viernes, 18 de enero de 2013

MALÍ, OTRO AFGANISTÁN O INFIERNO.

MALÍ, OTRO AFGANISTÁN O INFIERNO.

Malí, ubicado en el Sahel, la zona extendida a través del norte del continente africano entre el océano Atlántico y el Mar Rojo, es considerado por su cercanía geográfica una de las puertas de Europa, ambos tampoco se escapan de los objetivos del terrorismo islámico.

Esta circunstancia ha hecho inevitable que, a través de la intervención militar francesa y d...e varias naciones del oeste africano, la guerra se internacionalizara en elterritorio maliense, cuyo propósito es la expulsión de los ocupantes terroristas de la región norte de dicho país, ya sean, los tuareg - nacionalistas y enemigos del gobierno golpista - así también miles de yihadistas islamitas, entre ellos, los mercenarios a sueldo, más los salafistas provenientes de Argelia, afines a al Qaeda.

Sin embargo, las divisiones entre los tuareg y los islamitas - que hace diez meses asestaron golpes al ejército de Malí - salieron a relucir pronto, por lo que estos mejor armados y equipados se apoderaron de las tradicionales reivindicaciones nacionalistas e independentistas de la tribu tuareg en el norte de Malí, sus antiguos socios en la pasada guerra de Libia.

Al desplazarrecientemente a los nacionalistas de las tribus tuareg de la conducción del Estado - de facto - de Azawad, o sea, “el Estado islámico independiente enel norte de Malí”, los yihadistas se apoderaron de las dos terceras partes del territorio nacional, cuya superficie en total es de 1.240.000 km2.

A la vez, mediante la imposición de la rigurosa Sharía, ley islámica, las posiciones de ellos “son cada día más radicales. Se amputan manos y pies a ladrones; las infidelidades matrimoniales se castigan con latigazos, las mujeres no pueden mirar a los ojos de un hombre”, etcétera.

Siendo una nación de desiertos, con una economía precaria, basada en el ganado y la agricultura, carente de recursos económicos estratégicos, dominada por gobiernos golpistas, Malí alberga 15,500.000 habitantes, los cuales mayoritariamente sobreviven con dos euros diarios.

Apenas 1,500.000 de malienses residen en la casi despoblada región del norte, donde se concentra ahora el mayor volumen de las hostilidades militares, en las que llevan ventaja los islamitas y los tuareg. Por eso, en respaldo de su antigua colonia, acaba el ejército de Francia de concurrir a la guerra, secundada por Alemania, posiblemente por el resto de la Unión Europea, más las naciones del Sahel y del Magreb.

El objetivo de la intervención es "africanizar una solución al conflicto”, tras ser expulsados “los terroristas”, capaces de derrotar las enclenques Fuerzas Armadas de 7.000 hombres malienses, urgidas de la inminente ayuda militar, principalmente de Nigeria (víctima del terrorismo islamita), Senegal, Togo, Burkina Faso, así como de Marruecos y Argelia, que brindan entrenamiento y apoyo logístico.

Esas naciones africanas visualizan como una severa amenaza los reconocidos planes expansionistas de los yihadistas “globales”, que pusieron en la mira el mapa del continente negro, cuya frustración social de su gente es terreno fértil para la ideología del islamismo extremista.

Por su parte, la resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobaba en diciembre pasado el envío de una fuerza militar conjunta africana (AFISMA) a Malí, por un periodo inicial de un año, con el objetivo de entrenar al frágil Ejército maliense y apoyar al Gobierno (golpista) para recuperar el control sobre la región de Azawad.

La agresividad de los islamitas puso en mayor alerta a Francia y sus aliados, por lo que el presidente galo François Hollande, determinó aumentarla intensidad de los objetivos de la misión militar; su país entró en guerra y afirma que los terroristas de Malí serán "destruidos o capturados". A su vez se contempla dar protección y seguridad a 6.000 franceses residentes en ese país agredido.

El presidente insiste en que Francia no tiene conducta de "gendarme de África", pide el apoyo europeo contra los islamistas (El País, España). Francia es un país amigo – dice Hollande - que actúa a petición del presidente interino de Malí, Dioncunda Traoré, y en el marco de la legalidad internacional. La estancia francesa será breve, aunque podrá llevarse más de seis meses la expulsión de los militantes islamitas.

El contingente francés puede alcanzar los 2.500 soldados frente a los 750 desplegados en la actualidad. Una avanzada del Estado Mayor de la fuerza de intervención africana se encuentra ya en Bamako; varios países de África Occidental han prometido aportar soldados capacitados al contingente multinacional.

El presidente francés manifestó que "si no hubiéramos asumido nuestra responsabilidad el pasado viernes, quién sabe dónde estaría hoy Malí”. Según él, ha tomado en cuenta lo que hoy se sabe sobre el poder de fuego, los medios y las intenciones de los 2.500 terroristas que actúan por dinero, habilitados para tomar la capital Bamako y todo el sur de país, donde yace la mayoría de los habitantes.

Hollande achaca que Occidente se mostraba indiferente el año pasado, sobre todo, un Estados Unidos de América “menos militar”, en esta época en que mide la salida de Afganistán, “a pesar de ser la séptima intervención occidental en cuatro años en sociedades musulmanas”.

Eso sí, el mandatario galo reitera que su país se comporta "con responsabilidad y solidaridad”, por lo que la intervención porta en el libreto la estabilidad y la cooperación económica a favor del pueblo de Malí.

Es sabido que los rebeldes del norte enfrentan a un ejército corrupto, del que desertan sus propios soldados. Ellos se roban las armas; por un sueldo de $300 corren a las filas de los islamitas, al cabo que estos gozan de la simpatía de los imanes religiosos y radicales del sur, que junto al despotismo de los militares ejercen un inmenso poder en la empobrecida nación africana.

Preocupa a Europa y los aliados que sin estas dos fuerzas políticas (los religiosos fundamentalistas y los militares desacreditados) difícilmente funcionará un gobierno estable, en medio de un Malí fragmentado, a causa de los antagonismos e intereses contrapuestos entre los pequeños feudos de poder, sean tribales, religiosos o los de una pírrica e indefensa clase política. Ni los Estados Unidos de América, tampoco los europeos querrán que se repita la experiencia difusa de Egipto con los Hermanos musulmanes.

Se supone que desde el primer ataque del pasado viernes, se ha logrado "frenar la ofensiva" de los terroristas islámicos, que, repartidos en cuatro grupos de milicianos, continúan controlando el norte del país.

La determinación francesa "está siendo total”, y al ser de “despliegue rápido” está obligada a resultados significativos", subraya Hollande, quien está convencido que los milicianos retrocederán en su objetivo de ocupar la capital, Bamako, y el conjunto del territorio nacional.

"Toda Europa debe dar su apoyo" a la fuerza africana - reclama el mandatario francés - que está llamada a tomar el relevo para garantizar la integridad territorial maliense. Para él, solo la intervención internacional, la cual equivale a un costo de 70 millones de euros, podrá liberar el territorio perdido (el norte), defendido férreamente por los yihadistas.

Mientras tanto, la rama magrebí de Al Qaeda, protestando por la citada intervención militar, atacó esta semana unas instalaciones petroleras de Argelia y secuestró a un número indeterminado de extranjeros, tras asesinar a un británico y a un francés. Por su parte, el ejército argelino invadió las instalaciones, lo cual hizo elevar el polvorín, con mayor saldo de muertes.

Fuentes militares europeas y malienses han confirmado la presencia en el norte de Malí de elementos nigerianos de la secta islamita Boko Haram, asesina de cristianos, así también de Al Shabab, que opera en Somalia, a fin de derrocar al gobierno, el cual hace poco fue reconocido por Washington.

Finalmente, admítanme cuestionar si África podrá ser inmunizada de epidemias, o gozar en algún momento del periodo de las vacas gordas.

Ronald Obaldía González (Opinión personal)

2 comentarios:

  1. cmecheverria@yahoo.com, escribe:

    Deberías escribir para el Economist o Le Monde Diplomatic. Alli no creo q se prolongue mucho el asunto, pero tampoco se resolverá complementamente. Abrazo

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  2. Antonio Lopez Escarre Excelente escrito Ronald Obaldía González no crees que lo que está sucediendo es una guerra ( por la globalidad) entre dos grandes pensamientos el occidental y el oriental?
    Hace 27 minutos · Ya no me gusta · 2

    Ronald Obaldía González Don Antonio, Embajador, totalmente de acuerdo con su postura. Aquel intento de promover un diálogo de civilizaciones me parece que es una ficción. Es suficiente ver la manera en que los yihadistas se han armado en Malí, con gran precisión, tras eso son apoyados por los extremistas que pelearon en Libia y el Sudán. Un abrazo para Usted.
    Hace 20 minutos · Me gusta · 1

    Antonio Lopez Escarre Gracias Ronald Obaldía González, estamos en la misma sintonía, y creo que esto está saliendo mas allá del sentido común y entrando en asuntos religiosos, la Biblia en contra del Corán, Ronald que puedes apreciar de esto
    Hace 15 minutos · Ya no me gusta · 1

    Ronald Obaldía González Don Antonio, ciertamente, en muchos lugares, especialmente en Nigeria, la situación se ha tornado muy cruda entre el islamismo y el cristianismo, aquí ha habido masacres continuas contra los cristianos. En Egipto se repite el mismo fenómeno: los cristianos coptos son víctimas de la fracción más extremista de los Hermanos musulmanes. En el caso de Francia, hay que notar que es de las naciones más anti-musulmanas de Europa, también allí ha venido operando la corriente secularista que en el fondo es antirreligiosa. Claro, que para los franceses el islamismo representa una amenaza mayor, no así con la Santa Sede donde el debate prosigue pero con puntos de vista teológicos y
    Hace 9 minutos · Me gusta

    Ronald Obaldía González e históricos, en especial el Papa Benedicto le reclama a Francia que ha olvidado sus raíces cristianas. De cualquier forma, el Islam acarrea muchos anticuerpos, veamos en la India, China, Tailandia, ahora Myamar, donde se ha desatado un conflicto bélico entre islamitas y budistas, y sigue candente el conflicto. Por supuesto que esa Europa secular teme al Islam sobre todo por la cuestión de la inmigración árabe tan masiva en el viejo continente. También tenemos el hecho histórico de las Cruzadas (Siglos Xl y Xll), ello ha arrastra heridas que no se cicatrizan, sumado al periodo colonial, que los árabes todavía resienten los abusos de los imperios europeos, todo esto se viene acumulando, y lamentablemente el cristianismo es asociado en Oriente con tales injusticias. Luego viene la cuestión Judía, apoyada por Occidente, todo ello pone en mayor ebullición tales contradicciones entre el Corán y la Biblia.
    Hace 3 minutos · Me gusta

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