

LA PRIMAVERA ÁRABE EN CONSTANTE ASCENSO


LA PRIMAVERA ÁRABE EN CONSTANTE ASCENSO.

Días atrás, Israel anunció que una operación militar contra Irán sería la "última opción", esto a causa del controvertido programa nuclear del régimen teocrático de Teherán, al que tanto Estados Unidos de América, Europa, como el propio Israel acusan de intentar la fabricación de la  bomba atómica. 

Tal vez dicha postura hebrea viene a coincidir con  el punto de vista de los Estados Unidos de América,  al insistir - en medio de la decisiva fase electoral del Presidente Barack Obama -   que el peligro de un Irán nuclear “no es inminente”.  Al cabo de mantener  que las autoridades iraníes aún no han tomado una decisión sobre construir un arma nuclear  y, además, “necesitarán todavía entre uno y dos años para resolver los problemas técnicos de los iniciadores, ojiva y medios de lanzamiento”.

A fin de cuentas el aislamiento y la debilidad del Irán  lo han ido acentuando las cautelosas, pero efectivas  resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,  resentidas por los ayatolas, que todavía  se niegan a aceptar la verificación a profundidad de sus capacidades de enriquecimiento de uranio,  por parte de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA),  pues se sospecha que comportan objetivos militares.

El respaldo del Irán al terrorismo, así también  su influencia negativa y subimperialista en los países vecinos, específicamente en Siria,  esta vez castigada por la guerra, engrosan el expediente cargado de sanciones.   

Un expediente que es estudiado, de manera minuciosa,  por los enemigos árabes musulmanes, que se cuentan dentro de la lista del régimen teocrático, ya sean Arabia Saudita, Qatar, ahora Turquía, protector de la oposición sunita al gobernante sirio Bashar al – Assad, así como el Egipto del presidente y líder de la sunita Hermandad Musulmana,  Mohamed  Mursi, que,  en la Cumbre del Movimiento de los No Alineados, realizada la semana pasada,  fue un hecho cierto que lanzó severos dardos al régimen iraní, dado su rol desestabilizador de la región.

Cabe prestarle puntual seguimiento a la reacción del presidente Mursi, disgustado por el ataque, supuestamente, ejecutado desde Gaza  por células  del movimiento Hamás contra las fuerzas egipcias en la línea fronteriza con Gaza.  Precisamente, ese Hamas, en el que detrás  actúa  el  Irán chiita, que continúa financiándolo,  a pesar de sus complicaciones políticas y económicas, el latente descontento popular  y  las  fracturas dentro del régimen, producto de las contradicciones  entre los  ayatolas integristas y el (secular)  presidente Mahmud Ahmadineyad.      

Por otra parte, Irán en el terreno ideológico tendrá que confrontar crecientes riesgos.  Al lado de sus fronteras  cobra real fuerza “el Islam político”,  el cual constituye  la fórmula “mediadora”   de los Hermanos Musulmanes, en cuanto a ganar las elecciones en Egipto, Libia, Túnez, posiblemente en Siria, superando en ellas  los movimientos inspirados en la Primavera Árabe, promotora de sistemas de gobierno seculares y pluralistas.

Dicha  interpretación del Islam es  una corriente (contextual) que ha  llegado a adoptar, de modo parcial,  los fundamentos de la democracia liberal de naturaleza Occidental, rechazada por Irán.   Sin embargo, a la Hermandad musulmana  le es útil, porque  persigue con ella  limpiarse la cara de su pasado antioccidental y antijudío,  lo cual  la distancia, hasta ahora,  del integrismo o el  radicalismo islámico, éste  que además de defender la instauración de Estados teocráticos, llegaron  a ser el precursor  del terrorismo de al Qaeda.  

De colocar Israel y los Estados Unidos de América las opciones militares como última opción, a efecto de arruinar  los apetitos atómicos de los ayatolas,  seguro que por sí sola la Primavera Árabe ha cumplido sus deseos, con todo los altibajos.  Le llegó la hora al presidente de Siria, hecho que parecía imposible.  Por eso le llegará pronto a su mecenas, el Irán, con la confianza que en esta odisea y las restantes,  sea innecesario el derramamiento de sangre inocente;  pues a como pintan las cosas,  resurge  la esperanza del  rejuvenecimiento progresivo de la sociedad y la cultura  árabe.     

 Ronald Obaldía González  (Opinión persona

1 comentario:

  1. Lourdes Montero Gómez
    16:41 (hace 3 horas)

    para mí
    Gracias Don Ronald, Dios quiera que a esta región tan conflictiva y con tan intricadas relaciones llegue la paz para sus cuidadanos, cómo dirían nuestros abuelos" no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", aunque en esta región las guerras llevan siglos.

    Saludos

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