jueves, 27 de diciembre de 2012

LA ESTRECHA RELACION ENTRE EL COLEGIO Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADIO ZAPOTEÑOS.


LA ESTRECHA RELACION ENTRE EL COLEGIO Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADIO ZAPOTEÑOS.
 
Sobre  todo,  que Costa Rica albergará en marzo del 2013 los Juegos Deportivos Centroamericanos,  ocasión en que  las instalaciones del Estadio de Zapote se emplearán para  las competencias del  fútbol femenino,  vale la pena entonces hacer  mención del rol desempeñado por la Junta Administrativa, la Dirección y parte del profesorado del Liceo Rodrigo Facio Brenes en la adquisición del magnífico terreno, al cual tienen acceso los niños, los jóvenes y los adultos, que practican otras ramas deportivas, en cuenta las actividades recreativas y afines.

Tengamos presente que a principios de la década de 1970  conforme se incrementaba el tránsito vehicular por las carreteras de San José  y sus principales comunidades se transformaban en verdaderas áreas urbanas, así también  se modificaba  – hasta casi desaparecer hoy -  el formato tradicional de reunir en un mismo contorno la Iglesia, el campo de fútbol, el centro educativo, los locales comerciales y alguna que otra oficina de servicios públicos.

Comunidades como Zapote, San Francisco de Dos Ríos, Guadalupe,  San Pedro de Montes de Oca y el propio Curridabat, etcétera, vinieron a dar testimonio de ese cambio drástico en su fisonomía, tal que  en el caso particular del distrito zapoteño,  la plaza de fútbol, otrora ubicada frente a la Iglesia Católica y rodeada de vías demasiado transitadas, representó  un severo riesgo,  tanto  a los deportistas como a los peatones y los conductores de vehículos.

Los renuevos de progreso dominaron siempre la mentalidad de los fundadores y de la Directora  del colegio, Doña Lía Gómez de Brenes, quienes además de dotar de techo al gimnasio deportivo a finales de 1970, constataron que tampoco podía aplazarse el traslado de la plaza de deportes hacia un lugar distinto y apropiado, puesto que  su espacio físico se deterioraba y su reconstrucción sería inviable.    

El campo dispuesto  hacía imposible la práctica de este popular deporte.  Eran repetidas las quebraduras  y las lesiones sufridas por los futbolistas.  Recuerdo  el susto originado a través de una jugada accidentada, en medio de un encuentro entre los correspondientes  equipos de los brillantes estudiantes  Róger Umaña Chacón y Carlos Roverssi  (actual Vicecanciller de la República), en el que este último recibió la peor parte, más que todo,  por las pésimas condiciones de la cancha.  Asimismo,  no pocos jugadores de equipos organizados  fueron víctimas de tales accidentes.        

Lo cierto es que la organización del colegio se convirtió en la gestora  de las nuevas instalaciones deportivas de la comunidad.  El 9 de marzo de 1971 la Junta Administrativa del Rodrigo Facio  convocó a la Junta o Comité de Deportes de la localidad, a fin de trabajar, de manera conjunta,  en el objetivo de adquirir  el nuevo terreno del Estadio de Zapote, mediante el procedimiento de la licitación.  Para tal efecto,  se respetarían  las regulaciones técnicas de  la Dirección General de Educación Física y Deportes, la institución que puso como requisito obligatorio  que el terreno tuviera dos manzanas de extensión, como mínimo.

El primer paso dado por las autoridades del colegio consistió en formalizar  una reunión de trabajo con los señores Diputados Daniel Oduber Quirós y Romilio Durán Picado (1970 – 1974) –  este último Diputado,  meses antes, había conseguido los dineros del techo del gimnasio - , la cual tuvo lugar el 17 de marzo de 1971;  y en la cita participaron la Directora  Lía Gómez Chacón  de Brenes,  Jesús Mora Díaz, José Díaz Amador, José Joaquín Songg, Gilberto Garro Casas, Jorge Grant  Chaves, Luis Amador Mora y Juan Obando Amador.
Fueron exitosos  los resultados de esta sesión clave entre los distinguidos señores Diputados y los fundadores del colegio, que en su mayoría tenían bajo su conducción las responsabilidades de la Junta Administrativa.  Los Diputados Oduber y Durán Picado no solo acuerparon las iniciativas planteadas, sino que de inmediato cumplieron con el compromiso de favorecer con recursos económicos  (200.000 colones)  el proyecto del estadio de futbol, a los que dio trámite el Presidente del Congreso don José Luis Molina Quesada.   

En cuanto a la licitación, hay que destacar  que en su respectivo orden  presentaron oferta la señora Trina Granados Calvo, la señorita Pilar Núñez García y el señor José Pozuelo Apéstegui.  Excepto la propiedad de la señorita Núñez, localizada a la par de la antigua  plaza de “los ciegos” de  barrio San Gerardo - éste conocido también como Barrio Pinto -,  las de Granados y Pozuelo  estaban en las inmediaciones del  liceo.
Acto seguido fue la apertura de las ofertas presentadas en el marco de la licitación, la cual se llevó a cabo  el 17 de mayo de 1971.  Además de los miembros de la Junta Administrativa que antes se habían reunido con los señores diputados Oduber y Durán Picado,  en esta oportunidad,  ellos se hicieron acompañar de  Armando Carrillo Cordero, Trinidad Granados Calvo, Carlos Eduardo Villalobos Salazar, Carlos Brenes Bejarano,   Yolanda Chacón Bolaños, Luis Enrique Portilla Barquero, Antonio Díaz Amador, Gilberth Umaña Mora, María Eugenia Muñoz Granados,  José Tulio Oconitrillo Garita, Luis Armando Gutiérrez Rodríguez. Varias  personas de este grupo conformaban el Comité de Deportes zapoteño. 

Finalmente, el 31 de mayo de 1971 se decidió sobre la licitación, resolviéndose a favor de  la oferta de la señora Pilar Núñez García. Se consideró  que el precio de su propiedad ofrecía condiciones  específicas,  las que estaban a la altura de la capacidad de pago de la Junta Administrativa del Liceo, así como del Comité de Deportes, encargado de conseguir luego los restantes fondos,  los cuales permitirían honrar totalmente la deuda.
 En manos de los miembros de la Junta Administrativa, así como de los señores Ángel Bejarano y Antonio Díaz Amador, en representación de la Junta o Comité de Deportes, recayó la decisión de designar  la acogedora propiedad que aloja al Estadio y el polideportivo.  Y el  8 de junio de 1971 se informó a los interesados, principalmente a los oferentes,  sobre el resultado de la licitación.

De haberse  escogido uno de los restantes terrenos,  seguro que hoy los habitantes se estarían lamentando de su ubicación, habida consideración de la continuidad y agudización de los  factores e inconvenientes  que, en aquel entonces, habían incidido en la determinación de cambiar el lugar de la plaza central de fútbol. 
 Como es usual en todo proceso de licitación, hubo aquella vez discrepancias y pulsos de poder entre la Junta Administrativa y la Junta de Deportes.  La organización deportiva se opuso  a que la Junta Administrativa confeccionara  la licitación, además que al mismo tiempo ésta fuera la depositaria de los fondos, conseguidos con gran empeño  por los señores Diputados Oduber Quirós  y Durán Picado.

El disgusto de la dirigencia deportiva era injustificado, en razón de que el colegio fue por mucho tiempo la única entidad del distrito que contaba con personería jurídica, por lo tanto a él le eran destinadas la recepción y la administración de recursos públicos, incluidos los que se asignaran  a las distintas organizaciones cívicas.  Al cabo que los representantes del deporte tuvieron voz y voto en las sesiones  de la referida licitación del Estadio.
Si bien la compra del terreno del estadio de fútbol llegó a ser el  fruto  del ejercicio de un excelente liderazgo comunal,  la posterior etapa de  construcción de las instalaciones demoró notoriamente.   El conflicto entre la dirigencia comunal,  un Comité de Deportes carente de personería jurídica,  la  ausencia de resultados, en cuanto a la ejecución de las obras, entre otras cosas,  vinieron a ser  la constante durante más de una década. 

Las anteriores complicaciones las  puso en evidencia el periódico Zapote en 1977, dirigido por Hernán Gutiérrez Oviedo,  periodista y egresado del Liceo. Por su parte,   otras comunidades vecinas comenzaron  a superar al distrito de Zapote  en infraestructura deportiva, mientras que  los futbolistas locales continuaban  haciendo  uso de la precaria plaza de fútbol,  la cual desapareció definitivamente a principios de la década de 1990. Después  dicho  terreno, ya desocupado, dio lugar a la  construcción del parque Nicaragua, cuyo nombre  no dejó de provocar  visibles molestias entre los habitantes del Zapote pacífico y de normas de convivencia saludables.  
Todo lo anteriormente descrito, confirma que el Liceo Rodrigo Facio, en su evolución y crecimiento,  representó el principal motor de progreso del distrito de Zapote, quizás también el de otras localidades vecinas, porque  es de suponer que sus propios jóvenes, graduados en nuestra institución, llegaron a esos lugares a poner  en práctica los conocimientos y valores éticos transmitidos por  el cuerpo docente a todos los estudiantes.    

Ronald Obaldía González.

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