lunes, 17 de diciembre de 2012

AL SENTIDO DE LA VERDAD COSTARRICENSE.

AL SENTIDO DE LA VERDAD COSTARRICENSE.

 ¿Acaso  las corrientes autoritarias latinoamericanas, en particular la vecindad con el régimen somocista de Nicaragua erosionaron el sistema democrático costarricense, o bien el comunismo internacional;  tampoco lo debilitaron la crisis de la deuda externa de la década de 1980, la cual estalló en medio de la sangrienta guerra civil centroamericana, que puso a la vez en grave riesgo a nuestro país, dada su posición geográfica, nada menos que bordeada entre las peligrosísimas dictaduras de Manuel Antonio Noriega en Panamá y la del pseudo-sandinismo en Nicaragua?

En este mundo del poder de la ciencia, la tecnología, de las investigaciones  Al planeta Marte ha resultado bastante cómodo  abandonar (erróneamente) a Dios de las sociedades humanas, tanto que se  descarta  que en la  vertiginosa creación es  cuanto se hace más evidente la obra del Hacedor universal.      

Recuerdo que  en los citados dramáticos acontecimientos internacionales, el dictador  Fidel Castro  - según el relato del doctor Francisco Barahona Riera -  se sorprendía de la solidez y vigencia de las instituciones políticas y sociales costarricenses, ausentes del resto de las naciones latinoamericanas y del Caribe.

En su visión materialista del mundo, al mandatario marxista apenas le alcanzaba entender los méritos de los líderes políticos locales, aspecto de por sí innegable. Los calificaba de sagaces, ya que pensaron en instituciones acertadas, cuyo objetivo consistía en reducir las contradicciones sociales, que sí se agudizaban en la región.

Sin embargo, los que con múltiples miserias y tropiezos diarios  aspiramos al mejor  acercamiento con lo trascendental, así también los que reconocemos en ello justificaciones coherentes con  la virtud y al bien común, que se apartan de las hipótesis científicas, preferimos por  centrar la atención en el ADN de la nación costarricense.

Desde la conquista y la colonización española se pueden encontrar suficientes hechos probatorios, los  que  determinaron la esencia y el carácter nacional. Dichosamente llegó a ser el  reino de España el protagonista de tales procesos históricos, en lugar de los turcos, árabes, belgas, franceses o ingleses con sus excesos y abusos.

Así comenzamos los costarricenses a vivir en una  verdad revelada, esto es,  en  la fe y la racionalidad del cristianismo católico, lo cual difícilmente puede ser comprendido por los secularistas, los ateos, los pragmáticos, los nihilistas,  los materialistas, o  por  los evolucionistas radicales.     
        
Sobre la defensa que hago del artículo el artículo 75 de la Constitución Política de nuestro país, el  que declara la religión oficial Católica  como la oficial del Estado - sin desmedro alguno de la libertad de culto -  he  expuesto abiertamente  que la génesis y la formación nacional de Costa Rica descansa en esa fe viva,  derivada del catolicismo.  
Fe viva que cobró mayor sentido  y fuerza a partir de la aparición de la Virgen de los Ángeles, símbolo y mensaje de amor y esperanza, unificación y solidaridad étnica entre indígenas, pardos, mestizos, criollos. Nació  toda una renovada cultura de principios, que vinieron a distanciarnos de dramáticos capítulos raciales, a cambio de instituir  los primeros poblados, en los cuales se congregaron todas las etnias de la época, para sentar luego las bases de una nación horizontal e integrada.
Al ADN nacional se fusionaron después  los postulados de la democracia liberal, la indisoluble contribución de la cristiandad y de la civilización occidental para con la joven y emergente nación, quien desde siglo atrás había escogido el camino del magisterio de  la doctrina y la ética católica, firme sostén de  la  vida, la libertad, el respeto a la dignidad humana y de la justicia social.    
Con hondo afecto les deseo a todos Feliz Navidad en espíritu de ágape y gozo.

Ronald Obaldía González  (Opinión personal)

5 comentarios:

  1. Antonio Lopez Escarre escribe: Ronald, perfecta descripción del ser costarricenses que comparto y te felicito, aunque tengamos entre nosotros personas que no piensan así y quieren despedazar nuestra cultura católica y democracia liberal para instaurar una dictadura socialista y atea.

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  2. Mario Leyton, escribe: Ronald, nos conocimos hace mas de 30 años en la facultad, y te felicito por este giro en tu escritura, pasaste de las Ciencias Políticas a la ciencia ficción y de la cómica y ahistórica, lo que es de resaltar. Enhorabuena, muy gracioso!!

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  3. Luis Fernando Amador escribe: Ronald estoy de acuerdo con muchas cosas de la que decís. Pero la verdad histórica es que el movimiento anticlerical se da en el país con la masonería y los grandes liberales. Las reformas liberales de 1884 le quitaron mucho poder a la Iglesia Católica, poder que después en alguna medida les devuelve el Gobierno del Dr. Calderón Guarda.Sobre esto hay mucha tela que cortar. Ahora es innegable nuestras tradiciones católicas pero ha sido el anhelo de muchos costarricenses desde el siglo diecinueve la separación de la Iglesia y el Estado en forma definitiva. Esto es un tema muy recurrente en nuestra Historia Patria.

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  4. Oscar Mendez Solera escribe: Correcto Ronald. Existe una cultura ateìsta bastante grande en Costa Rica y quienes nos crearon bajo principios religiosos muy acendrados, notamos y vemos con preocupaciòn el crecimiento de estas personas en nuestra sociedad. Son ateos, son apolìticos, no forman parte de movimientos comunales donde viven, no les preocupa el devenir de las familias como el nùcleo central y primario de la sociedad.

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  5. Ronald Obaldía González escribe: Querido Mario Leyton. Disculpe la vez pasada. Es que hay otro Mario Leitón en mi facebook, estaba confundido, no sabía que había dos, vos y otra persona. Un abrazo al apreciado compañero y a su distinguida señora y familia.

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