MENSAJE EN CONMEMORACIÓN DEL CINCUENTA ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL LICEO RODRIGO FACIO BRENES, DISTRITO DE ZAPOTE, SAN JOSÉ – COSTA RICA
SEÑORES DE LA JUNTA ADMINISTRATIVA DEL LICEO RODRIGO FACIO BRENES, SU PRESIDENTE LUIS OBANDO ROJAS.
SEÑORA DIRECTORA
QUERIDOS EX – PROFESORES.
EGRESADOS DEL AÑO 1966, HERMANOS MAYORES DE LOS EGRESADOS,
SEÑOR VICEMINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO, CARLOS ROVERSSI ROJAS, EGRESADO DE LA PROMOCIÓN DE 1976.
EGRESADOS DE TODAS LAS PROMOCIONES ESCOLARES DE 1967 AL 2011
CUERPO DOCENTE Y ESTUDIANTES.
AMIGOS TODOS.
Muchas gracias a la Junta Administrativa de nuestro Liceo por conferirme el gran honor de expresar estas palabras, en ocasión de la celebración del cincuenta aniversario de la fundación del Liceo Rodrigo Facio Brenes, del distrito de Zapote de la provincia de San José.
En medio de plenas tensiones, amenazas de guerra y demasiada agitación mundial y cuando la economía costarricense apenas desarrollaba su proceso industrial al lado de la producción tradicional del café, el 10 de abril de 1961 los vecinos de la generosa comunidad de Zapote se congregaron en el salón de actos de la Escuela Napoleón Quesada, a efecto de conocer la feliz idea de un grupo de ilustres líderes zapoteños, quienes venían deliberando acerca del proyecto de creación de un centro de enseñanza secundaria. Porque en el San José abarrotado de cafetales eran muy contadas las comunidades que poseían centros de enseñanza secundaria.
Por eso, en el acta que se levantó ese día en aquella reunión comunal, se cita textualmente “que el pueblo entero acogió con delirante entusiasmo la iniciativa de don Jesús Mora Díaz y demás miembros de la Junta de Educación de la Escuela que lo acuerparon”. Por lo tanto, se decidió ocupar el edificio de la vieja escuela para el colegio, el cual se ubicaba en el sector oeste del actual parque de Zapote.
Primero había que desalojar allí la Unidad Sanitaria que funcionaba en el antiguo local. Las negociaciones con el Ministro de Salud fueron a veces poco cordiales, pues el jerarca tenía reservas sobre la viabilidad de tal proyecto educativo. Don Jesús Mora expresó que varias veces se sintió “descorazonado” ante las reacciones del Ministro y del jefe médico del centro de salud. Al final el jerarca cedió ante el ímpetu y pujanza de las familias zapoteñas.
Con tal de evitar la disminución del entusiasmo vivido, en aquel instante se formó una junta administrativa provisional, entre los que destacaron el propio Don Jesús Mora, Don Juan José Obando Amador, Don Eladio Sandí Díaz, Don Alcídes Mora Rojas, Don Jorge Grant Chaves, Don José Joaquín Song, Don Héctor Araya Vargas, Don Luis Amador Mora y el Presbítero Wilfredo Blanco Rodríguez. De inmediato ellos iniciaron los trabajos que dieron como resultado la inauguración del Liceo en marzo de 1963.
Estos líderes estaban convencidos que la desesperanza que imperaba en el mundo había que derrotarla con amor al prójimo, solidaridad, bienestar, la fe en la educación, bajo la firmeza de los más altos valores democráticos y cívicos de nuestra Patria. Fueron tenaces en sus objetivos y tampoco se permitían errores. Don Jorge Grant le llamó la atención al Presbítero parroquial, Wilfredo Blanco por sus ausencias a ciertas reuniones de la Junta, además que el cura fungía como Tesorero. Don José Joaquín Song le reclamó al resto de sus colegas por incumplir la cita con la Junta Progresista de la Ciudadela, la cual iba a obsequiar ese día una cocina y un buen recipiente para depositar la basura.
El nuevo Liceo arrancó con una matrícula de casi 200 estudiantes, distribuidos en cinco secciones, correspondientes al primer año escolar. La noticia de la creación del centro de estudios corrió por todas las localidades circunvecinas de Zapote. La matrícula estuvo compuesta por estudiantes del mismo distrito, además de San Francisco de Dos Ríos, Curridabat, Barrio Luján, La Y Griega y de algunas barriadas de San Pedro de Montes de Oca.
Ante la carencia de recursos financieros, los miembros de la voluntariosa Junta Administrativa gestionaron créditos bancarios, con el propósito de comprar los pupitres, pizarras y demás materiales educativos. La organización de actividades bailables en el desaparecido salón Platense, la exhibición de películas en el cine de Don Manuel Araya como también en el cine Caribe, incrementaron los ingresos, los cuales de una manera transparente y rigurosa se dedicaron para suplir las necesidades de la naciente institución. De su propio peculio los fundadores del Liceo hacían donaciones para la obra educativa. Al tiempo que las familias humildes colaboraban con sus limitados recursos en todas las gestiones llevadas a cabo.
Al grupo de patricios de la comunidad zapoteña, que se responsabilizaron de establecer el colegio, el 9 de febrero de 1962 se les presentó una elegante dama, una inteligentísima y culta educadora, humanista, que había prestado sus servicios en comunidades rurales, como San Isidro del General. Ella venía desempeñándose como maestra en la Escuela Napoléon Quesada. Ella era Doña Lía Gómez de Brenes. Vivió en la Ciudadela de Zapote. Por sus atestados, espíritu de emprendimiento y capacidad profesional, fue nombrada por la Administración del Presidente Mario Echandi como la primera Directora, para que comenzara a laborar en marzo de 1962.
Doña Lía, junto con Don Juan Obando Amador y Don José Joaquín Song, se empeñaron para que el liceo adoptara el nombre de Rodrigo Facio Brenes, no sin antes debatir con el sacerdote Wilfredo Blanco, dado que consideraba que el ilustre académico tenía ideas socialistas.
A partir de la conjunción de esfuerzos entre Doña Lía y los fundadores comienzan nuevas y bellas historias de los encuentros con las altas autoridades del Ministerio de Obras Públicas y del Ministerio de Educación Pública, a efecto de conseguir recursos y materiales de construcción. En cuestión de tres años ya el colegio tenía su primer pabellón de aulas, cuya primera piedra se colocó el 18 de octubre de 1962, con la presencia del Presidente Francisco Orlich, quien se hizo amigo de la comunidad. Se inauguró al interior del colegio la pista atlética llamada Centroamérica. Después se fundó la biblioteca y el laboratorio de química y biología.
A los años nació el himno de la institución, cuya letra correspondió a Isaac Felipe Azofeifa y la música a Carlos Enrique Vargas. Siendo Don Romilio Durán Picado (1970 – 1974), Diputado de la República y a la vez vecino de Zapote, el colegio pudo ampliar sus edificaciones con nuevos pabellones, gracias a los aportes de las partidas específicas, que este Diputado gestionó.
Lo cierto es que ya en 1964 había más de 400 alumnos, dado el prestigio que acumulaba el Liceo por la alta capacidad y excelencia de sus profesores, a quienes, de seguro, les debemos parte de nuestra esencia como personas y buenos ciudadanos. No más observemos al Canciller y egresado Carlos Roverssi Rojas, comprometido con la defensa de la soberanía nacional. Y digno ejemplo son todos los egresados de esta singular institución, que desde de los diferentes campos de sus actividades particulares dejan grabado el sello de las indisolubles enseñanzas y consejos que recibimos de los grandes educadores del Liceo Rodrigo Facio, ellos, que al alimentar las almas de los ávidos jóvenes que se congregaron en las inmortales aulas, nos dieron también el mandato cívico de que “Vamos a hacer grande la Patria ya”, tal como lo expresa el Himno de los Estudiantes del Liceo Rodrigo Facio.
Finalmente, permítanme reconocer la nobleza y el alto espíritu de los egresados Luis Obando Rojas, Carlos Grant Trigueros, Rubén Acuña, Carlos Abbot, y de Gerardo Mora Obando, éste último con sus más de treinta y dos años de servirle como Contador de dicha Junta. Todos ellos que al asumir las responsabilidades de la actual Junta Administrativa del colegio, constituyen el reflejo de una institución que así también le enseño los valores del voluntariado y de elevada ciudadanía a sus educandos.
Muchísimas gracias.
Rodrigo Facio dijo, difieran las opiniones sea uno el corazón. Esto no lo han aprendido unos muchachones de un sitio facebook llamado Rodrigo Facio. Buen discurso para celebrar el aniversario de un gran liceo, pero que no se ve realmente representado en los administradores de ese sitio que no merece un nombre tan benemérito como el de Rodrigo Facio
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